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Análisis: Dragon Ball Super Episodio 118

El Torneo de Poder se acerca a su clímax.
Análisis: Dragon Ball Super Episodio 118
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Poco a poco, el Torneo de Poder de Dragon Ball Super se está acercando a su final, y el capítulo de esta semana ha sido un claro recordatorio de ello. Casi sin darnos cuenta, sobre el terreno de combate ya solo van quedando los combatientes más fuertes y poderosos, y cada vez son más los universos que están desapareciendo de la existencia, por lo que todo apunta a que muy pronto llegaremos al clímax de este arco argumental que tantas alegrías nos está dando a los fans.

Dragon Ball Super 118

Universos que desaparecen

A diferencia de lo que viene siendo habitual, esta vez el capítulo se ha centrado en dos frentes de combate muy distintos. Por una parte, Gohan y Piccolo contra los namekianos del Universo 6, mientras que por el otro, los androides y Goku contra los tres miembros restantes del Universo 2.

De este modo, el episodio comienza alternando secuencias de ambas batallas para mostrarnos cómo el Universo 2 está retransmitiendo el torneo en directo entre sus habitantes, algo que provoca que todos los espectadores comiencen a transmitir su "amor" a Rabanra, Zarbuto y Zirloin para darles fuerzas y que adopten las mismas transformaciones de Ribrianne, Kakunsa y Rozie, con los mismos trajes inclusive.

Dragon Ball Super 118

Por otro lado, Gohan y Piccolo tienen un intenso combate contra Saonel y Pirina, quienes desvelan que para hacerse tan poderosos tuvieron que fusionarse con incontables compañeros namekianos que se ofrecieron voluntarios para que pudiesen defender el Universo 6 de la extinción. No en vano, estos son tan fuertes que acaban obligando a Gohan a adoptar su forma perfecta, mientras que Piccolo apenas puede frenar adecuadamente sus ataques.

Tras esto, el episodio regresa a la batalla de Goku y los Androides para mostrarnos un breve intercambio de golpes antes de que la acción regrese al combate de Piccolo y Gohan. En este momento nos enseñan cómo el hijo de Goku se enfrenta solo a los dos namekianos mientras su maestro acumula Ki para lanzar un Makankosappo.

Dragon Ball Super 118

Por desgracia, Gohan acaba siendo atrapado por los brazos de Saonel, quien le pide a su compañero, Pirina, que ataque sin preocuparse por él, lo que obliga a Piccolo a lanzar su técnica insignia antes de poder terminar de cargarla, por lo que impacta en Pirina sin mucho efecto y este lanza una devastadora ráfaga de Ki por la boca.

Si bien nos dan a entender durante unos breves instantes que Piccolo ha sido derrotado, este se levanta y ve a Gohan de pie delante de él, quien ha parado el golpe para que su maestro no sufra daños y le pide que vuelvan a intentarlo una vez más.

Dragon Ball Super 118

Con esto regresamos al otro combate, donde nos muestran a Rabanra, Zarbuto y Zirloin combinando sus poderes para ejecutar la técnica del amor definitiva: el Pretty Black Hole. Esta consiste en concentrar el poder del amor en un único punto para crear un gigantesco cuerpo de gravedad en forma de corazón negro que atrapa a sus enemigos para aplastarlos con todo el peso del amor.

En el momento en el que Goku y los androides se ven atrapados en esta técnica, el corazón comienza a hacer tanta presión que empieza a cargarse el suelo del ring, amenazando con echar a los tres combatientes del Universo 7 por debajo del escenario para así eliminarles.

Evidentemente, esto es algo que Goku no va a permitir, por lo que se convierte en Super Saiyan Blue y comienza a cargar un potente Kame Hame Ha. Por su parte, Gohan hace lo mismo, pero combinando su ataque con el Makankosappo de Piccolo, dando como resultado que los dos Kame Hame Has se desaten a la vez, eliminando al mismo tiempo tanto a los últimos supervivientes del Universo 2 como del Universo 6, provocando la desaparición de ambos Universos con un emotivo final de episodio.

Dragon Ball Super 118

En general, se ha tratado de un capítulo cuidado, con varios momentos emotivos y con una animación muy conseguida que nos ha dejado algunas secuencias de acción bastante buenas, aunque no deja de sentirse como un anticipo de las grandes batallas que aguardan antes de que finalice el torneo, casi como si fuese la calma antes de la tormenta. Apenas quedan diez minutos para la gran conclusión y cada vez quedan menos combatientes sobre el ring, ¿quién se llevará la victoria?

Cristina M. Pérez
Colaboradora

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