Hay lugares que parecen diseñados para desconectar del mundo, y según un reciente estudio internacional, Sitges es el mejor ejemplo. Esta célebre localidad costera de la provincia de Barcelona no solo ha conquistado a generaciones de turistas, sino que ahora se alza con el título de “la playa más feliz del mundo”.
El análisis, realizado por la empresa británica de alquiler turístico CV Villas, empleó herramientas tecnológicas para medir la expresión de felicidad capturada en más de 1.000 imágenes de Instagram. Sitges obtuvo una asombrosa puntuación de 98,42 sobre 100, superando a playas icónicas de Grecia, Portugal o Estados Unidos.
Reconocimiento facial para calcular la felicidad
El estudio utilizó el software de reconocimiento facial AWS Rekognition para analizar las emociones en las fotografías etiquetadas en cada playa. Se evaluaron 103 destinos de renombre internacional y se calculó una “puntuación de sonrisa” en base a las expresiones faciales de los visitantes. Sitges lideró el ranking gracias a su ambiente relajado, sus aguas templadas y su combinación única de tradición marinera y espíritu cosmopolita. "Agua cálida, zona tranquila, paseo marítimo animado", son algunos de los comentarios más repetidos en plataformas como Tripadvisor.
El informe también destacó la presencia dominante del Mediterráneo en los primeros puestos del ranking. Junto a Sitges, Port de Sóller, en la isla de Mallorca, se posicionó tercera con una puntuación de 96,95, destacando por su entorno natural en la sierra de Tramuntana y su clima apacible. Portugal no se quedó atrás, con Praia da Falésia y Praia Dona Ana entre los diez primeros. La costa ibérica, concluye el informe, tiene un “poder probado para provocar sonrisas” que la convierte en una de las regiones playeras más emocionalmente positivas del planeta.
La felicidad no se limita al viejo continente: Cannon Beach, en Oregón, y Siesta Key Beach, en Florida, fueron las dos únicas representantes americanas entre los primeros 25 puestos. Sin embargo, Europa sigue dominando gracias al equilibrio entre belleza natural, accesibilidad y una oferta turística sólida. Gales, por ejemplo, colocó a sus bahías de Rhossili y Caswell en cuarta y quinta posición, mientras que Grecia aportó hasta cinco playas al listado, incluyendo la paradisíaca Elafonisi, conocida por su arena rosada.
