En un inusual suceso en la ciudad de Kumamoto, Japón, un hombre de 54 años causó accidentalmente una explosión en su apartamento al intentar matar una cucaracha. El incidente, que tuvo lugar alrededor de las 00:00 horas del 10 de diciembre en la ciudad de Kumamoto en la isla de Kyushu, a unas 230 millas al suroeste de Hiroshima, ha capturado la atención de la comunidad en redes sociales.
Según informes de la Estación de Policía de Kumamoto Higashi, el hombre, al descubrir la cucaracha solitaria en su departamento en el distrito de Chuo, en algún momento antes de la medianoche, le roció una cantidad ingente de de insecticida.
Un minuto después, tal estrategia acabó provocando una explosión cerca de su mesa con calefacción, con un sistema parecido a los braseros españoles, provocando la rotura de una ventana y otros desperfectos, y causándole heridas leves, según reporta The New York Post. El diario local The Mainichi ha señalado que este tipo de accidentes ha aumentado en Japón, evidenciando un desconocimiento sobre el uso seguro de insecticidas.
La explosión no solo afectó al hombre involucrado, sino también a sus vecinos, quienes sintieron un temblor en sus viviendas. Los servicios de emergencia respondieron prontamente, constatando que no había víctimas graves. En respuesta a incidentes como este, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ha elaborado recomendaciones para el uso seguro de insecticidas. Estas incluyen la aplicación de la cantidad necesaria según las instrucciones del producto, evitar su uso en espacios pequeños y cerrados, y mantenerlos alejados de fuentes de ignición. También se aconseja abandonar el área después de su uso para evitar la inhalación de vapores nocivos.
Insectos tremendamente resistentes
Capaces de vivir hasta siete días sin cabeza y de aguantar la respiración durante 40 minutos, las cucarachas son también rápidas, alcanzando velocidades equivalentes a 300 kilómetros por hora en proporción humana. Este rechazo generalizado hacia estos insectos se manifiesta en acciones extremas para erradicarlos, como en el caso del hombre en Kumamoto, cuya reacción desmedida llevó a consecuencias inesperadas y peligrosas. Aunque no fue la primera persona capaz de tomar medidas drásticas para eliminar a un solo insecto.
Medidas drásticas
En diciembre de 2017, una mujer en Cincinnati, Ohio, quemó su casa hasta los cimientos después de usar alcohol isopropílico cerca de una llama abierta para deshacerse de las chinches. Apenas unas semanas antes, un niño de 13 años, que también vivía en Cincinnati, se quedó sin hogar después de utilizar la misma combinación peligrosa de fuego y alcohol para erradicar una plaga de chinches.
