La de veces que hemos pasado deambulando por el menú de Netflix, o de la plataforma que sea, intentado decidir qué ver. Hay una grandísima cantidad de oferta en streaming ahora mismo y no es fácil qué ficción seguir, porque el tiempo es oro y es importante seleccionar bien para no perderse las novedades más interesantes. La noche más larga, de Víctor Sierra y Xosé Morais, es una de las mejores opciones dentro de la gigante del streaming en estos instantes. Una serie española de género carcelario, con dosis de acción y hasta briznas de terror, que no se despega del listado de más vistos desde su lanzamiento.
Una historia que nos transporta a una prisión psiquiátrica en Navidad
La trama nos sitúa en la prisión psiquiátrica Monte Baruca un 24 de diciembre. Un peligroso asesino en serie acaba de ingresar en el recinto, y un grupo de hombres armados con poca paciencia cortas las comunicaciones con el único objetivo de sacar a ese monstruo y llevárselo. Pero, claro, el director se niega a ello. Con ayuda de los funcionarios y de unos pocos internos psiquiátricos, empezará una carnicería para ver quién es el último hombre en pie. La noche más larga posee un tono oscuro que permite que el acercamiento al drama carcelario se sienta de otra manera. No estamos frente a un Prison Break, sino ante un psiquiátrico que ha sido bañado con la misma fórmula mediante la que se compuso El silencio de los corderos o Dragón rojo. Luis Callejo saca aquí su máximo potencial en expresión física para convertirse en el Caimán, un asesino brutal que despedaza a sus víctimas sin ningún tipo de piedad.
Aunque ese personaje sea el eje central y el motor de la película, puesto que sin él no habría intención de asaltar al psiquiátrico por parte de unos hombres cuya identidad no revelaremos para no hacer spoilers, la historia se abre como un abanico ofreciendo un elenco de personajes muy variado para ver cómo se está viviendo esa noche de máxima locura desde todos los ángulos. Y aun haciendo eso, La noche más larga va al grano con un ritmo que apenas deja espacio para respirar al espectador. Todo ocurre de forma rápida, sin apenas explicaciones, con decisiones importantes de por medio y con acción que parece salida de La casa de papel, por poner como comparación una ficción española.
Todo ello siempre sin desvelar el misterio que rodea al personaje de Luis Callejo, quien se mantiene en la sombra con una actitud que ninguna persona corriente podría tener en una situación límite como la que plantean Sierra y Morais. La representación de asesino psicópata que hace el artista no tiene nada que envidiar a productos como Mindhunter, donde se ve un amplio repertorio de criminales. Sus apariciones se comen la pantalla en cada una de las escenas, lo que hace que cuando no esté se eche demasiado en falta y eso genere que La noche más larga no siempre sea un acierto en todo.
Se le puede poner alguna pega a la acción, pero el resultado sigue siendo satisfactorio
A pesar de que la acción es uno de sus platos principales y por norma general siempre son espectáculos correctos, la prisión de Baruca, el escenario principal de la serie, peca de tener espacios demasiado insulsos y que apenas transmiten nada. El factor del psiquiátrico y que los internos tienen que sacar toda su rabia contenida para poder salvarse hacen que las coreografías están bastante bien, pero la puesta en escena es insulsa y no termina de lucirse como debería. No para el potencial que tiene la ficción. La noche más larga no busca que el espectador se rompa la cabeza con ramas enrevesadas de ningún tipo; ofrece adrenalina por un tubo con un libreto que avanza como un tiro.
Eso en parte es bueno, porque facilita el visionado y hasta funciona para desconectar, pero por otro hace que los personajes carezcan de ningún tipo de peso y por ende eso conlleva a que determinadas muertes, acciones o puntos de inflexión no tengan la importancia que quizá deberían tener. Pero en resumidas cuentas, La noche más larga es una más que buena opción para el fin de semana, para pegarse un maratón de seis horas aproximadamente con una ficción marca de la casa que va al grano y que presenta una figura de serial killer que habría que estudiar para futuros spinoff.
