El evento más importante de La casa del dragón es la danza de dragones, una guerra civil en la que los efectivos más importantes son, obviamente, los dragones. Sin embargo, estos necesitan un jinete, por eso, en el episodio 7 de la segunda temporada de la serie, titulado “La siembra roja”, Rhaenyra Targaryen hace un movimiento arriesgado para aumentar su poder al buscar nuevos jinetes para los dragones que vagan por Rocadragón. (SPOILERS del capítulo 7 de la temporada 2) Al invitar a los bastardos Targaryen a intentar domar a estos dragones, Rhaenyra logra duplicar su número de dragones disponibles, lo que cambia significativamente la dinámica de poder en la guerra civil conocida como la Danza de los Dragones, pero, ¿quiénes son estos nuevos jinetes? Antes puntualizar que aunque es cierto que no son dragones al uso, tal y como se describen mitológicamente, sino que por sus características serían más un guiverno, respetemos al creator que les otorga dicho nombre.
Bruma y Addam de la Quilla
Uno de los dragones más importantes en esta nueva alineación del equipo negro es Bruma, un dragón que originalmente pertenecía a Laenor Velaryon. ¿Ha muerto? Se cree que para que el vínculo entre jinete y dragón se rompa, para así poder ser montado por otro, es necesaria la muerte del jinete original pero no siempre es así. Recordemos que finge su muerte para poder vivir su vida en libertad, por lo que podría haberse despedido de Bruma para cortar este lazo. Sea como fuere, Rhaenyra Targaryen organiza una oposición para encontrar nuevos jinetes potenciada por la decisión de Bruma, un dragón de impresionante agilidad y velocidad, que en el capítulo anterior fue en busca de su nuevo jinete, Addam de la Quilla, un bastardo de Lord Corlys Velaryon. Addam, cuya madre es Marilda, una carpintera de barcos, demuestra su lealtad y capacidad al convertirse en el nuevo jinete de este impresionante dragón. Esta alianza fortalece significativamente la posición de Rhaenyra, ya que Bruma es conocido por su destreza en combate aéreo y su lealtad inquebrantable a su jinete.
Vermithor y Hugh el Martillo
Otro momento crucial en este episodio es la reclamación de Vermithor, también conocido como Furia de Bronce. Este dragón, uno de los más grandes y antiguos después de Vhagar, fue originalmente montado por el rey Jaehaerys Targaryen, el 'Conciliador', quien trajo paz y estabilidad al reino durante su reinado. La Furia de Bronce, con su imponente presencia y fuerza devastadora, se convierte en un activo invaluable cuando Hugh el Martillo, un bastardo cuya madre era una trabajadora sexual Targaryen, logra someterlo. Este nuevo jinete, cuya valentía y determinación son evidentes, enfrenta a Vermithor en un acto de puro coraje. La conexión entre ambos se forja en el fuego del combate y el reconocimiento mutuo de su ascendencia Targaryen. La inclusión de Vermithor en las filas del equipo negro representa un cambio significativo en la dinámica de poder, ya que su poder destructivo es un contrapeso formidable a Vhagar, el dragón más grande y temido del equipo verde. La razón de por qué le escoge y no le mata es, además del parentesco, que logra plantar cara al dragón y no achantarse.
Ulf el Blanco y Ala de Plata
Ala de Plata o Silverwing, otro dragón de gran importancia, encuentra su nuevo jinete en Ulf el Blanco. Este dragón fue originalmente montado por la 'buena' reina Alysanne, hermana y esposa del rey Jaehaerys Targaryen. Conocida por su belleza y gracia en el vuelo, forma un vínculo inesperado con Ulf, un bastardo que pretende ser hijo del príncipe Baelor Targaryen. La historia de este dragón está impregnada de simbolismo y conexión con el legado Targaryen, siendo una criatura que incluso se negó a volar más allá del Muro, lo que inspiró a su jinete a invertir más recursos en la Guardia de la Noche. Ulf, al encontrarse con ella, es inicialmente aterrorizado, pero pronto se da cuenta de que el dragón no tiene intención de dañarlo. Este vínculo se solidifica cuando la dragona lo acepta como su jinete, y juntos vuelan sobre Desembarco del Rey, demostrando el cambio de poder en la guerra civil. La incorporación de Ala de plata, con su capacidad de maniobra y elegancia en el combate, refuerza aún más las filas del equipo negro. ¿Cómo quedan los equipos entonces?
Dragones del equipo negro
- Syrax: montado por Rhaenyra Targaryen.
- Caraxes: el de Daemon Targaryen.
- Vermax: el del mayor de Rhaenyra, Jacaerys Velaryon.
- Moondancer o bailarina lunar: Baela Velaryon.
- Bruma: Addam de la Quilla.
- Vermithor: Hugh el martillo.
- Ala de plata: Ulf el blanco.
- Tyraxes: el pequeño hermano de Jacaerys y Lucerys, jinete y dragón aún son muy jóvenes.
Dragones del equipo verde
- Vhagar: Aemon Targaryen.
- Dream Fyre o Fuego ensueño): el de la hija de Alicent, Helaena Targaryen que no se la ha visto montar en la serie aún.
- Sunfyre o Fuegosol: dragñon color oro del rey Aegon II que cayó con él en batalla y quedó muy mal herido, no se conoce dónde está.
- Tessarion o La Reina Azul: dragón del hijo menor de Alicent Hightower, Daeron.
Dragones sin jinete
- Caníbal: “El más grande y viejo de los dragones, llamado así porque se le había visto devorar los despojos de otros de su especie y saqueaba los criaderos de Rocadragón para comerse los huevos y las crías. Negro como el tizón, de ojos verdes maliciosos, ya había hecho su madriguera en Rocadragón antes de la llegada de los Targaryen”, señala George R. R. Martin.
- Sheepstealer o ladrón de ovejas: un dragón salvaje conocido por su preferencia por la carne de oveja, de color barro mojado.
- Fantasma gris o Grey Ghost: “Vivía en una alta fumarola de la cara oriental de Montedragón, prefería el pescado y se lo avistaba casi siempre em vuelo bajo sobre el mar Angosto, atrapando presas en el agua. Una bestia de color gris blanquecino, evitó durante años a los humanos y los lugares que habían construido”, dice George R. R. Martin.
La estrategia de Rhaenyra
La decisión de Rhaenyra de buscar jinetes entre los bastardos Targaryen es una táctica que refleja tanto desesperación como una astuta comprensión de los recursos a su disposición. La “siembra roja” resulta en un alto costo en vidas humanas, ya que muchos de los aspirantes a jinetes mueren en el proceso. Sin embargo, aquellos que sobreviven y logran domar a los dragones se convierten en valiosos aliados. Esta estrategia no solo aumenta el número de dragones bajo su control, sino que también demuestra la capacidad de Rhaenyra para tomar decisiones difíciles y sacrificadas en su lucha por el trono. Además, haciendo jinetes a bastardos, puede ganarse el favor del pueblo que no la percibirán como una aristócrata tan alejada de la realidad del pueblo como la familia real vigente en Desembarco actualmente.
Aemond y la retirada de Vhagar
La incorporación de estos nuevos dragones y sus jinetes no pasa desapercibida para Aemond Targaryen, quien monta a Vhagar. Al observar la creciente fuerza del equipo negro desde Rocadragón, Aemond se da cuenta de que la ventaja que una vez tuvo con Vhagar ya no es tan segura. Este reconocimiento lo lleva a tomar la decisión estratégica de retirar a su dragón, demostrando que incluso la criatura más grande puede ser superado por la cantidad y la determinación. Aemond, al evaluar la nueva amenaza, entiende que la guerra ahora se ha vuelto más complicada y peligrosa para el equipo verde.
Implicaciones futuras y la psique de los dragones
Con la adición de Seasmoke, Vermithor, Silverwing y posiblemente Sheepstealer, el equipo negro de Rhaenyra se encuentra en una posición mucho más fuerte para enfrentar a sus enemigos. La dinámica de poder en la Danza de los Dragones ha cambiado drásticamente, y Rhaenyra está mejor equipada para desafiar al equipo verde. La relación entre los dragones y sus nuevos jinetes también ofrece una visión fascinante de la psicología de estas criaturas míticas.
Los dragones no son simplemente bestias a ser montadas; requieren un vínculo profundo y genuino con sus jinetes, algo que solo aquellos con sangre Targaryen pueden lograr. La elección de estas criaturas de aceptar a Addam, Hugh y Ulf como sus jinetes sugiere una conexión más profunda y posiblemente una percepción de la fuerza interior y la valía de estos bastardos. Para el pueblo y según muchas leyendas, son dioses en encarnados.
