La palabra de moda: metaverso. Tras el pomposo anuncio de Mark Zuckeberg y Facebook de inaugurar en pocos años un metaverso colosal en el que cientos de millones de personas vivan y se relacionen entre ellas, muchas compañías como Disney corrieron a anunciar sus propias versiones de la idea. Ahora, el creador de Second Life, Philip Rosedale, todo un pionero en el desarrollo de mundos virtuales, ha arrojado sus dudas sobre los planes de Facebook para crear su propio metaverso. No lo ve claro.
¿Los futuros metaversos en la cuerda floja? El fracaso de Second Life es una lección
Rosedale tiene muchas preguntas al respecto de los espacios digitales en los que millones de personas vivan y se relacione entre ellas. Al principio del Siglo XXI, Second Life, la plataforma online que permitía a los jugadores crear avatares y establecerse en un mundo virtual, triunfó sobre sus competidores.
Nos permitía disfrutar de un universo gigantesco, jugando con otras personas y ofreciéndonos la posibilidad incluso de asistir a conciertos, mítines políticos o incluso disfrutar de museos y exposiciones. En Linden Labs, lugar en el que Rosedale trabajó desde 1999 a 2013, entendieron el concepto de metaverso antes que nadie, aunque en comparación a la idea de Facebook y Zuckerberg lo cierto es que era muy rudimentaria. En cualquier caso, contó con más de un millón de usuarios y caló.
"Creo que lo que hemos aprendido, y con algo de tristeza, dado el trabajo que he hecho, yo mismo tendría que estar de acuerdo, es que no es para todos, y tal vez nunca lo sea", confirmaba Rosedale a Axios. "Inevitablemente todos pasaríamos una fracción cada vez mayor de nuestras vidas en un mundo virtual", remarca, explicando que Second Life les enseñó que hay gente que quiere huir de su realidad y buscar largos periodos de descanso y desconexión en un escenario virtual. Pero esto, como os comentábamos en Vandal Random, puede llegar a tener graves consecuencias para la salud mental.
"Todavía surge esta importante pregunta de qué es lo que hará que, ya sabes, la gente normal, la mayor parte del tiempo, esté dispuesta a entrar en estos espacios online. Y creo que todavía no hemos respondido a esa pregunta", explica en relación al tiempo perdido, más allá del ocio, que podremos experimentar cuando estemos conectados al metaverso o relacionándonos con él. Al fin y al cabo, serán los usuarios los que determinen el uso real de este nuevo escenario tecnológico, tan poderoso como impredecible. "Es posible que puedan crear un espacio público, que puedan ser algo positivo para la gente, donde puedan ir y hacer nuevos amigos, donde puedan gritar por la injusticia", concluía en relación.