Daisy Ridley, que ha desvelado que Star Wars le causó ansiedad y problemas de salud, no se rinde con la saga galáctica. La intérprete reconoce que comenzó con muy mal pie, pero su papel como Rey Skywalker también le proporcionó buenas experiencias y anécdotas. Su regreso, para el filme que prepara Lucasfilm centrado en la fundación de una nueva Orden Jedi, será arriesgado y revolucionario, afianzando la vuelta de Star Wars a la pantalla grande. Ahora, mientras promociona su nueva película Sometimes I Think About Dying, Ridley piensa que El ascenso de Skywalker, el episodio 9 de La guerra de las galaxias, recibió críticas muy injustas.
Daisy Ridley defiende El ascenso de Skywalker y cree que el filme de J.J. Abrams recibió críticas injustas
En el célebre podcast Happy Sad Confused, Ridley regresa a defender el noveno episodio de La guerra de las galaxias. Según la actriz, junto a Los últimos Jedi, la película generó numerosas críticas y dividió a la audiencia entre dos versiones del mismo relato.
Ridley cree que las decisiones creativas que se tomaron con el último capítulo de la trilogía de Disney no fueron tan malas como se dicen. "Lo cierto es que me sigue enfadando", rememora la intérprete.
"No quieres que la gente sienta como que no has ofrecido lo que los fans quieren o desean. Pero Los últimos Jedi fue una película tan divisiva... Parecía como si todo el mundo opinara exactamente lo mismo de la película. La segunda película fue muy divisiva. Y la última igual. No sé, no cambió lo que sentí al respecto", comenta Ridley. La actriz, tras un hiato en redes sociales y probar suerte con otros roles en el cine, retomará el papel de Rey en una nueva película de Star Wars dirigida por Sharmeen Obaid-Chinoy y escrita por Steven Knight. Se ambientará muchos años después de El ascenso de Skywalker, con la Jedi fundando una nueva Orden para entrenar a todos los sensibles a la Fuerza. Se espera que llegue en algún momento de 2026 a la pantalla grande. Quiere hacer las paces con todos los fans que la criticaron en el primer momento.
Junto a las críticas sobre su origen como descendiente de Palpatine, el malvado Emperador Sith que siempre ha sido el gran villano de la saga, se sumaron las del famoso beso entre Kylo Ren y su personaje, Rey. "Sentí que todos... lo sentimos merecido", dijo Ridley en el podcast. "Lo interesante nuevamente es la intencionalidad. Mi sensación en ese momento fue que era un adiós y lo sentí merecido. Se puede llamar a un beso de mil cosas, pero sentí que era un adiós. Toda esa escena fue emotiva y sentí que también me estaba despidiendo del trabajo", concluía. Adam Driver, su compañero de reparto, afirmó sentirse cansado del papel.