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Plataformas
Género/s: Puzle
Fecha de lanzamiento:
WII:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Ignition Entertainment
Producción: Ignition Entertainment
Distribución: Ignition Entertainment
Precio: 49.95 €
Jugadores: 1
Formato: 1 DVD
Textos: Español
Online: No
ANÁLISIS

Avance Mercury Meltdown Revolution

Mercury aterriza en Wii dispuesto a aprovechar las posibilidades del Wiimando.
Versión Wii.

Wii es la plataforma ideal para que planteamientos clásicos del mundo del videojuego sean reciclados gracias a su versátil mando. El sensor de inclinación con el que cuenta la nueva consola de Nintendo encuentra su aplicación más directa en puzles inspirados en el atemporal concepto de Marble Madness: conducir una bola por un laberíntico escenario desde el punto A al punto B. Así, ya contamos con Monkey Ball: Banana Blitz en el catálogo de la consola desde el día de lanzamiento, al que pronto se unirán Kororimpa, y el juego que nos ocupa, Mercury Meltdown Revolution.

Meltdown es la segunda parte de Archer MacLean’s Mercury de PSP, juego cuyo creador (el propio Archer MacLean) también cuenta en su haber con el antes mencionado Marble Madness, pero que no ha participado en esta segunda parte dada su marcha del estudio desarrollador, Ignition Entertainment, tras finalizar el primer juego.

Este primer juego iba a poder controlarse con la ayuda de un detector de inclinación para PSP desarrollado por la propia compañía, que se acoplaba a la consola vía USB.

Dadas las dificultades de la third party a la hora de licenciar y producir el periférico, no tuvieron más remedio que descartar la idea e implementar un control clásico con el stick analógico.

Antes de aparecer en Wii con el subtítulo Revolution (en clara alusión al nombre en clave de esta consola), Meltdown fue lanzado para PSP (su plataforma original), y porteado para PS2 con la coletilla Remix.

La premisa de Meltdown Revolution seguirá siendo la misma que la de sus versiones de otras plataformas, es decir, llevar a una gota de mercurio de punta a punta de los cerca de 160 niveles repartidos en 17 mundos que componen el juego. Lejos de ser un camino de rosas, los laberintos están llenos de trampas en forma pasajes estrechos en los que corremos el riesgo de verter nuestra gota al vacío, cortantes esquinas o cintas transportadoras capaces de dividir nuestra gota en otras más pequeñas, y por supuesto rompecabezas en los que lo importante será teñir el mercurio del color requerido para activar interruptores. El objetivo de los niveles no sólo consistirá en llegar a la meta, sino en hacerlo con un porcentaje mínimo de metal líquido y por debajo del tiempo impuesto.

Esta segunda parte destaca además por el uso de la técnica de texturización cell-shading, en contraposición a los gráficos más realistas de la primera parte. El cambio, que ha sido motivo de controversia, no busca un aire más caricaturesco ni desenfadado, sino una nueva estética capaz de proporcionar algo de personalidad al título. Ciertas características en este sentido, como el brillo de la bola imitando (con éxito) ser en tiempo real, permanecen inalteradas a pesar de la nueva apariencia.

La física de la gota es asimismo coherente. Al cambiar su volumen; sea porque hemos derramado parte del mercurio al vacío, sea porque la hemos dividido en otras gotas más pequeñas; su masa, y en consecuencia su comportamiento, también se ve alterado. La velocidad, aceleración, y la inercia que experimenta la gota dependerán directamente de las circunstancias de la partida, definidas por los parámetros anteriormente citados.

Llegado este punto (el comportamiento de la bola) es donde encontramos el mayor atractivo de Meltdown Revolution respecto a las versiones aparecidas en otras consolas. Y es que, a pesar de que el juego ofrecerá la opción de utilizar el mando clásico para manejar nuestro mercurio, el principal atractivo de esta conversión es el de poder controlar todo con el sensor de inclinación del mando de Wii. Tomando el mando con ambas manos en posición horizontal, todo lo que deberemos hacer es orientarlo en la posición adecuada para llevar a la bola a su lugar. Dicho control promete ser intuitivo y eficaz (no en vano se trata del concepto original para el que el juego fue creado en PSP, pero que nunca se pudo llevar a cabo), y ofrece una nueva perspectiva jugable frente a lo ya visto en otras plataformas.

En conclusión, Mercury Meltdown Revolution promete ser el Mercury definitivo, la entrega con la que Ignition Entertainment se desquitará por fin de las complicaciones surgidas en PSP y mostrará el juego en todo su esplendor, tal como fue concebido en su día. Sin embargo, la competencia del género en Wii promete ser feroz, y una jugabilidad mal implementada podría arruinar por completo el título y enterrarlo bajo el incipiente catálogo de la blanca de Nintendo. Aunque fue planeado para lanzarlo el mismo día que la consola, varios contratiempos han retrasado la fecha de salida hasta marzo. Entonces sabremos hasta qué punto merece la pena el retraso respecto a las otras versiones de Meltdown, disponibles desde el pasado año.