El Depredador, como criatura, es uno de los seres de ficción más temibles. Denominados Yautja, hablamos de una raza de expertos cazadores extraterrestres capaces de abatir a casi cualquier presa que se cruce en su camino. Con un código marcado, estos alienígenas abaten a distintos seres por toda la galaxia, teniendo una presa de caza mayor a la que temen y veneran. Y no, no son ni los humanos ni los xenomorfos. Es algo peor y mucho más peligroso.
Los Depredadores temen a un tipo de presa muy concreto y peligroso
Aficionados al juego del gato y el ratón, y conocedores de las costumbres de su víctima, estas criaturas hacen uso de tecnología punta, un código ético muy marcado y de una liturgia concreta a la hora de abatir a su objetivo. En Prey: La presa la precuela de Predator de 1987, veíamos a esta criatura perseguir a un grupo de nativos y de animales salvajes en las Grandes Llanuras, adaptándose a su tecnología y su terreno, buscando un reto deportivo. Por norma general, casi todas las historias del lore de los cómics, novelas o películas centrado en estos cazadores nos presentan a un Depredador o Predator, abatiendo seres humanos con diferentes métodos y enseres, así como criando xenomorfos para su posterior partida de caza. Es un rito iniciático para estos monstruos, preparándolos para ser los más letales extraterrestres del universo, preparándolos para cualquier tipo de reto en su vida como seres adultos.
Como ya hemos visto en diferentes medios, la idea tiene su miga. La pugna entre ambas razas se originó a finales de 1989 y culminó en su primer cómic en 1990 que se convirtió en todo un éxito. Desde entonces, la editorial Dark Horse ha lanzado decenas de series, recopilaciones y eventos protagonizados por estos los xenomorfos y los Predators. Su popularidad fue tal durante los años noventa que incluso llegaron a verse las caras con personajes como Batman, Superman o incluso Terminator. No había límites. Desde que Marvel volvió a adquirir la licencia tras la compra de Fox por parte de Disney, las cosas han cambiado.
En estas lindes, con dos seres combatiendo a muerte por la supremacía, y en concreto en los tebeos de Aliens vs Predator, y la serie secuela, Aliens vs Predator: Duel, aparece un ser, muy peligroso y extraño, que ya vimos tímidamente en el cine en una película como Alien vs Predator: Requiem o incluso videojuegos y que ha supuesto un auténtico dolor de muelas para estos cazadores: Predalien.
El Predalien es la presa definitiva del Depredador y tiene lógica
En Aliens vs Predator: Duel de Randy Stradley y Javier Saltares, un equipo de Marines Coloniales se despliega en un mundo lejano para ver si quedan restos de material útil después de un ataque de extraterrestres en un asentamiento humano aproximadamente un año antes. Cuando llegan ahí, descubren restos de la contienda, así como lo que parece una nave Yautja varada. En ella encuentran un alienígena herido, y deciden recogerlo de cara a la investigación de la tecnología y la biología de esta particular raza. Desafortunadamente, esta criatura no era el único alienígena en la nave, ya que también había una ponedora de huevos xenomorfa y una cámara entera llena de estos monstruos del espacio esperando presas y huéspedes con los que continuar su letal ciclo de vida.
Los Marines Coloniales pronto se ven rodeados por estas criaturas, y resulta que hay una sorpresa: el Predator que los soldados secuestraron para llevárselo de cara al estudio, está impregnado con un xenomorfo en su interior y, en poco tiempo, nace el Predalien. Un ser peligroso, fisicamente poderoso y más inteligente que la media de los otros monstruos a los que los Yautja se enfrentan constante en más de un millar de mundos. El miedo y el rechazo al Predalien por parte de los Yautja tiene lógica: este ser es una afrenta a todo lo que los Predators creen y representan.
Este tipo de aberraciones genéticas está en contra del sistema de creencias y la religión de Yautja, ya que ellos siempre han abogado por un equilibrio cósmico de cazadores y presas. La fusión de los dos en un extraterrestre de estas características se considera como una abominación. Una profanación que debe ser cazada y erradicada. Se trata de la presa definitiva.