Tras dos exitosas temporadas, HBO ya trabaja en la tercera temporada de La casa del dragón, la ambiciosa serie precuela de Juego de tronos que sigue explorando el complejo universo creado por George R.R. Martin en Fuego y Sangre.
Pero todo es armonía entre el escritor y la adaptación televisiva. Martin, en unas declaraciones que posteriormente eliminó de su blog, expresó su descontento con ciertos cambios narrativos, calificando algunos de ellos como tóxicos, con especial énfasis en la representación de la brutal secuencia de Sangre y Queso, admitiendo que había hecho el tonto durante años. Ryan Condal, showrunner de la serie, no ha tardado en responder a estas críticas, siguiendo la misma línea de HBO en su día.
"Fue decepcionante": Condal lamenta las críticas de George R.R. Martin a La casa del dragón
En una reciente entrevista con Entertainment Weekly, el guionista reconoció su decepción ante los comentarios del autor y defendió la necesidad de realizar modificaciones para trasladar la historia a la pantalla con coherencia y ritmo televisivo.
"Fue decepcionante, sin duda", admite Condal. "Soy fan de Canción de Hielo y Fuego desde hace casi 25 años, y haber trabajado en esta serie ha sido no solo un privilegio profesional, sino una de las grandes experiencias de mi vida como aficionado a la fantasía y la ciencia ficción. George es un referente absoluto, un ícono literario y una gran inspiración en mi desarrollo como escritor", indicaba el creativo.
El showrunner explica que Fuego y Sangre no sigue una narrativa tradicional, sino que se presenta como una crónica histórica fragmentada, lo que obliga a los guionistas a tomar decisiones creativas para dotar de estructura y dramatismo a la historia. "Es un relato incompleto, una recopilación de perspectivas a menudo contradictorias que requieren un gran esfuerzo de cohesión. Desde el primer momento, hice todo lo posible por incluir a George en el proceso de adaptación. Durante años trabajamos juntos en una colaboración fructífera y sólida", puntualiza.
Pese a esa colaboración inicial, Condal sugiere que, con el tiempo, Martin se mostró reticente a aceptar ciertas limitaciones prácticas del medio televisivo. "En un punto, simplemente dejó de reconocer algunos de los retos inevitables que implica trasladar una obra de esta magnitud a la pantalla. Como showrunner, mi labor es encontrar el equilibrio entre ser un productor responsable y un narrador fiel al material original", apuntaba.
A pesar del desencuentro, Condal mantiene la esperanza de poder recuperar la sintonía con Martin en el futuro. "Solo puedo esperar que en algún momento volvamos a estar en la misma página. Pero mi responsabilidad es seguir adelante, tomar decisiones y garantizar que la serie funcione tanto para el equipo, como para el reparto y la audiencia", concluía al respecto. El guionista quiso tranquilizar a los seguidores de la serie asegurando que cada decisión creativa es analizada y debatida a lo largo de meses, si no años.
"Nada en esta serie se hace sin una profunda reflexión. Cada elección narrativa pasa por mí y, como fan de Fuego y Sangre, estoy convencido de que esta es la mejor adaptación posible, no solo para los lectores del libro, sino para una audiencia televisiva global", concluía. Mientras tanto, La casa del dragón sigue avanzando con su tercera temporada, que llegará próximamente al catálogo de Max.
