A la hora de perder peso, muchos se lanzan de cabeza a dietas estrictas, rutinas imposibles y una montaña rusa de frustraciones. Sin embargo, a veces la clave no está en complicarse, sino en introducir pequeños cambios que pueden marcar una gran diferencia. Como, por ejemplo, añadir un alimento que cuesta poco, se encuentra en cualquier supermercado y que probablemente ya tienes en tu nevera sin saber todo lo que puede hacer por ti.
El súperalimento escondido en tu cocina que transforma tu descanso y ayuda a adelgazar
Hablamos del requesón. Sí, ese lácteo humilde, olvidado en la esquina del estante de nuestra nevera, que va mucho más allá de ser un simple complemento para ensaladas. Rico en proteínas y con un perfil nutricional envidiable, el requesón se ha ganado un lugar en las recomendaciones de muchos nutricionistas gracias a su capacidad para acelerar el metabolismo y mejorar la calidad del sueño.

La clave está en su alto contenido en caseína, una proteína de digestión lenta que alimenta al cuerpo con aminoácidos durante varias horas. ¿El resultado? Una sensación de saciedad prolongada que ayuda a evitar los ataques de hambre nocturnos. Además, su digestión exige bastante energía, lo que activa el metabolismo incluso en reposo. Una especie de mini-entrenamiento metabólico mientras ves tu serie favorita o te vas a la cama.
Pero eso no es todo. El requesón también contiene triptófano, un aminoácido fundamental en la producción de serotonina y melatonina, dos hormonas clave para un sueño reparador. Dicho de otro modo: ayuda a que tu cuerpo se relaje, a que tus músculos se recuperen del día y a que el descanso sea profundo y eficaz.
No es casualidad que muchos expertos en nutrición lo recomienden tanto en cenas como en meriendas post-entrenamiento. Su combinación de proteínas y aminoácidos lo convierte en un aliado perfecto para quienes buscan cuidar su cuerpo sin renunciar al sabor ni complicarse demasiado. ¿La mejor parte? Se puede tomar de mil formas: solo, con yogur, con fruta fresca, un puñado de frutos secos o un toque de miel. Fácil, rápido y efectivo. A veces, los grandes cambios empiezan por cosas pequeñas... y por mirar con otros ojos lo que ya tenemos en casa.