Sí, suena extraño, pero tiene explicación. Un agricultor belga, originario de la localidad de Erquelinnes, movió una piedra de 150 kilos para agrandar su terreno y pasar con su tractor cómodamente hace un tiempo. Lo que habría sido un movimiento normal en el campo ha acabado generando una curiosa anécdota: ha desplazado accidentalmente la frontera entre Bélgica y Francia en 2,29 metros. Las tierras de labranza de este granjero del sur de Bélgica tocan con el norte de Francia, y su acción ha modificado una de las fronteras delimitada por el Tratado de Courtrai de 1820, ampliando el territorio belga de forma artificial.
Un grupo de aficionados a la Historia se percató del incidente en una ruta
El movimiento de fronteras se ha producido por accidente, claro está, y la consecuencia más grave es que ha generado un curioso beneficio al pueblo originario del agricultor y ha robado cierto porcentaje del francés Bousignies-sur-Roc.
Como explican en varios medios como 20 minutos, la alteración en la cartografía fue descubierta por un grupo de aficionados a la Historia, Jean-Pierre Chopin, Philippe Fayt y Jean-Paul Maieu, que recorrían el lugar con mapas de la época, explorando zonas y descubriendo más del pasado de la zona.
Avec une équipe de tf1 à la frontière entre Bousignies et Montignies. On a bougé la borne de 1819, la Belgique et notre...
Publicada por David Lavaux en Lunes, 3 de mayo de 2021
El cómo sucedió no está del todo claro, pues si bien se sabe que desplazó la piedra por accidente, algunos vecinos han comunicado a medios franceses que el agricultor en cuestión habría movido la piedra para agrandar ligeramente su terreno de cara a la labranza, mientras que otros confirman que movió el mojón sin querer con su tractor mientras maniobraba. "Hizo que Bélgica fuese más grande y Francia más pequeña, aunque no ha sido una buena idea", ha confirmado entre risas David Lavaux, alcalde del pueblo belga de Erquelinnes. "Yo estaba feliz de que mi ciudad fuese más grande, claro, pero el alcalde de Bousignies-sur-Roc no estaba de acuerdo", concluía en una rueda de prensa.
Lógicamente, y de manera amistosa, laas autoridades belgas han solicitado al agricultor que devuelva la piedra a su lugar original para evitar incurrir en un delito penal. "Si el agricultor muestra buenas intenciones no tendrá ningún problema, solucionaremos esto de manera amistosa", concluía el alcalde Lavaux.