Análisis de Philips Evnia 27M2N5901A: El primer monitor que trae el 'Dual Mode' a la gama media

Cuando vamos a elegir un nuevo monitor para nuestro setup nos tenemos que plantear muchas cosas, como qué tamaño elegir o el tipo de panel. Además, hasta hace no tanto también debíamos elegir entre apostar por una resolución más alta o una tasa de refresco más rápida en función de los títulos a los que jugamos habitualmente, dejando al jugador más todoterreno un poco en tierra de nadie.

De un tiempo a esta parte ha comenzado a aparecer una solución a este problema gracias a monitores con la llamada tecnología "Dual Mode". Esta nos permite cambiar de una alta resolución 4K y una tasa de refresco de, por ejemplo, 144 Hz o 240 Hz, a una de 1080p, recortando la densidad de píxeles para elevar la tasa de refresco a 320 Hz o más.

Esta tecnología Dual Mode era prácticamente exclusiva de los paneles OLED o QD-OLED, pero Philips ha decidido romper esta barrera con el Evnia 27M2N5901A, un monitor que democratiza el concepto del "modo dual", construyendo el monitor en torno a un panel Fast IPS con un precio de venta que ronda los 439 € en las tiendas y una propuesta clara: ofrecer la versatilidad de la gama alta premium en un formato accesible y técnicamente robusto.

Especificaciones técnicas

Diseño, montaje, peana y primeras sensaciones a la vista

Ya sabéis lo que nos gusta en Vandal empezar los análisis de hardware y periféricos hablando de las primeras sensaciones cuando sacamos un producto de su caja, ya que es algo que a muchos se nos suele quedar marcado cuando nos llega una nueva pieza de nuestro setup a casa.

El empaquetado es bastante acertado; el monitor viene bien protegido y en cuanto lo sacamos de la caja comenzamos el proceso de montaje, empezando por la peana en V, que se instala con mucha facilidad, algo ya bastante habitual en el mercado. Las peanas en V suelen tener opiniones bastante divididas por el espacio que ocupan en escritorios pequeños, aunque en este caso Philips ha hecho que los extremos no sobresalgan demasiado con respecto a la posición de la pantalla para evitar esto.

Posteriormente procedimos a montarlo en el brazo de monitor que utilizamos habitualmente en nuestro setup y sí, tiene compatibilidad VESA 100 x 100 mm para que podamos atornillarlo sin problemas, dándonos una mayor libertad de movimiento y ahorrándonos espacio en el escritorio.

A nivel estético la serie Evnia de Philips se aleja de ese estilo "gamer" que sigue siendo bastante habitual (aunque si preguntáis al que os escribe por suerte cada vez está más pasado de moda), saturado de plásticos negros y líneas agresivas. Este 27M2N5901A mantiene esa línea de la marca con un diseño sofisticado, limpio y con un acabado en blanco roto ligeramente texturizado que encaja en cualquier setup.

La construcción tiene un fuerte énfasis en la sostenibilidad, utilizando un 85 % de plásticos reciclados posconsumo en el chasis y un 35 % en el soporte. Esto no afecta en ningún momento al tacto ni a la calidad de construcción, que está perfectamente alineada con su precio.

Jugando con el Evnia 27M2N5901: Dual Mode y una buena calidad de imagen

El corazón de este monitor reside en su capacidad camaleónica y en su relación calidad/precio que lo hacen una opción que tras probarlo creemos que es una de las más interesantes si buscáis una pantalla 4K con un precio ajustado y además os gusta disfrutar de juegos competitivos como Counter-Strike 2 o Valorant.

Como podéis esperar, hemos usado el monitor tanto para trabajar como para jugar y reproducir contenido multimedia. Vamos a comenzar hablando del que quizás sea su aspecto más llamativo: el Dual Mode, del que ya os comentamos algo por encima al principio del texto.

Así funciona el Dual Mode

A diferencia de los monitores tradicionales que simplemente escalan la imagen cuando modificamos la resolución, la tecnología Dual Mode de este Evnia reconfigura el funcionamiento del panel por completo, lo que nos permite escoger entre una mayor densidad de píxeles con la resolución 4K o reducir el número de píxeles pero aumentar su velocidad.

Por un lado, tenemos el modo 4K a 160 Hz que se nos antoja una tasa de refresco suficiente para esta resolución ya que a excepción de los equipos más potentes con gráficas de nueva generación de NVIDIA (las GeForce RTX 50 Series) con la generación de frames múltiple, pocos van a ser capaces de alcanzar los 160 FPS para aprovechar esta tasa de refresco. 

En este escenario, el panel IPS despliega sus 8,3 millones de píxeles para ofrecer la máxima densidad de información. Es el modo nativo pensado para trabajar, consumir contenido multimedia y disfrutar de títulos "Triple A" donde la atmósfera y el detalle gráfico son protagonistas. La tecnología Fast IPS garantiza aquí una reproducción de color vibrante, apoyada por esa cobertura del 130% del espacio sRGB.

Por otro lado, al activar el Modo 1080, el monitor transforma su comportamiento para priorizar la velocidad pura, alcanzando una tasa de refresco de 320 Hz. Esto permite reducir la latencia de entrada al mínimo y ofrecer una fluidez de movimiento tremendamente satisfactoria cuando estamos jugando, sobre todo, a shooters competitivos en los que la resolución no importa en demasía y que, de hecho, estamos hasta acostumbrados a jugarlos a 1080p o incluso menos (hola de nuevo, CS).

Una buena calidad de imagen y, sobre todo, reproducción del color

Además, estamos muy contentos con la calidad de imagen del monitor en general. Su cobertura del 95 % del espacio de color DCI-P3 se nota a la hora de percibir colores muy ricos mientras jugamos siendo además un valor no muy habitual en monitores de este rango de precios, y va a ser un salto más que evidente para los que tengáis un monitor veterano. Por otro lado, gracias al tiempo de respuesta de 1 ms (GtG) la imagen se ve muy nítida incluso cuando hacemos giros bruscos de cámara, mientras que con la tecnología Smart MBR Sync se sincronizan los Hz y los FPS de la gráfica para evitar el tearing.

Para terminar, vamos a hablar del punto flaco del monitor, que son el HDR y los negros del panel IPS. Como podéis imaginar, en juegos coloridos o escenas claras el HDR con la certificación DisplayHDR 400 funciona bastante bien con sus 450 nits de brillo máximo. Está por debajo de los HDR más avanzados que vemos en monitores de gama alta, pero es funcional. Eso sí, su contraste y el tipo de panel hacen que los negros no sean demasiado profundos, algo que notaremos en survival horror o juegos con una paleta de colores más apagada. Aun así, no debemos olvidarnos del precio de la pantalla; teniendo todo en cuenta, estamos muy contentos con el rendimiento general del Evnia 27M2N5901A.

Ecosistema Evnia: Ambiglow, KVM y software propio

Philips rodea a sus monitores Evnia de un ecosistema de funcionalidades pensadas para mejorar la experiencia de usuario. La más llamativa es sin duda Ambiglow, ahora potenciado por IA. Este sistema analiza la imagen que se muestra en el monitor para proyectar un halo de luz trasera que coincide en color y brillo con lo que estamos viendo en ese momento, buscando aumentar la inmersión.

En el apartado de la conectividad, el monitor incluye un puerto USB-C con 65W de entrega de energía que permite conectar un portátil con un solo cable para poder usarlo junto a esta pantalla mientras lo cargamos. A esto se suma el conmutador KVM integrado, una herramienta vital para quienes usan varios equipos, ya que permite controlar dos ordenadores distintos usando el mismo teclado y ratón conectados al monitor.

Por último, el software Evnia Precision Center y funciones como el Smart Crosshair (que cambia el color de la mira según el fondo para que siempre sea visible) o el ShadowBoost (que aclara zonas oscuras sin quemar las claras) completan el paquete de herramientas digitales.

Conclusiones

El Philips Evnia 27M2N5901A es, simple y llanamente, uno de los monitores más interesantes que podemos encontrar en su rango de precios, disponible actualmente en tiendas como PcComponentes o Amazon por 430,99 €.

Es difícil encontrar un monitor con estas prestaciones a este precio, con un dual mode "democrático" que nos permite intercalar con facilidad entre lo que podríamos llamar "modo calidad" y "modo competitivo". Ofrece una cobertura de color muy buena, un HDR que en negros quizás sí deja alguna cuenta pendiente (normal dentro de este arco de precios) y características como Ambiglow para dar un extra de inmersión que le sienta muy pero que muy bien.

*Hemos realizado este análisis gracias a un monitor cedido por Philips.