Dan Greenwalt, que ya estuvo ayer en la presentación de Microsoft mostrando el juego, nos enseñó Forza Motorsport 3 en una presentación a puerta cerrada en la que nos desveló algunas de las claves del que Microsoft espera que se convierta en el referente de los juegos de conducción y simulación. Como ya le ocurrió a las dos primeras entregas, no lo tiene nada fácil contra su rival Gran Turismo, pero en la presentación nos ha quedado claro que independientemente de cuál sea el que satisfaga más a los fans del realismo, Forza Motorsport 3 será uno de los grandes títulos de Xbox 360 estas Navidades.
Para dar un salto cualitativo en su simulación, el equipo de Turn 10 Studios ha comenzado desde cero un nuevo motor gráfico, que permite modelados más realistas, daños en tiempo real más detallados, circuitos más complicados y, sobre todo, que el juego se mueva a 60 fotogramas por segundo constantes, la asignatura pendiente de la anterior entrega de Forza Motorsport, lanzada en 2007.
Por lo que pudimos ver, el motor gráfico ha mejorado muchísimo, así como el modelado de los coches. Los daños en tiempo real, una de los puntos fuertes de la saga, han continuado mejorando, y además ahora existe la posibilidad de que el coche vuelque, no solo rebote contra los muros u otros vehículos.
Greenwalt se aseguró de que hubiese colisiones trucando la inteligencia artificial, para así poder experimentar choques impactantes. Los vuelques causarán vueltas de campana, y los daños provocados por una de estas espectaculares colisiones se notan mucho: el coche no solo se abolla, sino que la pintura se rasca, e incluso caen trozos de chapa, progresivamente (no partes enteras, sino partes de esas partes), haciendo que el resultado sea muy llamativo, y más si sumamos la suciedad que se pega a la carrocería. No hemos visto ningún sistema de daños tan realista y espectacular.
Otra de las grandes ventajas del motor gráfico, en la que Greenwalt hizo hincapié, es que las ruedas del coche se mueven, y de ese movimiento y rozamiento contra el asfalto se beneficia la simulación de la conducción. De este modo, el movimiento y la establidad del coche dependerán de cómo se muevan las ruedas, y los cambios en tracción, llantas y neumáticos se notarán no por una serie de cálculos simulados, sino por una simulación real de las ruedas rodando, no deslizándose, sobre el asfalto. La exhibición gráfica se completa con un modelado más detallado de los coches, y escenarios con más polígonos y con texturas de mayor calidad.
Aparte del sensacional apartado gráfico, una de las cosas que más enfatizó el productor es la adaptación del juego a todos los públicos. El primer Forza innovó a la hora de trazarnos una trayectoria ideal, con un código de colores que cambiaba dinámicamente según tuviésemos que acelerar y frenar. Esta nueva entrega amplía el repertorio de configuraciones en este sentido y permitirá, o eso es lo que Greenwalt dice, que el juego cumpla las exigencias del más afanado amante de la simulación automovilística, pero que al mismo tiempo sea accesible, con todas las ayudas activadas, para un niño de seis años. Incluso, según comentó, ambos podrían enfrentarse online y el niño tendría alguna posibilidad. Su condución sería más estable, sin riesgos, mientras que la del experto tendría más recompensas -más velocidad, claro- si le salen bien las cosas. Por supuesto, habrá carreras con las mismas ayudas para todos los corredores.
La parte online de forma también adoptará un papel muy importante, como ya lo hizo en la segunda parte. Las opciones de configuración de coches son mayores que nunca, y Microsoft espera que con la posibilidad de compartir coches, pinturas y demás, la fuerte comunidad del segundo juego siga creciendo. Particularmente destacaron el editor de vídeos, que esperan que se convierta en una especie de Youtube de amantes de la conducción, donde unos pocos creadores acaben alcanzando cierto seguimiento y "compitan" entre sí por ser los más visitados de Forza TV.
Un juego de coches no es nada sin ellos, y Forza ofrecerá un repertorio de más de 400, incluyendo desde modelos actuales hasta clásicos de hace muchos años, todos ellos configurables. Greenwalt explicó que mucha gente no sueña con comprarse el Ferrari en el juego, sino en coger su Fiat y modificarlo y mejorarlo hasta que pueda medirse mano a mano con él, cambiando poco a poco sus partes, progresando en carreras, ganando dinero, etc... el modo carrera nos permitirá esto, con una duración de unas 50 horas, según el productor, y un sistema inteligente que nos irá presentando eventos en un calendario anual. El juego analizará qué coches tenemos y cuáles son sus posibilidades, y nos irá proponiendo carreras que se ajusten a esos parámetros, de entre un repertorio de más de 200 eventos. El juego contará con unos 100 circuitos, y aunque no se nos demostró en vivo, la inteligencia artificial ha mejorado, incluyendo un sistema de presión a los coches rivales, que serán más agresivos e intentarán adelantarnos de forma más inteligente.
El talón de Aquiles, sin embargo, podría estar en las carreras online. Ante nuestra pregunta de cuántos jugadores soportará, la respuesta fue ocho, pero matizada. Greenwalt explicó que muchos juegos de coches prometen muchos jugadores, pero que luego las carreras tienen retardo, o no se llegan a completar con todos los contendientes por motivos de distribución geográfica. Forza Motorsport 3 promete y asegura ocho jugadores "sólidos", de cualquier parte del mundo y sin retardo ni ningún tipo de problema.
Minutos después pudimos probar el juego en la propia zona de Microsoft, y comprobar cómo ha evolucionado con respecto a Forza 2. La mejora del motor gráfico se nota y llama mucho la atención, porque supone un gran salto en los dos años que han pasado entre el lanzamiento de Forza 2 y esta tercera parte. Aparte del mayor nivel de detalle en todos los aspectos, se ha duplicado la velocidad de refresco, lo que como todo buen amante de este tipo de juegos sabe es vital para la sensación de velocidad, muy superior a la de Forza 3. La simulación y la inteligencia artificial de los coches también han mejorado, aunque por desgracia no hemos tenido tiempo de comprobar cuánto.
Forza Motorsport 3, el secreto a voces de Microsoft, será una compra obligada para los aficionados a los simuladores de la conducción, pero el objetivo de Turn 10 es llegar a todos los jugadores. No a los que compran un juego de coches al trimestre o uno al año, sino llegar hasta los que se compran uno por década, en palabras de Greenwalt, que verdaderamente transmitía mucho entusiasmo por su nuevo proyecto. Su gran rival está en otra plataforma, y la distancia entre los dos parece estarse acortando.