X
  1. Vandal Random
  2. Noticias
  3. No es ciencia ficción: alarma y preocupación por el 'caza de combate furtivo' con el que China sacude el equilibrio militar

No es ciencia ficción: alarma y preocupación por el 'caza de combate furtivo' con el que China sacude el equilibrio militar

Las características distintivas de este nuevo caza, como las alas con diseño en 'W' y la incorporación de entradas de aire específicas, apuntan a que se trata de un avión con tecnología furtiva.

La aviación militar global atraviesa una etapa de avances sin precedentes, impulsada por innovaciones en tecnologías de sigilo, autonomía, inteligencia artificial y sistemas de software cada vez más sofisticados. Estados Unidos ha marcado el ritmo en esta carrera con su bombardero furtivo B-21 Raider, un símbolo de la vanguardia tecnológica en guerra aérea. Sin embargo, China no se queda atrás y ha comenzado a plantar cara con el desarrollo de cazas de nueva generación, como el J-36, y más recientemente, con un misterioso avión de combate sin cola que ha acaparado la atención internacional.

No es ciencia ficción: China revoluciona el equilibrio militar con su nuevo caza furtivo que genera alarma y preocupación

Este segundo aparato, cuya aparición en la red social X (antes conocida como Twitter) desató una oleada de especulaciones, ha provocado un debate acerca de si estamos ante un caza tripulado de sexta generación o un dron de combate de alta gama. Observando las imágenes disponibles, se intuye que se trata de una aeronave de gran envergadura, con un fuselaje ancho, diseñada para ser tripulada y con espacio suficiente para transportar tanto armamento como combustible.

El diseño revela detalles sugerentes: la ausencia de superficies verticales en la cola, unas alas con forma de ‘W’ y la inclusión de entradas de aire estratégicamente ubicadas apuntan hacia un enfoque furtivo. Por si fuera poco, elementos como el tren de aterrizaje delantero de doble rueda y una sonda de datos en el morro indican que esta aeronave está preparada para operar desde portaaviones, lo que amplía su capacidad táctica y estratégica.

No se descarta, eso sí, que pueda tratarse de un dron con prestaciones elevadas, autonomía avanzada y concebido para realizar misiones de largo alcance en solitario o coordinadas junto a cazas tripulados, una opción que encajaría con la tendencia actual hacia plataformas no tripuladas cada vez más sofisticadas. No obstante, China ha realizado grandes avances al respecto. Sea cual sea su naturaleza, la difusión de estas imágenes es una prueba palpable de la voluntad china de acelerar el desarrollo de su tecnología aérea de combate. Su objetivo, en consonancia a los últimos avances aéreos, parece claro: consolidarse como una potencia que combine aviación furtiva con inteligencia artificial, dando forma a un ecosistema de guerra aérea integrado y avanzado.

La ausencia de superficies verticales en la cola, unas alas con forma de ‘W’ y la inclusión de entradas de aire

En cuanto al J-36, este caza de sexta generación desarrollado por la Corporación de la Industria de la Aviación de China sigue siendo un enigma en muchos aspectos, pues Pekín no ha revelado detalles oficiales. No obstante, la información que ha trascendido sugiere un diseño orientado a la baja visibilidad, con una configuración de alas en delta y una bodega interna para armamento, todo ello acompañado de sistemas autónomos que podrían tomar decisiones en combate y una aerodinámica optimizada para alcanzar velocidades elevadas.

Se espera que el J-36 cuente con una suite de sensores múltiples, un alcance en torno a los 3000 kilómetros, capacidad para interoperar en tiempo real con drones y otras aeronaves, así como una cabina para piloto humano. Entre sus características técnicas destacadas se menciona una entrada supersónica sin desviador y un tren de aterrizaje con configuración de dos ruedas delanteras y principales en tándem.

En cuanto a dimensiones, se estima que mide aproximadamente 22,5 metros de largo, con una envergadura de 24 metros y un peso máximo al despegue cercano a las 55 toneladas. Estos avances ilustran cómo China está tomando posiciones firmes en la esfera de la aviación militar de última generación, marcando el paso en una competición global que marcará el futuro de la guerra aérea.