La nueva película de Juan Antonio Bayona, La sociedad de la nieve, disponible en Netflix, revive la tragedia del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, estrellado en los Andes en 1972. Esta obra cinematográfica, basada en el libro de Pablo Vierci, se centra en la experiencia de supervivencia de los 16 pasajeros que resistieron 72 días en condiciones extremas tras el accidente. Bayona, conocido por su meticulosidad en la documentación, ha optado por un enfoque que profundiza en el aspecto humano de la tragedia, evitando el sensacionalismo que rodeó a adaptaciones anteriores como ¡Viven! y Supervivientes de los Andes.
Secuelas físicas representadas
La obra de Bayona no solo ha sido aclamada por su realismo cinematográfico sino también por cómo aborda las secuelas físicas y psicológicas de los supervivientes. Detalles médicos como la equimosis periorbitaria de uno de los personajes y la representación de las condiciones extremas, como la orina negra causada por la deshidratación y rabdomiólisis, reflejan un profundo respeto por la autenticidad de la historia.
La película destaca por su fidelidad a los hechos reales, utilizando recreaciones exactas de fotografías tomadas por los supervivientes, tanto antes como después del accidente. Este nivel de detalle subraya el compromiso del director con un retrato auténtico y respetuoso de los eventos.
Las imágenes, que muestran a los supervivientes junto al fuselaje destrozado y en condiciones de congelación y desnutrición, refuerzan la crudeza de su lucha por sobrevivir en uno de los entornos más hostiles del planeta.
Aunque La sociedad de la nieve no explora en profundidad temas como el canibalismo o el reencuentro con la sociedad, sí repasa momentos cruciales como el rescate, capturados en fotografías de la época. La película concluye con un homenaje a los sobrevivientes y a aquellos que perdieron la vida, acompañado por la emotiva banda sonora de Michael Giacchino. Este acercamiento proporciona una visión íntima de la tragedia, resaltando la fuerza y resiliencia humanas frente a la adversidad.
El equipo de rugby junto con familiares y amigos
El 13 de octubre de 1972, un avión Fairchild de la Fuerza Aérea Uruguaya, que llevaba a bordo al equipo de rugby Old Christians Club junto con sus familiares y amigos, se estrelló en la remota cordillera de los Andes. El vuelo, que partió de Montevideo, Uruguay, tenía como destino Santiago de Chile, pero debido a una combinación de condiciones climáticas adversas y errores de navegación, terminó impactando en las montañas. De los 45 pasajeros y tripulantes a bordo, solo 28 sobrevivieron al impacto inicial y a una avalancha posterior que ocurrió mientras esperaban ser rescatados. La situación se tornó aún más desesperada cuando se enteraron, a través de una radio portátil, que la búsqueda había sido abandonada.
72 días de agonía
Atrapados en las montañas sin comida suficiente y enfrentando temperaturas extremadamente bajas, los supervivientes se vieron obligados a tomar decisiones extremas para mantenerse con vida, incluyendo el canibalismo de los cuerpos de los fallecidos en el accidente. Su lucha por la supervivencia duró 72 días, durante los cuales se enfrentaron a condiciones inimaginables, incluyendo la falta de refugio adecuado y recursos limitados. La salvación llegó finalmente cuando dos de los supervivientes, Nando Parrado y Roberto Canessa, realizaron una arriesgada caminata de varios días a través de los Andes para buscar ayuda. Su valentía condujo al rescate de los 16 supervivientes restantes, quienes fueron encontrados el 22 de diciembre de 1972, poniendo fin a una de las historias de supervivencia más notables y desgarradoras del siglo XX.
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