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El universo de Halo

Repasamos la historia y los secretos de uno de los universos más fascinantes a los que ha dado a luz el mundo de los videojuegos.

Si hay algo que nadie puede negar, es que la saga Halo ha tenido un enorme impacto en el mundo de los videojuegos. Con una legión de fans a sus espaldas y con una gran acogida entre público y crítica en casi todos sus juegos, su éxito y repercusión en la industria está fuera de toda duda. Y es que las aventuras del Jefe Maestro han sabido calar muy hondo gracias a la gran calidad de sus juegos. Sin embargo, su particular narrativa y el hecho de que su historia se haya expandido más allá de los videojuegos, pueden haber provocado que muchos se hayan perdido algunos de los acontecimientos que han ocurrido en este fantástico universo.

En vistas de que cada vez queda menos para que podamos disfrutar de Halo 4 y vivir un nueva trilogía protagonizada por el Jefe Maestro, hemos decidido realizar un resumen de la historia de la saga hasta el momento, para que podáis refrescar la memoria con algunos de los hechos más famosos y con otros quizás no tan conocidos, pero que apuntan a ser de gran importancia en un futuro.

Los Precursores

Para comenzar este artículo, tenemos que retroceder en el tiempo varios miles de años, antes incluso de que existiera la especie humana. Esto nos lleva a los Precursores, una raza alienígena tremendamente avanzada a nivel tecnológico de la que apenas se conocen datos. De hecho, se desconoce hasta su planeta de origen. Hay que decir, que en el universo de Halo, el desarrollo de una civilización se mide por niveles (un sistema creado por los Forerunners, de quienes hablaremos más tarde). Mientras menor sea el número, más avanzada es. Por lo que si os decimos que esta raza ha sido la única en alcanzar el nivel 0, podéis haceros una idea de lo avanzados que estaban. Aunque claro, también se ha llegado a decir que esto no es más que un mito de los Forerunners.

Los Precursores siguen la filosofía del Manto, según la cual son los guardianes de toda la vida en el universo. Esto les llevó a guiar el ascenso y la caída de numerosas especies. Para continuar esta labor crearon a los Forerunners, una raza con forma humanoide que consiguió llegar al nivel 1 de tecnología. Sin embargo, posteriormente acabó estallando una guerra entre ambas razas que acabaría saldándose con la destrucción de los precursores. O eso se supone. Ya que este capítulo de la historia no está del todo claro, porque ¿cómo acabó una civilización de nivel 1 con una de nivel 0? Entre las distintas teorías que podemos encontrar, se baraja la posibilidad de no fueran destruidos, sino que simplemente se retiraran de la galaxia, aguardando su momento para regresar... Eso sí, antes de que desaparecieran, crearon otra raza potencial para recibir el Manto: la humanidad.

Los antiguos humanos y el prisionero de Charum Hakkor

Con los Precursores destruidos, los Forerunners asumieron el Manto y se dedicaron a perpetuar la labor de sus creadores. Con esta situación en la galaxia, damos el salto a los inicios de la humanidad. Las primeras civilizaciones humanas se encontraron con la raza de los San 'Shyuum, unos seres que posteriormente acabarían convirtiéndose en una de las piezas clave del Covenant (los Profetas). Como suele ocurrir cada vez que la humanidad se encuentra con algo desconocido, ambos bandos entraron en guerra en un principio, aunque tras varias batallas esta acabó en una alianza que daría paso al Imperio Humano-San 'Shyuum. La capital de este nuevo imperio sería situada en el planeta Charum Hakkor, probablemente uno de los lugares más importantes de toda la historia de la saga.

El planeta se encontraba repleto de ruinas con tecnología de los Precursores, algo que permitió a la civilización humana desarrollarse a un ritmo vertiginoso, hasta el punto de llegar a ponerse a un nivel tecnológico prácticamente a la par que el de los Forerunners. En una de estas ruinas, los humanos se encontraron con una cápsula sellada de avanzada tecnología. Tras varios intentos, consiguieron comunicarse con el prisionero que habitaba en su interior, quien sirvió de oráculo a la humanidad durante mucho tiempo, aunque todas sus respuestas siempre eran confusas y parecían tener poco sentido. A este prisionero se le conoció como El Primordial.

La llegada del Flood y la guerra contra los Forerunner

Posteriormente, los humanos descubrirían una peligrosa raza parasitaria conocida como el Flood que desembocaría en una cruenta guerra. Esta raza sobrevive consumiendo formas de vida conscientes e infectándolas para unirlas a sus filas. Lo habitual es que exista un Gravemind, una fusión de varias células Flood con un sistema neuronal formado por el de una o varias formas de vida. Cuando existe uno, el Flood pierde su individualidad y pasa a estar controlado por él.

Ante algo tan temible, las pérdidas que estaba sufriendo la humanidad en esta guerra se contaban por miles, por lo que para intentar recuperar recursos decidieron conquistar algunos mundos para reagruparse. Sin embargo, estos planetas que invadieron estaban bajo control Forerunner, algo como mucho podéis suponer daría pie a otra guerra.

A pesar de ello, este tiempo resultó crucial, ya que le permitió a la humanidad encontrar una fórmula que convertía el material genético de los seres vivos en algo tóxico para el Flood. El plan consistió en mutar genéticamente con la fórmula a un tercio de su propia población y ofrecerlos como alimento al Flood. Esta estrategia salió tal y como se esperaba, envenenando a estos seres y acabando con ellos.

Pero claro, los Forerunners no sabían nada de esta guerra y pensaron que la invasión de sus mundos fue un acto de rebeldía deliberada por parte de los humanos, por lo que decidieron declarar la guerra a una humanidad totalmente diezmada tras enfrentarse al Flood. A pesar de lo debilitados que estaban, consiguieron aguantar 50 años antes de que la capital de Charum Hakkor cayera, ya que la humanidad creó grandes defensas.

La victoria de los Forerunners fue posible finalmente gracias a que Didacta, el líder del ejército Forerunner, consiguió sitiar la capital para terminar de debilitarlos. Las consecuencias de esta derrota fueron desastrosas para la humanidad y los San 'Shyuum, ya que los Forerunner los culpaba de haber iniciado la guerra. La primera medida que tomaron fue la de ejecutar a una gran cantidad de humanos, llevando a nuestra especie al borde de la extinción. Después destruyeron toda la tecnología humana existente y cualquier rastro de su cultura, para finalmente involucionar a los pocos supervivientes a un estado primitivo. En este punto la humanidad se vio de vuelta a la edad de piedra y fue alojada en el planeta Tierra, donde sería vigilada por la Bibliotecaria, la esposa de Didacta. Por otro lado, los San 'Shyuum fueron aislados del exterior en su planeta natal. Lo que los vencedores no podían imaginar es que la decisión de castigar a la humanidad sería el principio de su fin, ya que con ella se perdería la fórmula para luchar contra el Flood.

El primer encuentro de Didacta con El Primordial

Tras esta batalla, Didacta encontró a El Primordial, quien se presentó a sí mismo como el último de los Precursores y le contó a Didacta cómo en el pasado los Forerunners acabaron con sus creadores. Tenemos que señalar que desde aquella guerra hasta la situación actual pasaron miles de años, por lo que los Forerunners actuales creen que son los herederos legítimos del Manto. Teniendo esto en cuenta os podéis haceros una idea de lo que esto chocó con las creencias de Didacta. Ante este descubrimiento, el Didacta no le contó esta verdad a nadie, salvo a su esposa, la Bibliotecaria. Sin embargo, todavía quedaban verdades mucho más terribles por desvelarse.

El regreso del Flood y el exilio de Didacta

Pasado un tiempo, un grupo de exploración Forerunner se encontró con el Flood en el planeta G617 g1. Tal y como era de esperar, no tuvo demasiados problemas para acabar con estos exploradores. Tras este incidente, los Forerunners pusieron el planeta rápidamente en cuarentena, aunque sus medidas habituales para contener enfermedades no estaban sirviendo de nada.

Ante esta inesperada y alarmante situación se propusieron dos planes. Por un lado, Didacta apostaba por crear numerosos Mundos Escudo para protegerlos y tenerlos vigilados. Esto les permitiría mandar a las fuerzas Forerunner para erradicar la amenaza en caso de que el Flood atacara algunos de estos planeta. Sin embargo, Faber, el Maestro Constructor, propuso la creación de los Halos, unas armas de destrucción masiva que al ser activadas destruirían toda la vida existente en la galaxia. Su aspecto sería la de unos planetas artificiales con forma de anillos. Esta última propuesta provocó una división dentro de las propias filas de los Forerunners, ya que muchos consideraron que iba en contra del Manto. A pesar de todo, fue la que acabó ganando y como consecuencia, el Didacta fue exiliado y perdió todo su poder político y militar.

Para su exilio, Didacta permaneció en un estado de meditación dentro de un Cryptum que fue colocado por la Bibliotecaria en el planeta Tierra. Mil años después fue descubierto por dos humanos, Chakas y Riser, y un joven Forerunner llamado Bornstellar Makes Eternal Lasting (Nacido de las Estrellas de Duración Eterna) que viajó a la Tierra para buscar reliquias de los Precursores. Como era de esperar, tras todo este tiempo la amenaza del Flood ya se había descontrolado y se estaba expandiendo por toda la galaxia sin que los Forerunners pudieran hacer nada para frenar su avance.

En un principio, Didacta asumió que Born fue enviado por la Bibliotecaria para despertarle y lo primero que hizo fue comprobar desesperadamente si los Halos fueron utilizados o no. A partir de este momento, Didacta, Born y los humanos comenzaron un viaje a través de varios planetas que en el pasado sirvieron como campo de batalla en la guerra contra los humanos, pero sin encontrar rastro de vida. Tras unos años viajando juntos, Didacta transmitió todos sus recuerdos y pensamientos a Born por medio de una mutación para prevenir que todo su linaje cayera en el olvido.

Tras esto, el grupo se dirigió al mundo de origen de los San'Shyuum, que recordemos, fue aislado tras la guerra de los humanos contra los Forerunners. Por desgracia, al llegar allí se encontraron con el Maestro Constructor y los apresó a todos. Born fue enviado de vuelta con su familia, aunque en el viaje las memorias de Didacta le asaltaron y le descubrieron la verdad sobre los Halos, mientras que el propio Didacta fue ejecutado por Faber. En cambio, los dos humanos acabaron en la Instalación 07.

Al llegar a casa, Born preguntó a su padre sobre todo esto, ya que se encontraba trabajando en los Halos. Tras confirmar la terrible verdad que se oculta tras estas armas, también descubrió que habían sido probadas a baja potencia sobre los mundos humanos que había visitado mientras viajaba con Didacta. De hecho, el último planeta con el que se habían probado fue el mundo de origen de los San 'Shyuum, motivo por el cual se encontraron con el Maestro Constructor allí.

Mendicant Bias y el descubrimiento de El Primordial

Para entender todo lo que está por venir a partir de este momento, es necesario que hagamos un pequeño inciso y retrocedamos un poco en el tiempo. Como hemos dicho, el Maestro Constructor se dedicó a hacer pruebas con los Halos sobre diversos mundos humanos. Uno de ellos fue Charum Hakkor. De realizar esta tarea se encargó 05-032 Mendicant Bias, una Inteligencia Artificial creada por Faber para controlar una gran flota Forerunner y los Halos. Como consecuencia del ataque de los anillos, todas las tecnologías de los Precursores del planeta quedaron destruidas, incluida la prisión de El Primordial.

El Maestro Constructor no tardó en descubrir su existencia y se lo llevó a la Instalación 07 para interrogarle en secreto y sin el permiso del Concilio. Del interrogatorio se encargó Mendicant Bias, pero en algún momento de este largo proceso, El Primordial enloqueció a la Inteligencia Artificial y la unió a su bando. Señalar que cuando decimos que el interrogatorio fue largo, nos referimos a que duró 43 años. A partir de este momento, Mendicant Bias comenzó a realizar experimentos con los humanos que fueron trasladados de la Tierra a la Instalación 07 exponiéndolos a la infección Flood. Y no solo humanos, ya que también usó a los Forerunners que enviaron allí por no estar de acuerdo con los planes del Maestro Constructor. Aunque lo peor todavía estaba por llegar...

El ataque a la capital forerunner

Volviendo con Born, tras descubrir lo que había hecho el Maestro Constructor, tomó la decisión de comunicárselo al Concilio para llevarle a juicio en el mundo de origen de los Forerunners. Originalmente se crearon doce Halos. Once permanecían en órbita sobre el planeta y uno de ellos lleva perdido varios años (no hace falta decir que el desaparecido es la Instalación 07). En mitad del juicio contra Faber, Mendicant Bias provocó el caos y desestabilizó todos los sistemas de defensa de los Forerunners.

Pero esto sería lo de menos, ya que Mendicant comenzó a activar algunos de los Halos para dispararlos contra la capital Forerunner. Tres de ellos fueron rápidamente destruidos, y otros siete fueron evacuados a través de unos portales abiertos en el espacio. Por suerte, antes de que el último Halo detonara y acabara con toda la vida de ese sector de la galaxia, Born consiguió escapar en una pequeña nave a través de uno de los portales.

Las memorias de Didacta volvieron a asaltarle en plena huída, momento en el que descubrió quién es Mendicant Bias. La nave acabó llegando finalmente al Arca, un Mundo Escudo localizado fuera de la galaxia, justo donde se construyeron los Halos. Allí se encontró con la Bibliotecaria, quien dijo ver a su marido en Born, ya que las memorias de Didacta poco a poco comenzaban a mezclarse con los recuerdos y la personalidad del joven Forerunner. Lo siguiente que Born consiguió recordar fue el encuentro de Didacta con El Primordial, lo que le llevó a lanzarse en la búsqueda del último Halo para acabar con él y con los planes de venganza de la criatura.

El fin de El Primordial

La personalidad de Didacta ya había terminado de devorar la mente de Born, por lo que a efectos prácticos, este se convirtió en la reencarnación de Didacta. Tras una larga búsqueda consiguió encontrar la Instalación 07 y asediarla, purgando a Medicant Bias del control de la Instalación, aunque la IA consiguió escapar. Para salvar el Halo, Didacta decidió trasladarlo al través de un portal, aunque para ello tuvo que deshacerse de gran parte de su estructura principal. Una vez que todos estuvieron a salvo, Didacta se dirigió a la cámara de El Primordial para enfrentarse a él.

Cuando se encontraron cara a cara, el Forerunner descubrió que El Primordial era en realidad un Gravemind. En la conversación que mantuvieron, el prisionero se apresuró en señalar que "no hay ninguna diferencia" entre los Precursores y el Flood, pero sin entrar en detalles sobre esta relación. Al mismo tiempo, también desveló a Didacta que los Precursores escogieron a los humanos como los auténticos herederos del Manto, y que una vez que los Forerunners fueran eliminados por el Flood, la humanidad tendría que enfrentarse al parásito para probar que son merecedores del Manto. Finalmente, sus últimas palabras antes de morir, indicaron que cuando él muriera, otro precursor despertaría, dejando caer la posibilidad de que más individuos de esta especie hayan sobrevivido.

En este momento, Didacta activó un dispositivo temporal que obligó a El Primordial a envejecer mil millones de años en cuestión de segundos, lo que dio como resultado su desintegración. No son pocas las preguntas que esta conversión arrojó: ¿Existen más precursores? Si es así, ¿donde se ocultan? ¿Cuál es la relación entre el Flood y los precursores? ¿Crearon al Flood o se convirtieron en ellos? Todos estos interrogantes se encuentran todavía sin una respuesta, por lo que no sería de extrañar que en las próximas novelas o incluso en la nueva trilogía de videojuegos comiencen a resolverse. De momento, lo único que parece estar medianamente claro es que el Flood es el castigo que los Precursores impusieron a los Forerunners por acabar con ellos.

La batalla final de los Forerunners

La guerra contra el Flood llegaba a su fin, pero todavía quedaba una batalla más por librar, probablemente la más grande que el universo haya contemplado nunca. Mendicant Bias puso toda la carne en el asador y lanzó su flota entera (unos cinco millones de naves) y dirigió al Flood contra la Esfera de Maginot, la última línea de defensa de los Forerunners. En respuesta, los Forerunners crearon otra Inteligencia Artificial llamada Offensive Bias con el fin de contener el avance del enemigo lo suficiente para terminar de construir la matriz que permitiría activar los Halos para acabar finalmente con esta larga guerra.

Offensive Bias se encontraba en una amplia inferioridad numérica, pero incluso en estas condiciones se las apañó para responder brutalmente a las fuerzas invasoras y defender la Instalación 00 el tiempo suficiente. En el momento más desesperado, con el ejército Forerunner destruido y con la guerra aparentemente perdida, Didacta consiguió activar la matriz de los Halos y terminar en un instante con toda la vida sintiente de innumerables mundos.

Pero no todo se perdió, y es que gracias a los esfuerzos que hizo la Bibliotecaria por proteger la vida de la galaxia, muchas especies se salvaron siendo trasladadas al Arca, incluida la raza humana, para luego ser repuestas por diversas IAs en sus planetas tras la activación de los Halos en un proceso automatizado. De hecho, se cree que los Forerunners legaron el Manto a la humanidad, ya que muchas de sus estructuras más importantes fueron diseñadas para que solo pudieran ser usadas por los Reclamadores, es decir, por humanos y Forerunners. También se sabe que los Mundos Escudo no se vieron afectados por los Halos y que varios Forerunners consiguieron sobrevivir, pero no se ha vuelto a saber nada de ellos.

El Covenant

Tras todo esto, una nave Forerunner consiguió sobrevivir milagrosamente a la guerra contra el Flood y acabó estrellándose en Janjur Qom, el planeta de origen de los San 'Shyuum. Cuando lo encontraron lo consideraron un objeto sagrado que no debían tocar. Miles de años después, algunos San 'Shyuum comenzaron a creer que debían adentrarse en la nave para explorarla, algo que muchos consideraron una herejía y dio lugar a una sangrienta guerra civil. Tras un conflicto que duró 100 años, unos 1.000 Reformistas (el nombre que recibía la facción que quería entrar en la nave) consiguieron huir del planeta montados en ella. Tras miles de años aislados, los San 'Shyuum regresaban a las estrellas.

En esta nave, los San 'Shyuum encontraron muchos documentos y grabaciones narrando la historia de los Forerunners, aunque malinterpretaron prácticamente todo. Esto les llevó a creer que los Forerunners desaparecieron de la galaxia porque al activar los Halos iniciaron el Gran Viaje y ascendieron a un estado similar al de los dioses. Esta creencia se convirtió en la base de su religión y en su gran objetivo, ya que deseaban repetir el proceso.

Casi 1.200 años después, los San 'Shyuum se encontraron con los Sangheili (los Élites de los videojuegos). Durante todos estos años los San 'Shyuum se habían dedicado a buscar tecnología Forerunner y a incorporarla a la de ellos mismos. Esto fue algo que chocó bastante con las creencias de los Sangheili, quienes consideraban una herejía este tipo de actos, por lo que acabó produciéndose una cruenta guerra entre las dos razas.

Usando el armamento de la nave Forerunner, los San 'Shyuum comenzaron a aplastar a las fuerzas de los Sangheili, a pesar de que las habilidades en batalla de los Sangheili eran ampliamente superiores. Esto forzó a los Sangheilian a renunciar a sus propias creencias y comenzaron a estudiar sus reliquias Forerunner para incorporarla a sus naves de guerra, a sus armas y a sus armaduras. Gracias a esto consiguieron aguantar un poco más, pero finalmente fueron derrotados, ya que la nave de los San 'Shyuum era demasiado poderosa.

Este conflicto llevó a ambas especies a temer por su supervivencia. Los Sangheili renunciaron a todo lo que creían para intentar sobrevivir, y los San 'Shyuum se dieron cuenta que si llegaban a encontrarse con otras razas con las capacidades militares de los Sangheili se encontrarían en grave peligro. Esto llevaría a ambas razas a sellar un pacto. Los San 'Shyuum transmitieron sus creencias sobre el Gran Viaje a los Sangheili, quienes las aceptaron y pasaron a convertirse en los protectores y servidores de los San 'Shyuum, mientras que estos cumplirían el papel de líderes religiosos y políticos. El Covenant había nacido y la nave Forerunner fue convertida en su capital y bautizada como Suma Caridad.

Posteriormente el Covenant siguió extendiéndose y uniendo razas a su causa. Así pues, además de los San 'Shyuum y los Sangheili (que serían las dos especies con más poder en el Covenant), también se unieron los Jiralhanae (Brutes), los Huragok, los Mgalekgolo (Hunters), los Yanme'e (Drones), los Kig-Yar y los Unggoy (Grunts).

La UNSC y la colonización del espacio

Por otra parte, la raza humana siguió desarrollándose y gran parte de su historia se corresponde con la nuestra propia, por lo que tuvieron lugar hechos como la Primera y la Segunda Guerra Mundial, la creación de las Naciones Unidas, la Guerra Fría, etc. En el siglo XXI la humanidad comenzó a explorar el Sistema Solar y a colonizar sus planetas, extendiéndose nuevamente fuera de la Tierra. Sin embargo, todo esto no sería tan apacible como cabría esperar, ya que un siglo más tarde surgirían divisiones políticas que enfrentarían a varias facciones en sangrientas guerras. Como resultado de estos conflictos se acabaría creando la United Nations Space Command (UNSC), la agencia militar, exploradora y científica del Gobierno Unificado de la Tierra y se les pondría fin a estos problemas. A efectos prácticos se convertiría en la principal fuerza militar de la humanidad.

En el 2.310, la UNSC notó que las superpoblación se estaba convirtiendo en un serio problema para la raza humana, por lo que decidieron salir del Sistema Solar y comenzaron a colonizar planetas y sistemas cercanos. En el 2.490 la humanidad ya había colonizado cerca de 800 mundos distintos y los más cercanos al Sistema Solar se convirtieron en grandes potencias económicas y políticas. En esta época, la UNSC colonizó el planeta Reach y lo convirtió en su principal centro de mando y de entrenamiento. Además, aquí se construían las principales naves de guerra de los humanos.

El programa SPARTAN

En este periodo, más concretamente en el 2.321 comenzó el primer programa SPARTAN, bautizado como proyecto ORION. Se trataba de una investigación para crear supersoldados modificados genéticamente. Los candidatos para formar parte de las pruebas fueron voluntarios de las fuerzas armadas del ejército. Tras numerosos experimentos y pruebas, los resultados no fueron los esperados y se canceló el proyecto.

Un siglo más tarde, en el 2.491, el proyecto ORION se relanzó en secreto, buscando aprender de los errores del pasado para mejorarlos. Además, ahora disponían de mejores tecnologías, y tras una serie de pruebas físicas y mentales, los primeros SPARTAN (165 en total) fueron creados. En esta época las Colonias Exteriores (las más alejadas de la Tierra) comenzaron a mostrar su malestar y empezaron a sublevarse contra la UNSC, buscando separarse de su control. En el 2.494, la Unión Secesionista lanzó una serie de ataques contra Eridanus II (el planeta natal del carismático Jefe Maestro), que trajo consigo numerosas muertes y secuestros de civiles y oficiales del gobierno.

En respuesta, la UNSC decidió probar a los soldados ORION lanzando una operación contra la Unión Secesionista. Los resultados no pudieron ser más espectaculares, ya que consiguieron cumplir la misión con solo una baja. A partir de este momento, estos supersoldados pasarían a ser conocidos como SPARTAN-Is. Esto consiguió animar la moral de las tropas de la UNSC, pero los científicos consideraban que sus habilidades estaban todavía por debajo de lo esperado y el coste era demasiado alto, por lo que en el 2.506 el proyecto volvió a cancelarse y los SPARTAN-Is fueron reasignados a varias unidades de operaciones especiales.

Sin embargo, las insurrecciones de las Colonias Exteriores cada vez iban a más, y la UNSC se vio obligada a reabrir el proyecto en el 2.517, con la intención de crear a los SPARTAN-II para acabar con los levantamientos de una vez por todas. Esta vez el programa conllevaba serios problemas éticos. Para esta ocasión se dedicaron a buscar niños con capacidades superiores a lo normal, por lo que cada vez que encontraban un sujeto válido lo secuestraban y lo reemplazaban por clones que morirían pasado un tiempo. A estos niños se los modificó genéticamente y con implantes, los entrenaron en el arte de la guerra y les enseñaron todos los valores militares. También recibieron una gran educación en la que se incluían materias como las matemáticas, la ciencia o la lectura. De los 75 niños escogidos, solo consiguieron sobrevivir con éxito 33 de ellos, entre los que se encontraba el futuro Jefe Maestro. Finalmente, se les dio una armadura especial llamada MJOLNIR que solo podía ser usada por ellos y que potenciaba todavía más sus habilidades.

El comienzo de la Gran Guerra contra el Covenant

Pero mientras la humanidad se encontraba batallando consigo misma, algo mucho peor se acercaba. Como comentamos anteriormente, el Covenant estaba buscando reliquias de los Forerunners por toda la galaxia. Siguiendo la señal de una de ellas acabaron por encontrase con la raza humana en el 2.525. Tras unos primeros encuentros bastante tensos entre la UNSC y el Covenant, los Profetas acabaron por declarar la guerra a la humanidad por considerarlos una afrenta contra sus dioses, momento en el que comenzó una cruzada contra la especie humana con el fin de exterminarla para siempre de la galaxia.

Pero lo que no sabía gran parte del Covenant es que los Profetas declararon la guerra en un intento de mantener el poder político y religioso, ya que descubrieron que los humanos eran las "reliquias" que habían venido a buscar. Los Profetas del Pesar y de la Verdad se dieron cuenta de que si esto significaba que los humanos eran en realidad Forerunners, existía la posibilidad de quedarse atrás una vez que comenzara el Gran Viaje, algo que iba en contra de las creencias religiosas del Covenant. Esta verdad podría destruirles, por lo que esperaban poder ocultarla para siempre con la aniquilación de nuestra especie.

Con esta nueva guerra que librar, el objetivo de los SPARTAN-II cambió y tuvieron que enfrentarse a las fuerzas del Covenant, además de aplacar las insurrecciones de las Colonias Exteriores. Tal y como era de esperar, la tecnología del Covenant era superior a la humana y su ventaja era bastante notoria. A pesar de ello, los humanos consiguieron aguantar durante los primeros años los ataques del Covenant.

En el 2.531, las fuerzas alienígenas se dieron cuenta de que acabar con toda la humanidad iba a ser una tarea bastante más complicada de lo que habían pensado, así que comenzaron a atacar mundos humanos con reliquias Forerunner para aumentar su poder ofensivo. Por ello, la única esperanza de la humanidad parecía residir en el programa SPARTAN-II. Sin embargo, nunca eran suficientes SPARTANs para cubrir todos los frentes, por lo que la humanidad creó el programa SPARTAN-III.

Los candidatos para este proyecto fueron los niños que quedaron huérfanos por la guerra contra el Covenant. Este programa saldría más barato y les permitió crear un mayor número de soldados instruidos con tácticas de batalla y de trabajo en equipo. Gracias a diversos implantes y a equipos especiales, consiguieron resultados muy satisfactorios. La mayoría eran mandados en misiones suicidas, y aunque rara vez conseguían sobrevivir, casi siempre cumplían con sus objetivos.

A pesar de todo, la guerra continuó y la humanidad no hacía más que perder tanto tropas como colonias. Sin embargo, en el 2.552 el Covenant descubriría la localización de Reach, haciendo la batalla más desesperada todavía...

La caída de Reach

Al principio, el Covenant consiguió infiltrar varias avanzadillas en Reach saltándose los sensores instalados en el planeta. El Equipo Noble, formado por SPARTAN-IIIs y SPARTAN-IIs, no tardó en descubrir la presencia de esta avanzadilla, dando la señal de alarma y comenzando una de las batallas más intensas de toda la guerra. Gracias a los esfuerzos del equipo Noble, Reach aguantó un tiempo y consiguieron asestar duros golpes al Covenant, provocándoles un alto número de bajas.

Sin embargo, todos estos esfuerzos parecían inútiles, ya que las fuerzas hostiles no paraban de llegar y estaban conquistando todo el planeta. Además, poco a poco los diversos miembros del equipo iban cayendo y la situación cada vez era más desesperada. Cuando Reach estaba cerca de su caída, la humanidad decidió poner en marcha un plan de huída en el Pillar of Autumn, una de las grandes naves de la UNSC destinada a las operaciones de los SPARTAN-II y que era liderada por el capitán Jacob Keyes.

Pero esto no iba a ser nada fácil, ya que antes de hacer esto tendrían que llevar a Cortana a la nave, una valiosa IA "inteligente" con información vital para la raza humana creada a partir del cerebro de una copia clonada de la doctora Catherine Elizabeth Halsey, la directora del programa SPARTAN-II. Hay que decir que Cortana también comparte los recuerdos, pensamientos, opiniones y valores de Halsey, así como su aspecto físico. El último miembro del Equipo Noble, Noble 6, se encargó de esta misión y consiguió llevarla al Pillar of Autumn a tiempo y defender la nave desde tierra mientras era atacada por numerosas fuerzas del Covenant en su huida. Finalmente el Pillar of Autumn consiguió escapar a través de un portal espacial y dejando a Noble 6 en Reach luchando contra un gran número de enemigos antes de caer en combate.

La Instalación 04

En el Pillar of Autumn se encontraban dos SPARTAN-II, John-117, más conocido como el Jefe Maestro, y Linda-058, una de las mejores amigas del Jefe, quien había sufrido graves heridas y dada por muerta, por lo que la habían criogenizado en una cápsula. Anteriormente, Cortana y el John-117 ya se habían conocido y habían demostrado que formaban un buen equipo tras superar una serie de pruebas. Tras el salto espacial, el Pillar of Autumn llegó a la localización de un Halo. Esto fue posible gracias a que Cortana introdujo en secreto las coordenadas de su localización, las cuales había obtenido de una roca que había visto el Jefe Maestro en una de sus misiones anteriores.

Sin embargo, parte de la flota enemiga los había perseguido tras el salto y comenzaron a asediar el Pillar of Autum. La prioridad era poner a Cortana a salvo, tarea que fue encomendada al Jefe Maestro tras instalar a la IA en su armadura. Tras evacuar a los supervivientes de la nave a la superficie del Halo, comenzó una batalla campal contra el Covenant, en la que los humanos parecían tener ventaja, ya que estaban mucho más habituados al combate terrestre que los alienígenas.

Pero un antiguo mal que llevaba encerrado miles de años en el interior de la instalación fue liberado por error: el Flood. El parásito no tardó demasiado en extenderse por la superficie del anillo, provocando numerosas bajas en ambos bandos. Mientras que la batalla se recrudecía, el Jefe Maestro y Cortana descubrieron la verdad que se oculta tras los Halos, momento en el que comprendieron el terrible peligro que podría suponer que un arma como esta cayera en manos del Covenant.

Por ello, decidieron detonar el estrellado Pillar of Autumn para destruir el Halo. Sin embargo, una vez que activaron la secuencia de autodestrucción, esta fue cancelada por 343 Guilty Spark, el monitor encargado de vigilar la Instalación 04. Como el Flood había sido liberado, esta Inteligencia Artificial consideraba necesario activar el Halo para erradicar la amenaza, por lo que intentó interponerse en los planes del Jefe Maestro. Finalmente, John-117 consiguió sobrecargar los reactores de fusión de la nave para hacerla estallar, aunque antes pudo escapar de la instalación en un Longsword, una de las naves de la UNSC que se encontraba en el hangar del Pillar of Autumn.

En su viaje de vuelta, Cortana y el Jefe se encontraron flotando en el espacio la cápsula donde estaba criogenizada Linda, la cual había sido evacuada cuando el Covenant atacó el Pillar of Autumn, por lo que pudieron rescatarla. De esta Spartan no hablaremos más en este reportaje, por lo que simplemente diremos que consiguió sobrevivir después de que el Jefe Maestro dejara su cuerpo a un equipo médico.

La Instalación 05 y la Guerra Civil del Covenant

Pocos humanos sobrevivieron a los hechos ocurridos en la Instalación 04, pero lo que no cabe duda es que la destrucción del Halo supuso un golpe durísimo al Covenant, ya que uno de los objetos sagrados de su religión había sido destruido sin que pudieran hacer nada para evitarlo. El Comandante Supremo Thel 'Vadam (antiguamente conocido como Thel 'Vadamee), el Sangheili quien dirigió el asalto Covenant al anillo, fue condenado y se le impuso la Marca de la Vergüenza, lo cual era prácticamente como estar muerto ante los ojos de sus congéneres. Sin embargo, en vez de ser ejecutado se le dio el rango de Inquisidor y se le encomendó la misión de acabar con los herejes del planeta Threshold, un mundo situado cerca de donde se encontraba la Instalación 04.

Por otro lado, y con el Jefe Maestro volviendo a la Tierra, el Covenant se disponía a atacar nuestro planeta de origen con una gran flota en busca de artefactos de los Forerunners, pero las fuerzas humanas consiguieron tenderles una trampa usando uno de los buques insignias del Covenant para atraerlos y destruir toda la flota.

Unas pocas semanas después de esta derrota, el Profeta del Pesar lideró una pequeña flota a la Tierra con el fin de localizar un artefacto Forerunner llamado el "Arca". El Profeta consiguió llegar a Nueva Mombasa, donde tuvo lugar una batalla en la que los marines y el Jefe Maestro salieron victoriosos y acabaron con todas las tropas enemigas, aunque el Profeta del Pesar consiguió escapar realizando un salto a través del espacio.

Sin embargo, cuatro naves humanas consiguieron perseguir a Pesar, quien se había refugiado en un nuevo Halo: la Instalación 05. Tras una batalla en la superficie del anillo, donde las fuerzas del Covenant vinieron a ayudar a Pesar y donde el Flood encerrado en la Biblioteca de la instalación fue liberado, el Jefe Maestro consiguió acabar con la vida de Pesar, aunque justo en ese momento sería capturado por un Gravemind.

Mientras tanto, el Inquisidor se había encontrado con 343 Guilty Spark (quien había escapado a este planeta tras la destrucción de la Instalación 04) cuando se encontraba destruyendo la base hereje a la que le habían mandado. 343 Guilty Spark era considerado un oráculo en la religión del Covenant, por lo que ver que un oráculo estaba ayudando a los herejes fue algo que sorprendió y confundió al Inquisidor.

Tras esto, el Inquisidor es enviado a la Instalación 05 a recuperar una reliquia sagrada que sería necesaria para activar los Halos y comenzar el Gran Viaje, el Índice de Activación. Sin embargo, cuando partió en su búsqueda se empezó a percatar de que algo no iba bien, ya que los Guardias de Honor Élite comenzaban a ser reemplazados por Brutes. Una vez en la Biblioteca, consiguió arrebatarle a los humanos el Índice de Activación, quienes estaban a punto de hacerse con él, pero al llegar los Brutes, Tartarus, el líder de estos, traicionó al Inquisidor siguiendo las órdenes de los Profetas y lo empujo fuera de la plataforma pensando que la caída al vacío lo mataría.

Pero al contrario de lo que creía, el Inquisidor fue salvado por Gravemind. En este momento es cuando Thel 'Vadam y el Jefe Maestro se conocieron por primera vez. Pero no quedaba tiempo para charlar, y Gravemind teletransportó a cada uno de los dos héroes a un lugar distinto, en busca de la llave para evitar que el Covenant activara los Halos. A John-117 lo mandó al Suma Caridad, donde se encontraría con una cruenta guerra civil entre Brutes y Élites. Pero no solo eso, la gigantesca nave había sido infectada por el Flood y estaba consumiendo a todos sus habitantes, incluyendo al Profeta de la Piedad. Mientras el Jefe Maestro buscaba al Profeta de la Verdad, Cortana se infiltró en los sistemas de defensa de la nave. Sin embargo, Gravemind llegó al Suma Caridad en una nave de la UNSC, el Amber Clad, propagando más rápido todavía la infección y obligando al Jefe Maestro a salir de allí.

Pero Cortana se negó a abandonar la Suma Caridad, ya que si el Halo llegaba a activarse, prefería quedarse allí para detonar los reactores del Amber Clad y provocar una explosión que destruyera el anillo antes de que acabara con toda la vida de la galaxia. Por ello, ayudó al Jefe a huir en una nave Forerunner, pero quedándose atrás y a merced de Gravemind. Eso sí, antes de irse, John le prometió que volvería a por ella. Por otra parte, el papel más determinante lo tendría el Inquisidor, quien acabó teletransportado cerca de la sala de activación del Halo. Allí se encontró con Tartarus, que incluso tras conocer la verdad sobre el Gran Viaje y los Halos gracias a Guilty Spark, siguió de parte de los Profetas. Tras una dura pelea consiguió acabar con él y detener el desastre que se avecinaba.

El final de la Guerra contra el Covenant

Un mes después de acabar con la crisis de la Instalación 05, el Jefe Maestro es recogido en una jungla cercana a Nueva Mombasa por el Inquisidor, el Sargento Johnson (uno de los líderes militares humanos más activo en la guerra contra el Covenant) y un grupo de marines. Tras unos cuantos altercados con las fuerzas del Covenant consiguen avanzar hasta una de las bases del UNSC, donde se estaba planeando un ataque aéreo contra la flota del Profeta de la Verdad, quien se encontraba buscando en las ruinas de Nueva Mombasa el Arca.

Sin embargo, antes de que puedan llegar a hacer nada, la base es atacada y tienen que evacuarla, pero no sin antes hacer detonar una bomba para acabar con las fuerzas Covenant restantes. La siguiente batalla tendría lugar en Voi. Allí, el Profeta de la Verdad activó el portal del Arca y lo atravesó, mientras que las fuerzas humanas se quedaron atrás para decidir su próximo movimiento. Por desgracia, antes de que tuvieran tiempo para reponerse, una nave de guerra del Covenant infectada con el Flood se estrelló en Voi, liberando al parásito en la Tierra, aunque consiguen ser detenidos. Dentro de la nave, el Jefe Maestro consigue encontrar un mensaje de Cortana, advirtiendo de que Gravemind se dirige a la Tierra en el Suma Caridad. Pero no solo eso, ya que también les informa de que al otro lado del portal se encuentra la clave para acabar con el Flood sin activar los Halos, por lo que John decide atravesar el portal y dirigirse al Arca.

Al atravesar el portal, se encontraron en la Instalación 00, donde tras librar varias batallas con las fuerzas del Covenant, descubrirían que Verdad se encontraba en la Ciudadela de la Instalación. Tras destruir sus defensas y justo cuando el Jefe y el Inquisidor se disponían a adentrarse en ella, el Suma Caridad apareció trayendo al Flood al terreno de combate. Una vez llegaron ante Verdad, se encontraron con que Johnson se les había adelantado y estaba siendo forzado a activar los Halos. Esto desembocó en una alianza temporal entre John-117 y el Inquisidor con el Flood para acabar con el Profeta antes de que fuera demasiado tarde.

Finalmente, este murió a manos de Vadam, quien puso fin a la guerra entre el Covenant y la humanidad con este acto (aunque todavía habría algún que otro conflicto durante los años siguientes). Por desgracia, la alegría duraría poco, ya que Gravemind traicionó en ese mismo momento a ambos héroes, quienes tuvieron escapar de la Ciudadela enfrentándose a las hordas del Flood. Una vez fuera, el Jefe descubrió que la Instalación 00 había creado un reemplazo para la Instalación 04. Esta no se encontraba conectada al resto de Halos y la zona de la galaxia en la que se encontraban estaba inhabitada, por lo que decidió activar el anillo para acabar con Gravemind y el Flood, pero antes, tenía una promesa que cumplir...

El último esfuerzo

Antes de dirigirse al nuevo Halo, el Jefe Maestro puso rumbo al Suma Caridad para rescatar a Cortana. Señalar que esta carismática IA también tenía los datos de activación de la Instalación 04, los cuales eran necesarios para activar la réplica que había creado el Arca. Allí tuvo que luchar con una ingente cantidad de enemigos, mientras Gravemind intentaba jugar con la mente de John mostrándole imágenes de una Cortana enloquecida (o rampante, como se conoce el estado de locura de las IAs). Al final consiguió dar con ella, rescatarla, y de paso, hacer explotar todo el Suma Caridad sobrecargando sus generadores.

En la Instalación 04B la batalla contra el Flood alcanzó sus máximas cotas de violencia, y junto al Jefe pelearon el Sargento Johnson e incluso 343 Guilty Spark. Pero una vez consiguieron llegar a la sala de control, Guilty Spark se dio cuenta de que el objetivo que tenían en mente los humanos era el de activar el anillo antes de que fuera completado, por lo que se volvió contra el Jefe y contra Johnson, dejando mortalmente herido en el proceso al sargento. Con un último esfuerzo, Johnson consiguió distraer al Monitor el tiempo suficiente para que el Jefe pudiera destruirlo antes de morir.

Finalmente, Cortana activó el anillo y comenzó una desesperada huída que acabó con el Jefe, Cortana y el Inquisidor en la nave Forward Unto Dawn. Por desgracia, solo este último consiguió volver a la tierra, ya que la nave se partió por la mitad en el momento de hacer el salto espacial, por lo que la IA y John quedaron varados en el espacio en la otra mitad. Ante esta situación, el legendario Jefe Maestro se dirigió a una cámara de criogenización que se encontraba en la nave, diciéndole a Cortana unas palabras antes de sumirse en el letargo que quedarían grabadas a fuego en la memoria de una gran cantidad de fans: "Despiértame si me necesitas".

La trilogía del Reclamador y lo que está por venir

Por suerte para todos nosotros, la hora del despertar del Jefe Maestro se encuentra cada vez más cerca, ya que en noviembre dará comienzo la nueva trilogía del Reclamador con Halo 4. Como muchos recordaréis, al final de Halo 3 podíamos ver un planeta desconocido. Ahora sabemos que se trata de Requiem, un Mundo Escudo de los Forerunners donde se desarrollará la cuarta entrega oficial de la saga.

Se sabe que esta raza tendrá un papel muy importante en la saga, y todas las pistas mostradas hasta el momento parecen indicar que el papel de antagonista principal caerá sobre Didacta. Los tráilers hablan del regreso de un antiguo mal, y en el vídeo mostrado en el E3 2012 pudimos ver el símbolo de Didacta al final. Tampoco podemos descartar la posibilidad de que pueda aparecer uno o varios Precursores en algún momento de la trilogía, no necesariamente en Halo 4, ya que todavía quedan muchas dudas sobre ellos y las últimas palabras del Primordial parecían indicar que habían sobrevivido varios. También merecerá la pena estar atentos al lanzamiento Halo: Silentium, el último libro de la saga Forerruner, ya que los últimos rumores apuntan a que podría desvelarse que el Didacta original no fuera ejecutado por Faber.

Pocos videojuegos tienen la suerte de contar con un universo tan interesante, rico, profundo y con tantas posibilidades como Halo. Todavía quedan muchos interrogantes por resolver y muchas aventuras que vivir en él, pero si 343 Industries consigue mantener el nivel de calidad visto hasta el momento (como todo parece indicar), estaremos encantados de seguir disfrutando de las hazañas del Jefe Maestro durante muchos años más.

Redactor