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Crítica de 'La franquicia' - Una de las mejores comedias de Max que se ríe del género de superhéroes con descaro

Si estás cansado del género de superhéroes y las grandes producciones de Hollywood, entonces necesitas ver 'La franquicia', la nueva serie de Max.

El género de superhéroes y las producciones de acción colosales basadas en franquicias llevan gobernando Hollywood desde hace ya un par de décadas. La industria cinematográfica, en su sector más comercial, está estancada y con una fiebre de carencia de ideas preocupante que se traduce en cartelera con la publicación reiterativa de secuelas, remakes, reboots y nuevas entregas de sagas taquilleras en busca de la supervivencia empresarial. En un desolador panorama como este Max presenta una sátira que se ríe y mofa directamente de ese formato blockbuster capitaneado por las adaptaciones de cómic. 'La franquicia' es una descacharrante comedia que muestra, desde dentro, cómo funciona el rodaje y desarrollo de una película de alto coste desde dentro, y tiene papeletas para ser una de las series del año. HBO sigue apostando por la calidad en vez de la cantidad.

'La franquicia' se ríe de Hollywood y su obsesión con los superhéroes con una comedia desmedida que se mofa constantemente de las películas del género

"La gente piensa que estas películas están diseñadas en fases ordenadas para los próximos 10 años", decía Jon Brown, uno de los creadores de la serie, en una entrevista. "Pero entonces escuchas que en un set [de esta género], por la mañana, literalmente llega una limusina, se baja la ventana y reparten nuevas páginas de guion. Supondrías que todo esto se decidió hace años, pero pasa mucho en las películas de Marvel y DC". 'La franquicia' va justamente de esto, de mostrar que en realidad los largometrajes de superhéroes y que corresponden a grandes franquicias están sujetos a cambios constantemente, y la mayoría de las modificaciones que se realizan con respecto a esos proyectos son sobre la marcha y a última hora, afectando con ello a la calidad de la producción y generando incoherencias que hasta chocan a los propios actores y equipo creativo. La visión de un director puede ser muy clara, pero si los productores no dan el visto bueno y se involucran más de la cuenta sin ser realmente conocedores de lo que se quiere transmitir, los resultados pueden ser catastróficos.

Teniendo eso como bandera, 'La franquicia' desata su comedia desde el primer minuto mofándose de cómo se construyen las cintas de superhéroes entre bastidores; sacando a relucir esos cambios de guion in extremis, la incorporación forzada de determinados actores y actrices para realizar cameos y hasta lo ridículas que pueden ser determinadas escenas sin CGI. Jon Brown, Armando Iannucci y Sam Mendes, creadores de la serie, no se cortan ni un pelo y lanzan dardos a diestro y siniestro a la industria de Hollywood permitiendo que los espectadores puedan vivir en sus carnes lo que realmente hay detrás de las superproducciones de éxito que acaban conquistando la taquilla, siguiendo a pies juntillas la estela de otras producciones como 'La burbuja' o 'Algo muy gordo', donde se quiere desmontar la perfección de la sector cinematográfico sacando a relucir las complicaciones de rodaje, la vida personal de los actores y cómo realmente este trabajo lleno de 'glamour' frente a las cámaras está repleto de errores y factor humano, como el resto.

'La franquicia' puede ser, fácilmente, una de las mejores comedias de 2024 en televisión.

La ficción cuenta además con unas interpretaciones memorables gracias al talento de estrellas como Daniel Brühl, Billy Magnussen o Richard E. Grant, pero 'La franquicia' no es perfecta y algunos de sus gags pueden acabar siendo un poco cargantes y claustrofóbicos, puesto que se gira siempre sobre los mismos conceptos y llegados a un punto el atracón de dardos resulta indigesto. Sin embargo, esa es solamente una pequeña piedra en el camino de al obra de los creadores de 'Veep', puesto que en conjunto la serie logra su cometido transmitiendo unas sensaciones similares a las vividas con 'Mythic Quest' de Rob McElhenney, la serie de Apple que cambiaba Hollywood por los videojuegos para ofrecer una especie de 'The Office' descafeinada sobre el desarrollo del multijugador más popular del sector.

Más allá de la comedia y del humor desenfrenado, lo más interesante de 'La franquicia' es la reflexión que propone. Guste más o menos el género de superhéroes, se trata ahora mismo del dominante en Hollywood y aunque aparezcan fracasos comerciales 'Joker: Folie à Deux', 'Madame Web' o 'Morbius', la rueda no se va a detener hasta que algún estudio o compañía dé con la siguiente 'Vengadores: Endgame' para dar un fuerte golpe sobre la mesa, llenar los bolsillos y ofrecer al público más de ese contenido para hacer negocio. La industria, gracias a productos como este, está más al descubierto que nunca, pero no parece que vaya a cambiar a corto plazo. El mainstream ha descubierto el algoritmo y la fórmula del éxito, y nada será diferente hasta que se rompa la rueda.

Hemos visto la primera temporada de 'La franquicia' gracias a la cortesía de Max y Warner Bros. Discovery.