El cambio climático está teniendo un impacto profundo y preocupante en el mar Mediterráneo, evidenciado por un informe reciente del Instituto de Investigaciones Oceanográficas y Limnológicas de Israel. Este vasto cuerpo de agua, que sirve de puente entre tres continentes, no solo está experimentando un aumento en su nivel debido al derretimiento de los glaciares y el calentamiento global, sino que también se está volviendo más cálido y más ácido a una tasa alarmante.
Según las observaciones, la temperatura superficial del mar Mediterráneo está aumentando aproximadamente 0,13 grados Celsius por año en las olas de calor, superando las estimaciones previas y destacando la vulnerabilidad de esta masa de agua relativamente pequeña frente a los efectos del cambio climático. De hecho, otro estudio de 2023 ya señala que en estimaciones medidas a lo largo de 12 años, muestran tendencias positivas significativas estimadas en 0,12, 0,13, 0,13, 0,13, 0,14, 0,11, 0,08 y 0,11°C/año.
Aumento del nivel del mar y destrucción de especies marinas
Los expertos del Mediterranean Experts on Climate and environmental Change (MedECC) han lanzado una advertencia crítica: las temperaturas en la región mediterránea podrían aumentar entre 3,8 y 6,5°C para el año 2100 si no se controlan las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta tendencia no solo aceleraría la acidificación del mar, comprometiendo la supervivencia de especies marinas dependientes de los iones carbonato para la construcción de esqueletos y conchas, sino que también podría llevar a un aumento en el nivel del mar de hasta más de un metro, dependiendo de la estabilidad de la capa de hielo en la Antártida, poniendo en riesgo a las comunidades costeras y los ecosistemas marinos.
Mercurio, plásticos y otras sustancias
Además, la contaminación sigue siendo una preocupación significativa, con niveles alarmantes de mercurio detectados en partes del Mediterráneo, lo que representa un grave riesgo para la salud humana a través del consumo de mariscos contaminados. Este problema se agrava por la presencia de plásticos y otras sustancias tóxicas en el agua, afectando negativamente a la biodiversidad marina y a la seguridad alimentaria de las poblaciones que dependen del mar para su sustento. La investigación revela que, aunque algunos indicadores de contaminación se han mantenido estables, la presencia de mercurio en particular ha mostrado una tendencia al alza, destacando la necesidad urgente de acciones de mitigación y políticas más estrictas.
Además, un reciente estudio publicado en la revista Environmental Research Letters subraya la subestimación del aumento del nivel del mar en el Mediterráneo por parte de proyecciones anteriores, lo que sugiere que las costas de esta región están enfrentando un riesgo creciente de inundaciones y otros impactos climáticos adversos a un ritmo más rápido de lo esperado. Este hallazgo pone de manifiesto la importancia de adoptar medidas inmediatas y efectivas para proteger las costas y las comunidades vulnerables, así como para abordar las causas subyacentes del cambio climático y la contaminación.