Para muchos, es una joya atemporal. Para otros Historia de un matrimonio (Marriage Story) es sinónimo del meme viral de Adam Driver golpeando la pared, la realidad es que sigue siendo una de las joyas cinematográficas de Netflix desde su estreno en diciembre de 2019, tras debutar en el Festival de Venecia.
La película, obra de Noah Baumbach, no solo logró consolidarse como un referente en dramas contemporáneos, sino que también arrasó en premios, acumulando seis nominaciones al Óscar. Scarlett Johansson alcanzó un hito histórico con un doble reconocimiento, Laura Dern nos conquistó de nuevo al llevarse la estatuilla a mejor actriz de reparto, y Baumbach confirmó su peso en la industria. Pero hoy vuelve a la palestra, y curiosamente, no por su calidad artística: está espantando a los lobos.
La película de Scarlett Johansson y Adam Driver que se usa para ahuyentar a los lobos: 'Los humanos inspiran miedo'
Un reciente reportaje del Wall Street Journal ha desvelado un uso insólito de la película: el Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha incorporado la escena más intensa de la disputa entre Driver y Johansson —esa en la que los gritos se escuchan como una tormenta desatada y que culmina con aquel puñetazo memorable— como herramienta para espantar lobos y proteger el ganado.
Este fragmento no actúa solo; va mezclado con otros ruidos estruendosos: fuegos artificiales, disparos, discusiones, e incluso canciones como ‘Thunderstruck’ de AC/DC o ‘Blue on Black’ de Five Finger Death Punch. Además, se emplean tecnologías complementarias como drones con cámaras térmicas que detectan a los lobos y los iluminan con focos, incomodándolos para que no se acerquen.
Tiene sentido, o al menos eso dicen. Un portavoz del departamento reconoce: “Necesitamos que los lobos entiendan que los humanos son peligrosos”. Y, aparentemente, nada transmite más “peligro” que el duelo verbal y físico entre Scarlett Johansson y Adam Driver. El experimento se llevó a cabo en el sur de Oregón, tras un preocupante episodio en el que 11 vacas fueron atacadas en apenas 20 días. Los resultados hablan por sí solos: en los tres meses posteriores, solo se registraron dos muertes.
