En el mundo del cine, no solo los actores humanos pueden alcanzar la fama. Orangey, un gato de pelaje naranja, se convirtió en una verdadera estrella de Hollywood, cautivando al público con su actuación en la icónica película Desayuno con Diamantes (1961). En esta película, interpretó al gato fiel compañero de Holly Golightly, personaje inmortalizado por Audrey Hepburn. Su actuación no solo añadió encanto y magia a la película, sino que también dejó una huella imborrable en la industria cinematográfica.
Protagonizó una película
Orangey no solo brilló en este filme. Este talentoso felino ya había demostrado su destreza como actor en otras producciones anteriores, como Rhubarb (1951), película que protagoniza y va sobre un gato que hereda una fortuna.
Además, fue el primer animal en ganar el prestigioso premio Patsy Award en dos ocasiones. el premio Óscar de los animales, un reconocimiento otorgado por la American Humane Association a los animales por su destacada actuación en cine y televisión.
El impacto de Orangey en el cine fue significativo, mostrando que los animales también pueden ser verdaderas estrellas en la pantalla grande. A lo largo de su carrera, fue acreditado bajo varios nombres y participó en múltiples producciones de cine y televisión durante las décadas de 1950 y 1960. Además de su papel en Desayuno con Diamantes, también apareció en El Diario de Ana Frank (1959) y El Increíble Hombre Menguante (1957), e incluso la serie de Batman de Adam West, consolidando su reputación como un actor versátil y talentoso.
Un gato con carácter
La vida de Orangey no estuvo exenta de desafíos. Según relatos, era conocido por ser un gato difícil, a menudo mordiendo y arañando a los actores. Sin embargo, su capacidad para permanecer quieto durante varias horas lo hizo invaluable en el set. A veces, escapaba después de filmar algunas escenas, lo que obligaba a detener la producción hasta que era encontrado. Su entrenador, Frank Inn, llegó a colocar perros guardianes en la entrada del estudio para evitar que se escapara.
Fue enterrado en el Forest Lawn Memorial Park en Hollywood Hills, Los Ángeles, y su historia sigue viva a través de documentales como The Hardest Working Cat in Show Biz de Sofia Bohdanowicz. Este documental explora su historia y los rumores de que el nombre Orangey pudo haber sido utilizado para varios gatos, en lugar de uno solo.