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¿Cuál es el mejor juego de Super Mario Bros? TOP 19

Aprovechamos el reciente lanzamiento de Super Mario Bros. Wonder para actualizar nuestra lista de los mejores juegos del icónico fontanero de Nintendo con su nueva y sorprendente aventura de plataformas 2D.

Hablar de Mario es hablar de videojuegos en su esencia más pura, de un icono que revolucionó la industria para siempre y que se ha convertido en el símbolo más reconocible que tiene este hobby que tanto amamos. Un fontanero tan popular y famoso que es bien conocido incluso por aquellos que nunca se han puesto a los mandos de una consola y que para alegría de todos siempre nos ha ofrecido juegazos de una calidad desbordante incluso en sus aventuras más flojas.

Si bien esto también se aplica a sus múltiples spin-offs, no se puede negar que donde más ha brillado la mascota de Nintendo es en el género que lo vio nacer: las plataformas. Aprovechando el reciente lanzamiento de Super Mario Bros. Wonder, en Vandal hemos querido actualizar nuestro top de juegos de su línea principal y compartir con vosotros cuáles son nuestros favoritos, una tarea que os podemos asegurar que no nos ha resultado nada fácil de realizar dada la importancia histórica de muchas de sus entregas, la enorme calidad de la mayoría y las evidentes diferencias que hay entre sus propuestas en 2D y 3D.

Como siempre decimos en este tipo de artículos, os invitamos a que nos digáis en los comentarios cuáles son vuestros juegos preferidos de Mario y qué vivencias con la saga recordáis con más cariño para que así, entre todos, repasemos los mejores momentos de estos 39 años de saltos, champiñones y tuberías.

19. Super Mario Bros: The Lost Levels (1986)

Empezamos la cola de nuestra lista con la auténtica secuela del primer Super Mario Bros., un juego que tardó varios años en llegar a Occidente y con el que Nintendo quiso aprovechar el enorme tirón de su predecesor creando una nueva aventura que partiera de la misma base y que reutilizase todos sus elementos gráficos, sonoros y jugables para así solo tener que crear nuevas pantallas con las que seguir poniendo a prueba a los jugadores.

En cierto modo, podríamos referirnos a él como una especie de Super Mario Bros. 1.5 que se caracterizó por tener una dificultad elevadísima, aunque su diseño de niveles distaba muchísimo de lo visto en su predecesor, con unas fases mucho menos inspiradas y mal equilibradas que buscaban ser difíciles por el simple hecho de serlo, convirtiendo así la experiencia en un constante ensayo y error hasta que nos acabábamos memorizando sus pantallas y saltos. No es, ni mucho menos, un juego imposible, pero sí que se echa en falta ese diseño tan exquisito y artesanal que tuvo la entrega original.

Eso sí, incluso siendo nuestro Mario "menos favorito", sigue siendo un buen juego que trajo consigo un número mayor de fases, nuevos peligros y trampas y, por primera vez, diferencias palpables en los controles de Mario y Luigi, siendo este último un héroe un tanto más complicado de dominar, pues a cambio de saltar más tenía una inercia mayor y más problemas a la hora de frenar.

18. New Super Mario Bros. 2 (2012)

Seguimos con otra secuela algo descafeinada: New Super Mario Bros. 2, un juego para Nintendo 3DS que continuaba lo visto en New Super Mario Bros. y New Super Mario Bros. Wii, aunque su diseño de niveles se quedó muy por debajo. En esencia, no deja de ser una entretenida aventura clásica de plataformas 2D, un mínimo al que siempre llega nuestro fontanero favorito. El problema es que no pasaba de ahí y se conformaba con ser simplemente "un buen juego", con unas fases que parecían hechas con cierta desgana y que se limitaban a imitar las mismas cosas que ya habíamos visto en sus predecesores, siendo incapaz de aportar algo nuevo o refrescante. De hecho, las pocas novedades que trajo consigo enfocando los niveles en la recolección indiscriminada de monedas no terminaron de convencer, por lo que entre una cosa y otra acabó pasando a la historia como un Mario menor al que le faltó mucha ambición y aspirar a más.

17. Super Mario Land (1989)

Game Boy es una de las consolas portátiles más míticas y queridas de la historia. Un auténtico exitazo a finales de los 80 y principios de los 90 que nos dejó un catálogo descomunal y repleto de joyas a pesar de sus más que evidentes limitaciones técnicas. Como no podía ser de otro modo, Nintendo quiso arropar el lanzamiento de su nueva máquina de dinero imprimir con una nueva aventura de Mario, dando como resultado Super Mario Land, un juego que muchos recordamos con bastante cariño por ser el debut portátil de nuestro héroe.

Sin embargo, fue un título de plataformas 2D al que le faltó fuelle y que no consiguió destacar en ningún aspecto, con unas fases con un diseño muy simplón y soso y una jugabilidad con unas físicas que no terminaban de cuajar, por no hablar de lo fácil que era y que podía completarse en apenas 20 minutos en la primera partida. Visto en retrospectiva, como juego de lanzamiento de Game Boy cumplió de sobra, nos dejó un mundo bastante peculiar que se alejaba del Reino Champiñón, se agradeció muchísimo que se atreviese a incluir fases sobre vehículos al más puro estilo shoot'em up horizontal y en su momento jugar a algo así en una portátil fue toda una experiencia, pero no cabe duda que en una saga como esta, Super Mario Land es de las entregas menos destacadas de todas.

16. Super Mario Bros. 2 (1988)

La historia de Super Mario Bros. 2 es probablemente una de las más famosas y conocidas de la industria, ya que Nintendo America no veía con buenos ojos a Super Mario Bros: The Lost Levels, así que en vez de lanzar dicha secuela en nuestro territorio decidieron tomar el juego japonés Yume Kojo: Doki-Doki Panic y cambiar a la familia árabe que lo protagonizaba por Mario, Luigi, Peach y Toad (con sus equivalentes en cuanto a peculiaridades jugables), así como otros cambios menores en cuanto a sonido, sprites e historia. Es decir, se trataba de exactamente el mismo juego pero adaptado al universo de la mascota de Nintendo.

Como podréis suponer, su propuesta jugable era muy distinta a la de Super Mario Bros., ofreciendo un plataformeo mucho más lento y pausado y cambiando la manera en la que acabamos con los enemigos, ya que aquí en vez de saltar sobre ellos debíamos agarrarlos y lanzarlos como si fuesen proyectiles. Eso o tirarles verduras o cualquier cosa que pudiésemos coger por el escenario. A pesar de todo y de lo poco "Mario" que es, se trata de un juego muy divertido que muchos recordamos con bastante cariño y que ha dejado una huella en la saga mucho más profunda de lo que podría parecer.

15. New Super Mario Bros. Wii (2009)

New Super Mario Bros. es una subsaga de Mario un tanto peculiar, ya que gracias a ella se recuperó la fórmula 2D de la serie cuando su futuro parecía abocado únicamente a las 3D. Unos juegos muy divertidos, entretenidos y con muchas virtudes que, sin embargo, nunca han conseguido codearse con los grandes de la saga, pues siempre les ha faltado ese "algo" que hace que, a día de hoy, obras como Super Mario World o Super Mario Bros. 3 sean intocables de la industria.

Un buen ejemplo de esto lo tenemos como New Super Mario Bros. Wii, un título fantástico y divertido a rabiar que introdujo por primera vez un modo multijugador cooperativo simultáneo que permitía que cuatro jugadores compartieran la aventura a la vez. Sin embargo, al diseño de niveles le faltaba un pelín de frescura y no terminaba de destacar ni en lo sonoro ni en lo artístico, dejándonos con simplemente un buen Mario que hoy recordamos más por su multijugador que por el resto de sus virtudes.

14. New Super Mario Bros. (2006)

El primer New Super Mario Bros. contó con una gran ventaja frente al resto de juegos de esta subserie: fue la primera aventura 2D de Mario en 14 años, algo que hizo que lo recibiéramos con los brazos abiertos y que se sintiera como algo muy fresco. Evidentemente, Nintendo se volcó muchísimo con él y el resultado fue bastante bueno, ofreciéndonos prácticamente todo lo que llevábamos años pidiéndole a la saga: nuevos poderes, nuevos mundos, fases muy cuidadas y bien diseñadas, una curva de dificultad excelentemente estudiada y un sentido del ritmo bastante bueno que hacía que el "plataformeo" fuese toda una delicia. La línea artística y la banda sonora se quedaron lejos de lo que suele esperarse de un gran Mario, pero, desde luego, supo darnos justo lo que queríamos en el momento perfecto.

13. New Super Mario Bros. U (2012)

El último New Super Mario Bros. U hasta la fecha es, para quien firma estas líneas, la mejor entrega de toda esta subsaga. Estamos hablando de un juego de plataformas 2D que recoge lo mejor de sus predecesores para ofrecernos una aventura completísima y repleta de virtudes: un multijugador cooperativo excelente, un diseño de niveles sobresaliente, nuevos poderes que eran muy divertidos de utilizar, secretos brillantemente escondidos, una cantidad enorme de fases y una dificultad simplemente perfecta. Si a esto le sumamos que se trataba de un juego precioso y muy colorido que incluso se atrevía con algunas locuras en lo artístico, nos da como resultado un producto completísimo y divertido como él solo al que únicamente le "falló" su falta de frescura y una banda sonora que, sin ser mala, no nos pareció que estuviese especialmente inspirada.

12. Super Mario 3D Land (2011)

El debut de Mario en Nintendo 3DS difícilmente pudo ser mejor gracias a un juego de plataformas 3D fantástico y con una premisa muy particular que fusionaba conceptos de sus aventuras bidimensionales y tridimensionales. Así pues, debíamos superar una serie de niveles relativamente cortos en los que nuestro único objetivo era llegar al banderín de meta de cada fase, algo para lo que deberíamos superar todo tipo de obstáculos y demostrar nuestra habilidad plataformeando.

Lo mejor de todo fue el hecho de que al contar con una jugabilidad 3D sus desarrolladores pudieron experimentar mucho más y crear todo tipo de nuevas situaciones que se salían de lo normal. Además, se trata de uno de los juegos más bonitos y potentes de la consola y resultó ser mucho más largo de lo que inicialmente parecía, pues escondía una cantidad sorprendentemente elevada de secretos y retos adicionales. Quizá le faltó un puntito de brillantez para competir en las grandes ligas de la serie, pero es, sin duda alguna, una de las entregas portátiles más recomendables y apetecibles de la mascota de Nintendo.

11. Super Mario Sunshine (2002)

Que un juegazo como Super Mario Sunshine se nos haya quedado en el undécimo puesto de la lista deja claro que estamos hablando de una saga con una calidad desbordante que tiene bien merecido su privilegiado puesto en la historia de la industria del videojuego. Y no es para menos, pues el título de GameCube fue una auténtica pasada que mezcló con gran maestría el plataformeo puro con la exploración de enormes mundos a la vez que ampliaba el repertorio de movimientos de Mario de maneras sorprendentes.

Sin embargo, por más cariño que le tengamos, no se puede negar que a día de hoy cuesta no recordarlo como una ligerísima "decepción" al ser el sucesor de Super Mario 64, un juego del que se quedó algo lejos por algunas decisiones de diseño que no terminaron de convencer, como la tediosa recolección de monedas azules, la línea artística tan similar que tenían todos los mundos o la cantidad de pateos que nos obligaban a darnos sin que hubiese nada interesante que hacer en ellos por culpa de una extensión del terreno mayor de lo que habría sido deseable. Esto, sumado a la repetición de algunos objetivos para hacernos con ciertos soles, acabaron por empañar una odisea que no fue capaz de sobreponerse a la alargada sombra de su predecesor. E incluso así, sigue pareciéndonos una obra mayúscula y sobresaliente que se merece el mayor de los respetos.

10. Super Mario Land 2: 6 Golden Coins (1992)

El salto de calidad que hubo en todos los sentidos entre Super Mario Land y su secuela es probablemente uno de los mayores que hemos visto nunca entre la primera y la segunda entrega de un videojuego. Y no, no estamos exagerando lo más mínimo, pues Super Mario Land 2: 6 Golden Coins nos parece uno de los mejores títulos de todo el catálogo de Game Boy, lo que no es decir precisamente poco. Entre sus virtudes destaca un apartado gráfico apabullante y con unos píxeles enormes y muy detallados, una estructura de juego muy abierta que nos permitía completar los mundos en el orden que quisiéramos, fases variadísimas y genialmente diseñadas, unas físicas y controles perfectos, una variedad de situaciones altísima y con temáticas muy originales para la saga (inolvidable el mundo que se desarrollaba en el espacio), fases secretas bien escondidas y una banda sonora espectacular.

Un juego que explotó las capacidades de la portátil de 8 bits de Nintendo hasta las últimas consecuencias y que nos dejó con un maravilloso Mario que nos podíamos llevar a cualquier parte, todo un privilegio que hasta su lanzamiento parecía impensable. Y por si fuese poco, supuso el debut de Wario en la saga, uno de los personajes más carismáticos de la industria que ha acabado protagonizando numerosos videojuegos de una calidad desbordante.

9. Super Mario Bros. (1985)

Llegamos finalmente al origen de todo, uno de los juegos más influyentes de todos los tiempos y el que llevó a Mario ser todo un icono de la industria. Una obra atemporal de plataformas 2D que marcó la línea a seguir durante años y que sigue divirtiéndonos hoy en día tanto como la primera vez. Probablemente una de las expresiones más puras de lo que es un videojuego y con la que disfrutar poniendo a prueba nuestra habilidad con el mando en una serie de niveles diseñados con una maestría y un mimo exquisito. No por nada, la fase 1-1 sigue siendo una de las más estudiadas por los desarrolladores, toda una obra maestra de diseño con la que Shigeru Miyamoto y su equipo nos enseñaron a jugar a videojuegos sin que nos diésemos cuenta.

Sí, evidentemente el sector ha evolucionado muchísimo desde entonces y la propia saga no tardó en superar lo que aquí se hizo, pero eso no quita que siga siendo un título de una importancia histórica sin igual que revolucionó nuestro hobby favorito cuando más lo necesitaba. Una maravilla que todo el mundo debería jugar al menos una vez en su vida y sin la cual resultaría imposible entender los videojuegos hoy en día.

8. Super Mario 3D World (2013)

Super Mario 3D World se convirtió casi sin quererlo en una de las mayores y más agradables sorpresas que nos llevamos durante la pasada generación. Un juego que las primeras veces que se mostró nos dejó algo fríos pero que supo cambiar por completo la opinión pública con su espectacular tráiler de octubre de 2013, momento en el que ya empezamos a vislumbrar el maravilloso juegazo que acabó resultando ser. En esencia, parte de la misma premisa que Super Mario 3D Land: niveles cortos consistentes en llegar al banderín de meta con una jugabilidad 3D. Sin embargo, los desarrolladores de Nintendo se desmelenaron y los dieron todo con la que es una de las mejores selecciones de fases que hemos visto jamás en Mario alguno.

Cada pantalla era algo único que proponía ideas, mecánicas y retos que no volvían a repetirse, la variedad de situaciones era descomunal y todas ellas resultaban divertidísimas, con momentos realmente memorables que nos recordaron por qué amamos tanto este hobby. Sumadle un apartado audiovisual espectacular, un diseño artístico exquisito, una jugabilidad a prueba de bombas, la posibilidad de controlar a cinco personajes distintos con sus propias características, jefes magníficos, nuevos poderes, una curva de dificultad perfecta que llegaba a alcanzar picos realmente demenciales en sus mundos secretos y la posibilidad de compartir toda la aventura en cooperativo hasta con tres jugadores más, y tendréis uno de los Mario más divertidos de los últimos tiempos. Sin duda, una joya imprescindible para cualquier amante del género.

7. Super Mario Bros. Wonder (2023)

Tras años de estancamiento con la subsaga New Super Mario Bros., la vertiente 2D de la serie regresó por todo lo alto con Super Mario Bros. Wonder, una de las entregas más transgresoras, atrevidas y divertidas que ha protagonizado nunca nuestro fontanero favorito. Si bien la premisa seguía siendo la misma de siempre (superar niveles repletos de plataformas y peligros hasta llegar al banderín de meta), el título supo sorprendernos con un derroche de creatividad y nuevas ideas que convertían cada fase en algo completamente distinto y con sus propias mecánicas exclusivas, algo que iba a más gracias a la inclusión de las Flores Maravilla, las cuales transformaban las pantallas en algo totalmente diferente e imposible de predecir. Tan pronto nos convertíamos en un Goomba que debía evitar ser visto por los enemigos que cambiaba la perspectiva o comenzaba un número musical. Eso, sumado a unas animaciones increíbles, unos controles exquisitos, los nuevos ítems potenciadores y una fantástica dirección de arte, acabaron por hacer de Wonder un título imprescindible para cualquier amante de los juegos de plataformas 2D.

6. Super Mario Odyssey (2017)

Switch es una consola que nos está dejando algunas de las mejores entregas de las sagas más populares y veteranas de Nintendo y en el caso de Mario no ha sido diferente. Al fin y al cabo, Super Mario Odyssey es un juegazo descomunal con el que la serie recuperó, tras muchísimos años, esa mezcla entre plataformeo puro y aventura de exploración que tanto nos enamoró en Super Mario 64 y Super Mario Sunshine.

Es más, llevó esa premisa al límite de sus posibilidades: los mundos eran gigantescos, las energilunas que teníamos que encontrar estaban por todas partes y escondidas de mil maneras distintas, el diseño de los niveles estaba estudiado hasta las últimas consecuencias, no dejaba de sorprendernos ni un solo minuto con nuevas ideas y originales mecánicas, los controles son de lo mejor que hemos visto nunca en juego alguno, Mario tiene una cantidad de posibilidades y movimientos que nos permitían hacer auténticas virguerías para llegar a sitios aparentemente imposibles y el gusto por el detalle del que hacía gala fue simplemente espectacular, al igual que todo su apartado audiovisual. Una auténtica maravilla que ningún poseedor de Switch debería perderse.

5. Super Mario Galaxy (2007)

Os vamos a ser sinceros: a partir de aquí lo hemos pasado bastante mal para escoger el orden del top 5 de nuestra lista, ya que los cinco juegos que quedan nos parecen de 10 por diferentes motivos. ¿Con esto qué queremos decir? Que si no os gusta la forma en la que los hemos ordenado, podéis intercambiar sus puestos como queráis y seguirá siendo algo que respaldaremos.

Pero como aquí nos hemos propuesto mojarnos y tirarnos a la piscina, para el quinto puesto hemos escogido a Super Mario Galaxy, una joya de los plataformas en 3D con la que Nintendo nos maravilló en Wii para llevar al fontanero a un nuevo nivel. Si bien su estructura era parecida a la de Super Mario 64, lo cierto es que el diseño de los mundos abogaba mucho menos por la exploración y más por el "plataformeo" puro y duro, un cambio que le sentó bastante bien y que nos dejó con una odisea espacial espectacular que no paraba de poner sobre la mesa nuevas ideas y mecánicas para que la diversión nunca decayera.

Además, fue la primera vez que pudimos disfrutar de una aventura principal de Mario con una épica banda sonora completamente orquestal y a nivel artístico fue toda una delicia, por no hablar de que se trata del título del fontanero con la historia más bonita y cautivadora de todas, algo que, por desgracia, nunca se ha vuelto a repetir en sus juegos de plataformas. Sin duda, una obra maestra que tras jugarlo pensamos que no se podía superar, aunque Nintendo no tardaría demasiado en demostrarnos lo equivocado que estábamos...

4. Super Mario Bros. 3 (1988)

Continuamos con Super Mario Bros. 3, la secuela que el mundo realmente esperaba tras Super Mario Bros. y que The Lost Levels y Super Mario Bros. 2 no nos supieron dar. El tercer juego del fontanero llevó la serie numerosos pasos más allá de lo visto en la aventura original, volviendo a revolucionar la industria, marcando el camino a seguir por muchos juegos posteriores y dejándonos con la boca abierta con su descomunal cantidad de contenidos y la calidad de todos ellos.

Un juego de plataformas 2D que nos sigue sorprendiendo que fuese posible en NES y que trajo consigo multitud de cosas que a día de hoy nos parecen tan inherentes a la saga, al género y a los videojuegos en general que nos deja muy claro cómo de influyente fue para la industria y lo mucho que le debemos. Introdujo un mapamundi repleto de secretos y eventos para seleccionar niveles, las fases ganaron en variedad y extensión con pantallas que no dudaban en jugar con la verticalidad de sus escenarios y el derroche de ideas, situaciones y mecánicas con el que nos deleitó fue magistral. Y todo ello por no hablar de los nuevos y divertidísimos poderes que se introdujeron o del salto gráfico y sonoro que hubo.

Una obra titánica, espectacular y revolucionaria que divierte hoy igual que el primer día y a la que le debemos muchísimo. Todo un imprescindible que cualquiera con algo de pasión por este hobby debería jugar al menos una vez en su vida para entender mejor por qué los videojuegos son lo que son actualmente.

3. Super Mario 64 (1996)

Super Mario 64 fue otro juego del fontanero que consiguió poner la industria patas arriba cuando esta se encontraba a mediados de los años 90 dando sus primeros pasos en las 3D, un salto traumático para muchas compañías que acabó condenando a muchas sagas aclamadas en las consolas de 8 y 16 bits al no saberse adaptar a esta nueva dimensión. No en vano, estamos hablando de una época en la que los juegos tridimensionales todavía eran algo rudimentarios, tanto a nivel gráfico como jugable, con unos controles torpes, imprecisos o demasiado engorrosos.

Sin embargo, el primer juego 3D de Mario fue todo lo contrario, convirtiéndose automáticamente en el modelo a seguir y en uno de los mejores títulos con los que una consola podría soñar para su lanzamiento. En él debíamos explorar el castillo de Peach para encontrar los cuadros que nos llevaban hasta sus diferentes mundos, unas fases gigantescas que invitaban constantemente a la exploración y en las que debíamos encontrar una serie de estrellas cumpliendo todo tipo de objetivos, desde derrotar a un jefe final hasta ganar a un pingüino en una carrera.

A nivel gráfico y sonoro fue apabullante, los controles eran una delicia, teníamos multitud de movimientos, el diseño de niveles era exquisito y trajo consigo la posibilidad de manejar dinámicamente la cámara para que así el juego siempre mostrase el ángulo que quisiéramos y pudiésemos tener controlado nuestro entorno. Esto último puede que ahora nos parezca una tontería, ya que en pleno 2020 resulta casi imposible pensar en un juego que no nos permita manejar la cámara, pero en 1996 fue algo revolucionario que permitió que los videojuegos diesen un nuevo paso hacia delante y que las 3D comenzaran a instaurarse y a ganar la consistencia que necesitaban para terminar de triunfar y convencer al gran público. En definitiva, una obra maestra atemporal y adelantada a su tiempo con la que Nintendo dejó un impacto en la industria y en los jugadores como pocas veces se ha visto.

2. Super Mario World (1990)

Puede que Super Mario World no pertenezca a ese selecto club de juegos revolucionarios del fontanero que cambiaron la industria, pero sí que tiene el honor de ser uno de los mejores títulos de plataformas 2D de la historia de los videojuegos. Para el debut del personaje en Super Nintendo, la compañía tomó la base de Super Mario Bros. 3 y la expandió y pulió de todas las formas posibles e imaginables para dejarnos con un producto magistral al que nos resulta prácticamente imposible ponerle pega alguna, pues todo en él funciona como un reloj: diseño de niveles, secretos (con banderines ocultos que nos permitían acceder a rutas alternativas y fases secretas), controles, mecánicas, gráficos, banda sonora y, por supuesto, Yoshi. Es uno de esos juegos por los que no pasan los años, que no entiende de edades, que siempre divierte por más veces que lo rejuegues y que demuestra los niveles de excelencia que ya alcanzaba la industria hace la friolera de tres décadas. Sin duda, una obra maestra a la que muchos siguen intentando superar y a la que muy pocos han conseguido mirar a la cara.

1. Super Mario Galaxy 2 (2010)

Y llegamos a la que es no solo nuestra entrega favorita de Mario, sino uno de nuestros videojuegos preferidos en general. Super Mario Galaxy 2 es una de las aventuras más perfectas y redondas que se han hecho nunca, un título con el que Nintendo hizo lo que parecía imposible: superar la perfección. Si Super Mario Galaxy ya nos pareció una obra maestra de 10 y sin fisuras de ningún tipo, su secuela partió de su misma base para hacer con ella algo todavía mejor y que nos sigue dejando con la mandíbula desencajada una década después de su lanzamiento original.

A primera vista podría parecer un simple "más de lo mismo" de lo que ya tuvimos con su predecesor e incluso muchos probablemente lo confundirían con una expansión, pero una vez te ponías a jugar lo que te encontrabas era un torrente de ideas, creatividad y pura genialidad que llegaba incluso a abrumar. Cada paso que dábamos en él era una nueva sorpresa, un nuevo descubrimiento, una nueva mecánica o una nueva vuelta de tuerca a las bases establecidas. Un viaje al que no le sobraba ni un solo segundo y que supo elevar el nivel de reto para dejarnos con una curva de dificultad deliciosamente medida y estudiada. Super Mario Galaxy 2 es puro videojuego y una muestra más de las experiencia tan maravillosas y únicas que solo este precioso hobby que tanto nos apasiona y une es capaz de ofrecernos.

Redactor