Era muy difícil pero se ha logrado. Tyler Rake 2 es la película de acción más completa, apabullante y original jamás producida por Netflix. Las credenciales de la primera entrega, uno de los éxitos de la plataforma de streaming y protagonizada por Chris Hemsworth, todo un fenómeno que se estrenó durante la cuarentena, eran intachables. Pero Sam Hargrave, director de la primera parte y veterano especialista curtido en mil y una escenas de alto riesgo, se ha coronado. Tyler Rake 2 es el epítome de lo que debe significar la traslación de un taquillazo veraniego en el mundo del vídeo bajo demanda y el streaming, toda una muestra de talento auspiciado con los más altos valores de producción. En Vandal hemos podido verla en adelanto y os contamos qué nos ha parecido en una crítica sin spoilers.
Chris Hemsworth es la estrella de Tyler Rake 2, una secuela que mejora en todo a la entrega original y que atesora algunas de las mejore secuencias de acción de 2023
Puede ser una auténtica boutade, pero Tyler Rake no existiría sin Thor. Y más tarde volveremos a eso. Como no podría ser de otra forma, Chris Hemsworth vuelve a interpretar al contratista más experimentado en Tyler Rake 2, la secuela de la exitosa película de acción de Netflix, una de las más vistas en toda la historia del portal. En esta ocasión, después de haber sobrevivido milagrosamente a los acontecimientos de la primera parte, en la que casi perece en una misión que se complicó más de la cuenta, el mercenario australiano, un agente con veteranía en las operaciones encubiertas, se verá envuelto en un encargo aún más peligroso.
Un misterioso hombre, encarnado por Idris Elba, le encomendará sacar de la cárcel a la familia de un despiadado gánster de Georgia. Lo que parece un trabajo más para Rake, pronto se complicará al comprender que hay vínculos con su pasado que no puede obviar. Un pasado del que huyó en su día y que ahora, años después, se le materializa en la cara. No profundizaremos más en la trama, pues no hace falta. Es un mero vehículo para la concatenación más espectacular y apabullante jamás vista en plataforma alguna. Sí, se nota que se ha ido más allá con los personajes, se han trabajado sus perfiles y las motivaciones personales de todos y cada uno de los agentes protagonistas, los villanos -que tienen más presencia y peso que en la anterior película- y el propio Rake, que más allá de ser una máquina de matar refinada, tiene sus carencias, miedos e inseguridades.
Esta segunda entrega, escrita por Joe Russo y producida junto a su hermano, Anthony Russo, autores de algunas de las cintas más exitosas de todos los tiempos como Vengadores: Endgame y padres de la fallida El agente invisible también en Netflix, cuenta con un reparto completo, con la actriz Golshifteh Farahani (Paterson, Piratas del Caribe: La venganza de Salazar) retomando el papel de la primera película, junto con los coprotagonistas Adam Bessa (Alta Costura), Olga Kurylenko (Quantum of Solace, Viuda Negra), Daniel Bernhardt (Alerta Roja) y Tinatin Dalakishvili (The Undeclared War), por citar algunos, y mantiene el mismo ritmo frenético de su antecesora pero con una serie de giros. Decían los Russo que, al cambiar el esquema del planteamiento y la ambientación, así como el tono, se conseguían resultados diferentes sin alterar la fórmula que sorprendió a propios y extraños hace ya más de 3 años.
Y es cierto. Tyler Rake 2 atrapa al espectador tras sus primeros minutos, y lo arroja a una operación de extracción abrumadora y atribulada, llena de imprevistos, que se irán engarzando unos con otros en lo que es un primer tramo cinematográfico que bien podría convertirse en el ejemplo a seguir por las sucesivas cintas del género que vendrán. Y no aceptamos el socorrido parece un videojuego como respuesta. Es una comparación manida y recurrente, carente de sentido y contexto, un lugar común de una generación con amnesia selectiva y desconocimiento a lo que se hacía en el género hace veinte o treinta años. Ya se hacían películas de acción antes de que llegase Call of Duty. Como si se tratase de la excelente The Raid y su secuela, la película no concede tregua a su público, que puede quedar completamente cautivo una vez todo se desmorona y el plan de rescate de Rake comienza a hacer aguas.
No da respiro, una coreografía de tiroteo o lucha se solapa con otra sin resultar artificiosas o inverosímiles -dentro del lenguaje del cine de acción más actual, algo que ha ganado caché y se ha elevado varios enteros desde la irrupción de Keanu Reeves y su John Wick, como ya os hemos debatido-, concluyendo en unos cambios de ambiente o set pieces bien avenidos que logran servir de goznes para articular una huida hacia adelante brillantemente planteada. No os exageremos si os decimos que el plano secuencia, de 21 minutos y en el que se apoya gran parte de la película, os dejará sin aliento.
Tyler Rake 2 es una película evento y lo más cercano a un blockbuster veraniego producido por Netflix
Pero la película de Hemsworth y Hargrave es mucho más. Os decíamos que Tyler Rake, como saga y concepto cinematográfico, no existiría sin Thor. Y es que Hargrave se machacó el lomo como coordinador de especialistas en las películas de Marvel Studios, lugar en el que conoció a los Russo y entabló una fuerte amistad con ellos. Sí, había dirigido algún corto y codirigido algunas piezas similares, pero su debut con Tyler Rake demostró que había nacido para ello. Como cineasta, sabe de qué manera rodar y planificar una persecución de coches en un bosque -con una floritura que recuerda a la de La guerra de los mundos de Steven Spielberg-, conoce a la perfección el tempo de una lucha física y sucia y comprende cómo la acción puede ser realista a ojos del espectador sin dejar de ser espectacular. Esto, por cierto, podría enseñárselo a sus padrinos, los Russo, que con la cinta protagonizada por Ryan Gosling y Chris Evans se lucieron. Si aquella El agente invisible eran simples fuegos de artificio en una carcasa prefabricada y rutinaria, heredera de todo lo que anda mal en el cine, esta Tyler Rake 2 es todo lo contrario: un atisbo de esperanza de que aún, y pese a todo, se puede hacer buen cine de acción en nuestros días fuera de la mano de Chad Stahelski.
Un ejemplo en relación a esto. Si la primera entrega nos deleitaba con unos combates cuerpo a cuerpo muy tensos, robustos y filmados con cercanía -sí, se busca la estética, pero primaba la brutalidad y el realismo-, Tyler Rake 2 ofrece eso y mucho más. Hargrave presenta como nadie el espacio en el que se desenvuelven sus protagonistas, ya sea el interior de un jeep, el vagón de un tren, el gimnasio de un hotel de lujo o la prisión más oscura y peligrosa de la Europa del Este. Como si se tratase de una producción de los años ochenta o noventa -cúspide absoluta, como ya vimos en el documental de Arnold- pero aderezada con los tics y elementos propios del cine más actual, lo nuevo de Netflix ofrece puro espectáculo, un montaje vibrante e inspirado y la presentación más ejemplar del que podríamos considerar realismo sucio en el celuloide tras John Wick. Y eso es mucho.
Una auténtica joya que demuestra que la plataforma es capaz de dar en la diana si el apoyo creativo y la fuerza motora detrás de una película es la adecuada. El nuevo filme de Hemsworth es la muestra perfecta de por qué su protagonista debería comenzar a dejar de empuñar el martillo y apretar más el gatillo.
Tyler Rake 2 se estrenará el próximo 16 de junio en Netflix. Hemos visto la película en adelanto gracias a la cortesía de Netflix España y PR Garage.
