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Género/s: Granjas / Simulación
Fecha de lanzamiento:
WII:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Marvelous
Producción: Rising Star Games
Distribución: Rising Star Games
Precio: 39.95 €
ANÁLISIS

Impresiones Rune Factory Frontier

Los creadores de Harvest Moon preparan el lanzamiento de su prometedor juego de rol. Primeras impresiones.
Versión Wii.

Harvest Moon siempre ha sido una de esas obras que cuenta desde sus orígenes con una legión de fans más que importante, asegurando así el éxito -comercial- entre entregas. Mucho ha llovido desde su entrega original, lanzada en 1996 para la ya difunta Super Nintendo, con multitud de títulos para casi todas las plataformas, portátiles inclusive. Gracias a su éxito, cada vez más notable, en 2006 los desarrolladores decidieron dar un giro inesperado en la saga para conmemorar el décimo aniversario de la misma, naciendo así un título para Nintendo DS que sorprendió a propios y extraños gracias a su mezcla de géneros: Rune Factory, donde el rol y la granja unieron las manos en un juego más que notable.

Poco tardaron en darse cuenta del potencial del spin off de la serie, anunciando al poco tiempo una segunda parte para la portátil y una nueva entrega para Wii, siendo ésta el juego que hoy nos ocupa.

Ha llegado la hora de ganarse las lentejas y sobrevivir a golpe de wiimote.

El chico, la chica y la granja

La historia de Frontier nos pone en la piel de Raguna, un chico que fue salvado de su soledad y desgracia gracias a Mist, una joven chica que misteriosamente desaparece de un día para otro. Decidido, nuestro protagonista se arma de valor y víveres con el fin de encontrarla, siendo la misión un éxito apenas comenzado el juego. Poco después de encontrar a Mist, ésta nos explicará que alguien la ha llamado en sueños y que debe permanecer en su nuevo hogar, por lo que nos proporcionará una casucha abandonada que tendremos que cuidar para establecerla como nueva vivienda. Aquí comienza nuestra nueva vida.

De esta manera nos encontramos con unos terrenos que están de lo más descuidados ya que evidentemente los años no pasan en vano para nadie. ¿Nuestra primera misión? Limpiar todo el desastre y plantar algo de vida en nuestras tierras. Los jugadores que ya le hayan echado el guante a anteriores juegos de la franquicia sabrán que hacer desde el momento en el que nos proporcionan las primeras herramientas. Para los recién llegados comentar que la mecánica del cultivo resulta de lo más simple: remover la tierra, plantar semillas, regar y repetir día a día. La cosa no quedará ahí, puesto que establecer nuevas relaciones entre los habitantes del pueblo, adentrarnos en las peligrosas mazmorras y capturar los monstruos que aparezcan en ellas para que sirvan de ganado y conseguir nuevos objetos y víveres serán otras de las acciones que deberemos cumplir.

Al contrario que Harvest Moon, Rune Factory tiene una historia prefijada que no se basa solo en cuidar la granja durante un periodo de tiempo. La trama principal del juego se irá desarrollando a medida que vayamos progresando en la granja, así como vayamos completando las distintas mazmorras que existen en la región. Sin embargo, lo que hace tan interesante a Rune Factory es la cantidad de cosas que hay por hacer desde el primer momento de juego. Dejando a un lado el obtener beneficios de nuestras tierras, la cantidad de posibilidades que el juego pone a nuestra disposición es asombrosa. Por ejemplo, podremos conocer a multitud de pretendientes en el pueblo que podrán convertirse en la madre de nuestros hijos -previo paso por el altar-, aunque para ello haya que conquistarlas de manera constante, aumentar los atributos de nuestro personaje -pesca, cocina, medicina, lucha…-, asistir a festivales puntuales, etc.

Por otro lado y como no podía ser de otra manera, el factor temporal será una constante en el videojuego, estableciendo la relación a un segundo por minuto. Es decir, 24 minutos en la vida real equivalen a un día en el videojuego, lo que podría llegar a desesperar a más de uno por la cantidad de cosas por hacer que hay. Además, no todo estará disponible desde el principio, sino que habrá eventos que solo ocurrirán a plena luz del día, mientras que otros solo lo harán a la luz de la luna, así como festivales que solo ocurren un día determinado. Los comercios funcionan exactamente igual, cumplen el horario establecido -cerrando por completo los días festivos y cuando se celebren festivales-, aunque por suerte cuando estemos en un interior el tiempo de juego se detendrá.

La cantidad de localizaciones que existen en el juego aseguran un grado de variedad digno de mención, comenzando con el pueblo, que lejos de ser una mera excusa para colocar tiendas y celebrar los festivales, es lo suficientemente grande como para perdernos si no conocemos bien el camino. Importantes serán, también, las tiendas y comercios que iremos encontrando a lo largo y ancho de la villa, conociendo a personajes de lo más carismáticos y a posibles pretendientes, con las que tendremos una serie de ventajas en función de la mujer que queramos a nuestro lado el resto de nuestra vida.

Alternando el hacha y la espada

El componente de rol que ofrece Rune Factory es bastante claro y adictivo: mazmorras con sus pisos determinados, enemigos y jefe final. Para sobrevivir en éstas tendremos que ir bien preparados con las armas que obtendremos gracias a la herrera del pueblo, quien estará encantada de facilitarnos nuevo equipamiento siempre y cuando abonemos la cantidad "justa" de dinero. A lo largo de las mazmorras nos daremos cuenta de lo importante que es el dinero, pues si contamos con una equipación poco fiable enseguida caeremos rendidos a los pies de los monstruos.

El nivel de nuestro personaje también será importante, no solo para ejercer un mayor daño a nuestros enemigos, sino también para ejercer de granjero. Es decir, obtendremos nivel por casi todas las acciones que realicemos, desde regar, labrar, cocinar e incluso plantar semillas, hasta llegar al nivel de ataque, defensa y demás. A mayor nivel, mejor realizaremos las acciones deseadas, por lo que habrá que estar bien entrenados si queremos hacer un buen trabajo. También hay que tener en cuenta, tanto en las mazmorras como fuera de ellas, es nuestra fuerza vital, que, alejada de la vida, es lo que nos mantendrá en pie en todo momento. Por ejemplo, cada vez que realicemos una acción -ya sea labrar el campo o ejecutar una estocada contra un enemigo- el medidor disminuirá, pudiendo recuperarlo mediante comida o tomando baños relajantes. Si bien es cierto que las batallas son simples, el sistema es lo suficientemente profundo como para no aburrir o hacerse repetitivo. También contaremos con una serie de "atajos" para ir cambiando de arma mediante la cruceta del wiimote, así como asignar objetos de recuperación, etcétera.

Redefiniendo la belleza

Harvest Moon siempre ha sido una franquicia que ha apostado por la fantasía y los colores vivos a la hora de representar el universo en el que ocurre la acción. Evidentemente Rune Factory no iba a ser una excepción, por lo que enseguida nos daremos cuenta de la magia que despierta el título desde los primeros compases de la acción.

Técnicamente el juego cumple notablemente, con unos escenarios de lo más vistos y coloridos, así como unos personajes que cuentan con un buen puñado de polígonos a la hora de ser representados. Si bien es cierto que no es ningún título puntero gráficamente, cuenta con los suficientes detalles como para dejarse jugar sin ver barbaridades o errores que mermen la jugabilidad del título. El diseño de los personajes -tanto en 3D como su representación en 2D a la hora de hablar- es bastante bueno, recordando a lo visto en anteriores entregas de la serie. Por otro lado también seremos testigos de una serie de secuencias al más puro estilo anime -o dibujos animados japoneses- que presentarán tanto la introducción del juego como los momentos más importantes de la trama principal. Dichas secuencias podrán ser vistas una y otra vez en el apartado memorias del juego.

Por otra parte la banda sonora del videojuego cuenta con la suficiente calidad como para hacerse un hueco en el corazón del jugador. Los temas son propios y acompañan perfectamente la acción, tanto dentro como fuera de las mazmorras, con temas heroicos en los momentos más duros de la batalla y piezas más tranquilas en el momento de la recogida de frutos. Las voces de la obra jugarán un papel especial dentro del título a la hora de representar a los personajes, aunque por desgracia no todos los textos están doblados, sino una serie de secuencias -lamentablemente son escasas-, perdiendo parte de la esencia de los personajes.

Prometedor, muy prometedor

Rune Factory Frontier parece ser una de las apuestas seguras dentro del panorama del rol en el catálogo de la consola. Además, los componentes sacados de Harvest Moon pueden encandilar no solo a los seguidores de la franquicia, sino también a los recién llegados que tengan curiosidad de ver cómo cuajan los personajes dentro de un ámbito mucho más social e interactivo.

Quizá podría compararse con uno de los juegos estrella de Nintendo: Animal Crossing, cuya comparación con Harvest Moon fue de lo más merecida cuando salió al mercado en Nintendo Gamecube. Por suerte, cada título cuenta con las suficientes diferencias palpables dentro del género, siendo esta nueva entrega de Marvelous todo un proyecto digno de seguir de ahora en adelante, pues si las entregas de Nintendo DS gozan de una calidad notable, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que este Frontier sigue la misma estela que sus predecesores. El juego llegará a las tiendas españolas a finales de año.