A finales de marzo del años pasado se informaba de una terrible noticia: Bruce Willis abandonaba el mundo de la interpretación después de haber sido diagnosticado de afasia, un trastorno debido a lesiones cerebrales que afecta al lenguaje, generando problemas para comunicarse mediante el habla, la escritura o la mímica. Cuando se hizo pública la enfermedad que sufría el actor, tanto el público como los profesionales de la industria cinematográfica comprendieron el motivo por el que el Willis aceptaba trabajos tan menores y sus interpretaciones no se parecían a sus trabajos del pasado. De hecho, se sospecha que fue manipulado para realizar sus últimos trabajos. En el documental 'The Randall Scandal', que gira alrededor de los escándalos de Randall Emmett, se ha desvelado que Willis presentó serios problemas de memoria ya en 2021 trabajando en Tras la pista del asesino con Megan Fox.
El protagonista de La jungla de cristal olvidó que estaba rodando una película y no podía reproducir sus líneas de guion
"A medida que avanzaba el día, se notaba que se estaba cansando y comenzaba a cortar los diálogos. Comencé a darme cuenta de que no era un recorte. Empecé a darme cuenta de que lo que estaba haciendo en realidad era olvidar lo que le decían", desvelaba Alicia Haverland, quien fue la responsable de utilería del filme de Emmett.
"Iba a volver a servir el café, y probablemente ya estábamos en la toma siete u ocho, y él pone su mano sobre la taza, me mira fijamente a los ojos y dice: 'Oh, no, señorita, no quiero más'". Haverland estaba terminando de pulir los añadidos de una secuencia en concreto y Willis olvidó por completo que estaba rodando, pensándose que ese café era para él fuera de la ficción.
Haverland fingió que era una camarera durante el resto del rodaje de la secuencia aun explicando a Willis que se encontraba en pleno desarrollo de una película. El actor era incapaz, además, de recordar sus frases y tampoco podía reproducirlas cuando se las decían por un auricular especial, puesto que las cortaba o ni siquiera las decían cuando tocaban. Es evidente que Bruce Willis no lo pasó nada bien durante sus últimos compases en la industria y estos proyectos fueron una pesadilla. Luchó por ocultar su enfermedad, pero este tipo de acciones no se podían esconder. Actualmente, su familia ha confirmado que la salud del artista es muy delicada.