Justin Lin ha encontrado proyecto. El director, que dejó Fast X por desavenencias con Vin Diesel, ha anunciado que dirigirá One Punch Man para Sony Pictures. Es un proyecto largamente deseado para la major, que lleva varios años configurando un blockbuster que adapte el popular anime. Scott Rosenberg & Jeff Pinkner, guionistas de Jumanji: The Next Level y Venom, se encargarán de firmar el guion original.
Sony y Shueisha colaborarán en un film muy ambicioso que narrará las aventuras de Saitama
Ari Arad, responsable de filmes como los de la saga Spider-Man, está produciendo la película en colaboración con el propio Lin, que está encabezado una reescritura del guion finalizado en 2020 con la intención de comenzar la producción a finales de año.
Muy popular tanto en Japón como en todo el mundo, siendo uno de los anime revelación de los últimos tiempos, One Punch Man sigue la historia de Saitama, un superhéroe que puede derrotar a cualquier oponente con un solo golpe, pero el cual busca encontrar un oponente digno después de aburrirse por la falta de desafíos en su lucha contra el mal.
Sony espera que One Punch Man se convierta en la primera piedra de una saga con un buen número de secuelas y productos derivados, algo similar a lo que están haciendo con Spider-Man. La serie debutó en 2009 de la mano del artista japonés One en formato web cómic, y no tardó en volverse viral, contando en 2012 con su primera impresión, publicándose en Tonari no Young Jump Next de Shueisha con ilustraciones de Yusuke Murata junto con el citado One. La serie se acabó convirtiendo en un enorme con ventas en todo el mundo con más de 30 millones de copias a sus espaldas.
Cuando la edición en inglés publicada por VIZ Media debutó en los EE. UU. en 2015, el primer y segundo volumen figuraron en la lista de los más vendidos de manga del New York Times y fueron nominados para un premio Eisner y Harvey. Desde entonces, la popularidad de One Punch Man ha crecido como la espuma, con un anime, un videojuego y varios títulos para dispositivos móviles. Lin planeaba terminar la serie Fast and Furious, pero tuvo que dejar la cinta de Universal por las diferencias con Diesel, que llegaba tarde a los rodajes y cambió el devenir de una producción de la que él era el máximo responsable.