En la última entrega de la serie regular de Marvel, el emblemático Capitán América se sumerge en un mundo lleno de misterios y elementos sobrenaturales, un terreno poco habitual para el héroe tradicionalmente arraigado en conflictos más realistas. Este giro narrativo lleva al personaje en los cómics a explorar un terreno desconocido, enfrentándose a una amenaza misteriosa y potencialmente vinculada a su pasado. En la historia, Misty Knight juega un papel crucial al descubrir una serie de crímenes inexplicables atrayendo así la atención de Steve Rogers hacia este nuevo y oscuro desafío.
La inclusión de lo sobrenatural en las aventuras del Capitán América representa una evolución significativa en el tratamiento del personaje dentro del universo Marvel. Tradicionalmente visto como un bastión de valores éticos y heroísmo frente a adversarios terrenales, esta nueva dimensión añade una capa de complejidad a la narrativa del Centinela de la Libertad. Se enfrenta a desafíos que desafían la lógica convencional, probando no solo su fortaleza física sino también su resiliencia mental y su visión del mundo.
Flashback antes del suero de Super Soldado
El contraste entre el heroísmo innato de Steve Rogers y los elementos sobrenaturales del nuevo cómic de Marvel se evidencia en las secuencias de flashback, donde se destaca el coraje de un joven Steve antes de recibir el suero. Estas escenas resaltan que la verdadera grandeza del personaje reside en su interior, y no en el suero que lo transformó físicamente. La narrativa de J. Michael Straczynski y el arte de Jesus Saiz y Lan Medina combinan para crear una experiencia visual y literaria impactante, llevando al Capitán América a confrontar una representación casi literal del mal en una trama que refleja desafíos políticos y sociales contemporáneos.
