Cualquier cosa es posible y ya no nos sorprende nada realmente, pero esto tenemos que admitir que ha sido, cuanto menos, curioso. Los Cheetos son uno de los snacks más buscados y recurrentes entre los jóvenes y adolescentes, y en una de las bolsas de patatas de esta marca de renombre guardaba en su haber una patata con una forma similar a la de un Charizard, uno de los Pokémon más míticos. Hasta aquí, nada raro.
Lo particular es que este Cheeto en concreto se bautizó como 'Cheetozard' en 2018 y actualmente se encuentra en subasta por una cantidad superior a los 7000 dólares, acercándose paulatinamente a los 8000 dólares entre los participantes. Pero, ¿cómo es posible que un snack haya conseguido valorizarse tanto? El factor bola de nieve unido al sello de Pokémon tiene la culpa.
El 'Cheetozard' es real y cuesta más de 7000 dólares: este cheeto con forma de Pokémon es una pieza de coleccionista única
El 'Cheetozard', como decíamos, nació hace más de siete años en Estados Unidos y acabó enterrado en una empresa de Georgia, pero en noviembre de 2024 este particular snack volvió a salir a la palestra obteniendo una nueva vida, con una maquetación y presentación de coleccionista y pasando a subasta por un valor de más de 7000 dólares. Sí, no has leído mal: hay gente que quiere gastarse miles de dólares en una patata con forma de Pokémon.
El tentempié se encuentra ahora mismo preservado en una caja especial para no romperse ni sufrir ningún daño, y es el nuevo deseo de los amantes de Pokémon que quieren ampliar su colección. El objeto aun está en subasta, mediante la casa Goldin, y está a punto de alcanzar los 8000 dólares en base a alrededor de 30 pujas. Es probable que durante los próximos días su valor ascienda teniendo la posibilidad de alcanzar los 10.000 dólares.
El próximo 3 de marzo termina la subasta y parece que hay muchos interesados en hacerse con este 'Cheetozard' que es toda una leyenda de internet desde ya mismo. La última locura desatada alrededor del coleccionismo de Pokémon fue con la carta de Pikachu al estilo de Van Gogh, que desató el caos en Ámsterdam y llegó a revenderse por cantidades irrisorias. Veremos quién acaba quedándose con este Charizard tan especial y por cuánto dinero se vende finalmente. Seguro que ahora más de uno mirará con más atención sus cheetos.
