Según ha ido avanzando la tecnología, los videojuegos han pasado de ser rayas y puntos con los que poner a prueba los reflejos, a ser relatos completos. Es normal que de alguna forma el cine trate de sacar tajada de una industria que cada vez cuenta con más presupuesto y tiene más consumidores. Estrenos exitosos como Uncharted y Sonic, la película, que acaba de estrenar su segunda parte, revelan que este tipo de género cada vez está más integrado en la cartelera.
Las adaptaciones y las películas basadas en videojuegos, normalmente provocan puntuaciones polarizadas en portales como Rotten Tomatoes, críticas y público se dividen, influenciados en ocasiones por lo que disfrutaron del juego. Aunque a veces esto ha jugado en contra del propio film si los espectadores-jugadores consideran que no está a la altura de la obra original.
Super Mario Bros
Una disonancia que se lleva repitiendo desde los 90, cuando empezaron estos primeros experimentos. Los principios siempre son duros y al ser pionero te arriesgas a revolucionar un sector y llegar el primero a un nicho o a convertirte en un batacazo. En 1993, alguien en la meca del cine creyó que era una buena idea traer al mundo real la historia de dos hermanos fontaneros que se introducen en tuberías y se pegan con tortugas y champiñones.
Suena complicado pero el resultado, de Super Mario Bros, fue bastante más oscuro y distópico que el mundo ideado por Nintendo, una película que terminó siendo un fracaso que con el paso de las décadas, se ha ido convirtiendo en una obra de culto. Lo tiene todo, dinosaurios humanoides, tecnología futurista y dimensiones paralelas.
Con un presupuesto de 42 a 48 millones de dólares, recaudó 38,9 millones de dólares en todo el mundo, además de llevarse un aluvión de críticas negativas. Sin embargo, Nintendo no se rinde y ya está preparando una película de animación del famoso fontanero, que además cuenta con las voces de actores de la talla de Anya Taylor-Joy, Jack Black o Chris Pratt.
Van Damme al rescate de las adaptaciones de los juegos de lucha
Los siguientes intentos aprovecharon el tirón en las recreativas de los juegos de lucha. Primero le tocó el turno a Double Dragon, otra película con tono futurista y Steelpunk que también fue muy mal acogida por parte de la crítica. Sin embargo, en ese mismo año 1994, se estrenó Street Fighter, la última batalla, una película basada en el universo Street Fighter a la que es imposible mirar sin algo de cariño, la verdad.
Probablemente si no la viste de chaval y le das un visionado con más de veinte años, te horrorice, pero la sobre actuación de Jean-Claude Van Damme, un Raúl Juliá pletórico haciendo del icónico Bison y Kyle Minogue como una Cammy ‘out of context’; junto a las numerosas leyendas urbanas que rodearon el rodaje, han convertido esta adaptación en una extraña joya del cine más serie B. Aunque en su momento sí se convirtió en todo un éxito, ingresando casi 100 millones de dólares cuando sólo había costado 35. Un éxito que se intentó repetir con Street Fighter: La leyenda de Chun-Li, que terminó ocupando el puesto 44 en las 100 películas peor reseñadas de Rotten Tomatoes de la década de 2000.
Mortal Kombat
Los 90 fue una época de estética con poco edgy con mucha polipiel, tops ajustados, pantalones rotos y gafas de sol maquineras. Un aesthetic que va desde el grunge de Nirvana, hasta el látex de Matrix, pasando por las gabardinas de cuero de Blade. Unos atuendos que a día de hoy siguen luciendo los personajes de juegos como Tekken, Mortal Kombat o Dead or Alive. Todos tuvieron sus adaptaciones, aunque a la que mejor le fue es Mortal Kombat, tan bien que recientemente, en 2021, se intentó reiniciar la saga. La primera prueba fue en 1995 y se convirtió en la adaptación más taquillera de un videojuego, antes de ser superada por Pokémon: The First Movie en 1998, recaudando 122 millones de dólares con un presupuesto de 20 millones.
Esta película sobre un torneo de artes marciales multidimensional, considerada ya un clásico de culto y liderando el puesto más alto en Rotten Tomatoes, desde 1998 hasta 2018, en la categoría de adaptación de videojuego, popularizó la canción "Techno Syndrome" de The Immortals hasta tal nivel, que la banda sonora de la primera adaptación llegó a disco de platino. Le siguieron Mortal Kombat: Annihilation, algunas series, tanto animadas como de acción real y una película en 2021, que recaudó 83 millones de dólares en todo el mundo con un presupuesto de 55 millones. Además, se convirtió en el lanzamiento cinematográfico más exitoso de HBO Max hasta la fecha y se espera una secuela.
Peor destino tuvieron DOA: Dead or Alive, un fracaso que recaudó menos de la mitad de lo que había costado el film, y Tekken, que lo intento muy fuerte con una estética muy fiel a los personajes del videojuego y ni aún así la crítica tuvo compasión.
Pokémon, una gran serie, pero una primera película floja
En el caso de Pokémon, por lo menos a nadie se le ocurrió repetir la fórmula de Super Mario Bros. de convertir la adaptación a una historia seria y distópica. Intentando ser lo más fiel al espíritu del juego y dirigido claramente a un público más infantil, en 1998 se estrenó Pokémon The First Movie: Mewtwo Strikes Back. La fórmula de la película es un tanto confusa, dando la impresión de que se están viendo varios cortos. A la crítica tampoco la convenció, aunque muchos fans sí se mostraron más o menos satisfechos, produciendo la mencionada disonancia entre puntuaciones.
De una Lara Croft poligonal a Angelina Jolie
En 2001, Angelina Jolie era la actriz del momento, un gran acierto de casting que propició el éxito de la adaptación de Lara Croft: Tomb Raider. Esta gran apuesta de Paramount salió tan bien que decidieron darle una secuela, que además recibió mejores críticas que la primera entrega. Batió el récord de apertura de una película protagonizada por una mujer, así como el récord de apertura de una adaptación de un videojuego. Además, es una de las adaptaciones cinematográficas de videojuegos más taquilleras con una recaudación de más de 274 millones de dólares.
Esta adaptación de una Jolie algo recauchutada, con un traje de látex para hacer submarinismo y bastante fiel a la Lara de los videojuegos de aquel entonces, ha dejado algunos momentos icónicos como el puñetazo al tiburón o incluso la capacidad de alterar el tiempo. La clasificación PG-13 de la película hizo que el guion sufriera algunos cortes, eliminando escenas en las que Lara Croft enseñaba sus pechos para distraer a los villanos, utilizaba estos mismos atributos para matar a un milpiés gigante, escenas de baño e inmersiones desnuda y hasta perder el bikini durante una pelea contra una criatura marina. Chascarrillos que se detallan en los extras de la versión Blu-ray y en el libro Tales from Development Hell de David Hughes.
Incluso la propia actriz llegó a decir que no estaba satisfecha con la película porque su personaje no era lo suficientemente sexy. Este enfoque de, cómo llegó a calificar la propia actriz, personaje ‘video vixen’, cambió en 2018 con la adaptación protagonizada por Alicia Vikander. Al igual que se reinició la saga en los videojuegos con una Lara Croft más ‘humana’ y con un diseño más parecido a lo que sería una persona que escala, corre, bucea y asciende a pulso por una cuerda, en el cine se hizo lo propio. La actriz llevó perfectamente esta visión a la gran pantalla, convirtiendo el film es una visión más realista de la ladrona de tumbas. La respuesta entre los espectadores estuvo polarizada y en cuanto a la recaudación, alcanzó las cifras de la primera adaptación, unos 274,7 millones, frente a un presupuesto de producción en el rango de 90-106 millones de dólares.
Milla Jovovich como heroína principal
Lara Croft abrió el camino para que otras heroínas de acción se abrieran hueco en las adaptaciones de videojuegos al cine. Paul W.S. Anderson, que ya demostró de lo que era capaz dirigiendo ‘Horizonte Final’, también firmó Resident Evil (además de la primera de Mortal Kombat), podría decirse que este director ha sido uno de los creadores del género de películas basadas en videojuegos.
La saga cinematográfica de Resident Evil es la más numerosa y la que más se extiende en el tiempo, hasta el 2021, con Resident Evil: Welcome to Raccoon City. A la vez que los videojuegos de la saga se han ido haciendo más cinematográficos con el tiempo, las adaptaciones han ido tratando de parecerse más al juego. La primera aproximación, de 2002, que recaudó más de 103 millones de dólares, como película de acción tiene todo lo necesario, aunque los fans de los juegos, más exigentes, sí que fueron algo críticos con la adaptación.
En 2020, Paul W.S. Anderson volvió a dirigir a su mujer, esta vez adaptando Monster Hunter. La película no consiguió recaudar lo esperado, pero demostró que si algo se le da bien al director es hacer películas de acción y que, además, con los años, ha ido sabiendo llevar mejor los videojuegos al cine.
Uwe Boll
Por un lado, están las adaptaciones de Paul W.S. Anderson y por otro las de Uwe Boll, dos caras de una misma moneda. Este director, que nutre su filmografía de adaptaciones de videojuegos, sus obras han sido objeto de culto por la pésima calidad y la escasa fidelidad a los juegos. Boll financia sus propios trabajos, obtenido año tras año resultados discretos, por no decir pobres, en taquilla.
Por ejemplo, su primera adaptación, Alone in the dark, recaudó 8 millones de dólares con un presupuesto de 20 millones. Mientras que In the Name of the King: A Dungeon Siege Tale, su mayor fracaso, costó 60 millones de dólares, recaudando en cines tan sólo 12. En 2008, fue premiado con el Razzie a la peor carrera cinematográfica y entre sus adaptaciones se encuentran varias películas sobre el juego BloodRayne, House of the dead, Postal o Far Cry.
En una ocasión, en 2006, el excéntrico director retó a los críticos de cine que puntuaban negativamente sus películas, a subir a un ring y vérselas con él. Por muy loco que pareciera el asunto, los combates tuvieron lugar. Uno de ellos se debutó en España, el Palacio de Congresos de Estepona, viéndose cara a cara Carlos 'Million Dollar Jevy' Palencia (llamado por aquel entonces así), responsable de la web Cinecutre, y el director alemán.
Doomwayne Johnson
Un vago juego de palabras para referirse a otro actor que ha protagonizado varias adaptaciones de videojuegos al cine más o menos decentes. La primera, Doom, de 2005, tiene una de las escenas más fieles a un videojuego que se han hecho nunca. Básicamente, al final del filme, la acción pasa a estar en primera persona, emulando el punto de vista de Doom Slayer, mientras abre puerta, apunta y dispara. Aunque ni aún así logró recaudar por encima de su coste.
Este no fue el caso de Rampage de 2018, que recaudó 428 millones de dólares, teniendo un presupuesto de 260 millones. Una adaptación bastante alejada del videojuego, aunque claro, cómo hacer una película sobre un mono, un lagarto y un lobo, en versión gigantes, que se ponen a aporrear rascacielos porque sí.
Silent Hill
Silent Hill está en el top 10 de las adaptaciones cinematográficas de propiedades de videojuegos más taquilleras que figuran en Box Office Mojo. La crítica la calificó como "visualmente impresionante, pero como ocurre con muchas adaptaciones de videojuegos, está plagado de diálogos tontos, una trama confusa y un tiempo de ejecución demasiado largo". Muchos seguidores de la obra de Konami consideran esta película como una adaptación digna, bastante fiel, que logra transmitir la esencia de las calles con niebla cegadora y los personajes atormentados que pululan por sus calles.
Muchos críticos de cine apuntaron que Silent Hill es confusa en su narrativa, liosa o densa, algo con lo que los jugadores de la saga ya están más que familiarizados, apreciando, de hecho, esta complejidad en la obra. En la película se echan de menos algunas referencias como las llaves en la caseta del perro, aunque cumple con las más importantes, como Pyramid Head. Además, contar con Akira Yamaoka para la música fue todo un acierto. Hubo una segunda intentona con Silent Hill: Revellation pero no cosechó ni la mitad del éxito de la primera parte.
Warcraft
Warcraft es, actualmente, la adaptación de videojuegos más taquillera de todos los tiempos con 439 millones de dólares de recaudación. Algo que no es extraño, teniendo en cuenta las cifras que maneja World of Warcraft de Blizzard. Un éxito que se logró a pesar de las críticas negativas por parte de muchos medios tradicionales y en el que influyó mucho la recaudación que consiguió en China, donde tuvo más espectadores que en Estados Unidos.
Príncipe de Persia: Las Arenas del Tiempo
Warcraft, de hecho, arrebató el título de adaptación más taquillera a Príncipe de Persia. Una película entretenida de por sí, pero que bajo la lupa de adaptación y haciendo comparativa con la original, cumple por los pelos. Es una de las adaptaciones que mejores críticas tiene, pero a pesar de la buena acogida, se cancelaron los planes para la secuela, ya que, a pesar de recaudar más de 336 millones, costó alrededor de 200. Uno de sus puntos fuertes es el protagonista, un Jake Gyllenhaal al máximo de su potencial físico, nada aprovechado en cuanto a sus dotes interpretativas.
Assassin's Creed
Dos años antes de que Vikander encarnara a la nueva Lara Croft, su actual marido, Michael Fassbender, se colocaba la capucha y la hoja oculta de Assassin’s Creed, adaptando la popular saga de videojuegos a la gran pantalla. Este film, en el que da vida a Aguilar de Nerja, dejó momentos para la posteridad como cuando el protagonista, en una actualidad distópica, observa el Estadio Calderón en la distancia, o ya en el pasado, con unos reyes católicos que lucen como extras de un videoclip de Lady Gaga, además de unos cuantos errores históricos sobre la Santa Inquisición y los eventos ocurridos durante La Guerra de Granada. La película tuvo un desempeño inferior en la taquilla, recaudando 240 millones de dólares, contra su presupuesto de 125 millones. Se planeó una secuela, pero debido a la recepción negativa de la película, 21st Century Fox la canceló luego de su adquisición por parte de Disney en 2019.
La industria va por buen camino
Desde el estreno de Detective Pikachu en 2019, la segunda adaptación cinematográfica de videojuegos más taquillera detrás de Warcraft, este tipo de películas han ido integrándose cada vez más con el resto de cartelera. Es el caso de Sonic, la sexta en cuanto a recaudación dentro de las adaptaciones. Las críticas fueron de todo tipo, salvando la película tanto las escenas de acción como la actuación de Jim Carrey, y funcionó también que la segunda parte está a punto de estrenarse este 2022 y ya hay planes para una tercera, además de una serie spin-off.
Otra que repite éxito es Uncharted, estrenada este 2022. El film, protagonizado por Tom Holland (aunque para muchos, Nathan Drake seguirá siendo Jaime Cantizano) y Mark Wahlberg, que ya intentó esto de las adaptaciones con Max Payne en 2008, se encuentra en el cuarto lugar de adaptaciones más taquilleras con una recaudación de 358 millones de dólares. A pesar de sufrir un retraso de dos años a causa de la Covid-19, el intento de llevar a la gran pantalla las aventuras de Nathan Drake parece haberle salido muy bien a Sony.
A pesar de los comienzos confusos en los 90 y una pérdida de atención por parte del espectador medio a comienzos de los dos miles, las adaptaciones de videojuegos viven su mejor momento con proyectos realmente interesantes en el horizonte como Borderlands dirigida por Eli Roth, que cuenta con estrellas del tamaño de Cate Blanchett (que hará de la sirena Lilith), Jamie Lee Curtis o Jack Black; o la adaptación al cine de la saga Metal Gear Solid con Oscar Isaac como Solid Snake.