Que la nueva filosofía de Nintendo para atraer a las masas que desconocían total o parcialmente el mundo de los videojuegos es un éxito sin precedentes está claro. Desde el lanzamiento de Wii hasta ahora hemos podido ver una clara progresión de ventas, así como títulos de mayor calidad y para todos los gustos, aunque uno de los puntos flojos del catálogo actual de la consola de la gran japonesa es que son pocos los títulos del más que ansiado género rol o rpg que han aparecido en la consola. La última entrega de la famosa franquicia Zelda, un nuevo capítulo de Paper Mario, así como una secuela directa de Fire Emblem no son suficientes para saciar el apetito del jugador, por eso, Koei anunció hace varios meses el desarrollo en exclusiva para la máquina de Nintendo de Opoona, un juego de rol con un toque muy peculiar.
Un héroe pequeñito
La obra cuenta la historia de Opoona, un joven que pertenece al grupo de guardianes del cosmos y que, por culpa de un accidente aeronáutico, queda huérfano de padres, quedando nuestro protagonista atrapado en el planeta Landroll. La misión de nuestro intrépido aventurero, que por el contrario mide menos de un metro de altura, será la de encontrar sus hermanos, que han desaparecido a causa del accidente, así como investigar qué ha sucedido, cómo se ha producido, quién lo ha provocado, etc.El ambiente futurista del juego es evidente, pudiendo ir de colonia en colonia en función de nuestras necesidades o eventos en la historia, aunque para ello necesitaremos hacer uso de las licencias, que nos permitirán tener libre acceso a toda al mundo de Opoona. Hacer vida en Landroll será indispensable para avanzar en la aventura. Por un lado tendremos que realizar una serie de trabajos –misiones como ejercer de detective privado para gente del pueblo, rescatar un objeto perdido, etc.- sin descuidar la vida social en el mundo, pues hacer amigos será importante en el mundo de Opoona, pese a que ninguno de los amigos cambiará el curso de la historia o la modificará en exceso, tal y como ocurre en juegos como Mass Effect, donde los personajes secundarios toman un papel muy importante dentro del transcurso de la trama.
Un control novedoso, aunque extraño
Además, como no podía ser menos en un juego de rol, las batallas tomarán un papel fundamental en el juego, pues tendremos que hacer frente a multitud de peligros que impedirán las misiones de nuestro cabezudo amigo. Hay que decir que será la pequeña esfera que tiene nuestro héroe la protagonista de las batallas, cargando ataques, dirigiendo misiles o utilizando habilidades especiales de nuestros protagonistas, pues, como viene siendo habitual en este tipo de juegos, contaremos con la ayuda de varios aliados en la aventura que harán de soporte fundamental en las batallas y la historia. Gracias a la colaboración entre los miembros del grupo seremos capaces de realizar movimientos combinados de gran poder que acabarán en un santiamén con los enemigos más poderosos del juego, pese a requerir una tiempo de carga más grande, exponiéndonos a los ataques enemigos.El control del juego dará mucho que hablar entre los aficionados del género, pues es el primer juego de rol que se controla empleando exclusivamente el nunchuk, aunque éste esté conectado al Wiimote. Como era de esperar, para mover a nuestro personaje utilizaremos el stick analógico del mando; para realizar según que acciones como hablar, emplearemos botones, mientras que para los combates serán nuestros movimientos con la mano los encargados de realizar la magia, cargar un ataque potente o ponerse a cubierto de nuestros enemigos. Aunque para todos aquellos a los que este peculiar control no les satisfaga, el juego tiene la opción de configurar el mando para incluir el Wiimote como soporte, así como jugar con el mando de control clásico, suprimiendo la experiencia de juego en cuanto a movimiento se refiere.
Técnicamente pasable
Al hablar de los gráficos de Opoona no podemos negar que la felicidad que irradian los decorados está perfectamente plasmado en los gráficos que presenta el juego, multitud de colores inundarán nuestro televisor al pasear por las diversas colonias espaciales que nos presenta el juego, aunque no todo será brillo y color. Los gráficos, representados con la técnica Cell Shading que puso de moda el extinto juego de Dreamcast, Jet Set Radio y que años más tarde sirvió de inspiración para la entrega Wind Waker de Zelda, volverán a pasar a un segundo plano, pues aunque los personajes y escenarios estén bien definidos, tienen una carencia evidente de detalle, haciendo que los gráficos, que podrían haber sido uno de los puntos más fuertes del juego, pequen de vacíos o insípidos.Por otra parte, las melodías encajarán perfectamente con la armonía que presenta el juego, pues el compositor Hitoshi Sakimoto, compositor de la doceava entrega de la popular saga Final Fantasy, será el encargado de poner música a este simpático universo. El juego carece de voces, tanto para los protagonistas principales de la aventura como para los demás, teniendo que imaginarnos las voces de los personajes para meternos de lleno en la aventura, algo que disgustará a los jugadores que suelan leer con la voz acompañada, pues desde luego no es lo mismo leer mientras vas escuchando las líneas de texto en inglés que hacerlo a palo seco.
Opoona no parece ser un juego que vaya a romper el mercado, tal y como ha hecho recientemente la cuarta entrega de Grand Theft Auto, aunque no deja de ser una opción interesante para los aficionados al género japonés que tanto gusta por estos lares. El lanzamiento de la producción de Koei está previsto para el próximo 25 de julio y, aunque no hay una confirmación latente en cuanto a la localización a nuestro idioma del juego, confiamos en que, al ser un título donde la historia juega un papel fundamental en el desarrollo de la aventura, llegará traducido al idioma de Cervantes.