Spider-Man es mucho más que un simple superhéroe. Es un símbolo y un icono mundial que ha hecho volar la imaginación de numerosas generaciones con sus aventuras desde que debutara por primera vez en aquel mítico Amazing Fantasy #15. Ya sea en las viñetas de sus cómics, con sus diferentes series de televisión o con sus películas, el intrépido lanzarredes se las ha apañado para emocionarnos y hacernos vibrar con infinidad de historias repletas de acción, giros inesperados y carismáticos villanos que son ya parte de nuestra cultura popular.
Por supuesto, un personaje con este estatus y con semejante trayectoria tampoco iba a perderse la oportunidad de protagonizar sus propios videojuegos, algo que lleva haciendo desde principios de los 80. Desde entonces, hemos podido controlar a nuestro amigo y vecino Spider-Man en infinidad de títulos, algunos más afortunados que otros, y aunque entre ellos hay obras muy destacables y a las que tenemos un gran cariño por diversas razones, como Spider-Man vs. The Kingpin para Mega Drive, el juego de Neversoft para la primera PlayStation, el sorprendente y revolucionario Spider-Man 2 para las consolas de 128 bits o el divertidísimo y variado Spider-Man: Shattered Dimensions, no fue hasta la llegada de Marvel's Spider-Man en 2018 que de verdad tuvimos la sensación de "ser" este querido superhéroe.
Sí, tenía algún que otro problemilla, pero si hay algo en lo que todos podemos coincidir es que Insomniac Games creó la experiencia definitiva de Spider-Man.
Nunca antes ningún videojuego había conseguido recrear con tantísimo acierto y fidelidad su agilidad ni su forma de moverse, algo que además lograba por medio de un sistema de control extremadamente intuitivo, cómodo y accesible, por lo que cualquier jugador podía disfrutar en cuestión de minutos balanceándose por Nueva York como siempre habíamos soñado y fantaseado.
Si a esto le sumamos una historia fantástica y maravillosamente narrada, un apartado audiovisual de infarto, unos combates intensos, divertidos y con muchas posibilidades, unas misiones principales repletas de momentos épicos y espectaculares a la altura de las mayores producciones cinematográficas y un cariño extremo hacia el universo del arácnido y sus personajes, resulta fácil entender que muchos lo describiésemos en su momento como todo un sueño hecho realidad.
Ahora, cinco años después y tras ese genial capítulo intermedio que fue Marvel's Spider-Man: Miles Morales, Insomniac Games regresa con Marvel's Spider-Man 2 para dejarnos otra vez con la boca completamente abierta, un título que, por lo que ya hemos podido probar, aspira no solo a lo más alto de este increíble 2023 que estamos viviendo, sino también al Olimpo de los juegos de superhéroes.
Una historia mucho más ambiciosa protagonizada por Peter Parker y Miles Morales
Como muchos ya sabréis, estamos ante una secuela de manual que tiene un objetivo bien claro: ampliar y mejorar en todos los sentidos posibles a los dos títulos anteriores. De este modo, volveremos a disfrutar de una aventura de acción y mundo abierto que sigue muy de cerca las enseñanzas de sus predecesores, por lo que podremos balancearnos por Nueva York a toda velocidad, correr por las paredes y ventanas de los edificios y participar en numerosas actividades secundarias para combatir el crimen.
Todo lo que tanto nos gustó de Marvel’s Spider-Man y Marvel’s Spider-Man: Miles Morales está aquí y a poco que los tengáis medianamente frescos os sentiréis como en casa, ya que los controles se han mantenido prácticamente iguales con algún que otro ajuste y el sistema de desplazamiento sigue siendo una genialidad de la que resulta imposible cansarse.
Sin embargo, no habíamos terminado de ver la primera secuencia de vídeo de la demo cuando el título ya nos dejó bien claro que estamos, efectivamente, ante un producto mucho más grande y ambicioso que pretende llevar al icono de Marvel al siguiente nivel. Esto es algo que se puede comprobar no solo en lo jugable y audiovisual, sino también en lo argumental, con una historia que ahora mismo nos tiene completamente atrapados y que demuestra una mayor madurez en el guion y en la forma en la que están escritos los personajes.
La versión de prueba a la que hemos tenido acceso se sitúa en un punto relativamente avanzado de la aventura (cuánto no lo sabemos) y nos presenta dos tramas aparentemente independientes, pero que siempre se entrelazan para formar un todo. Por un lado, Peter Parker, ya en posesión del simbionte y su icónico traje negro (el cual ha sufrido un gran rediseño para el videojuego), busca desesperadamente una cura para la enfermedad de su amigo Harry Osborn, mientras que Miles Morales, el otro protagonista jugable (siendo así la primera vez en la saga en la que podremos controlar a ambos Spider-Men), se enfrenta a complejos dilemas internos sobre qué debe hacer al respecto de la fuga de Mr. Negativo de la cárcel, un villano que como bien sabréis si jugasteis al original, fue el causante de una de las mayores tragedias de su vida.
Lo primero que llama la atención es el propio tono que inunda todo, más sombrío y oscuro, con un Peter mucho más agresivo y que, sin darse cuenta, se va alejando de sus seres queridos. Y todo ello por no hablar de lo mucho que se deja llevar por la rabia y sus impulsos cuando lucha por conseguir sus objetivos. En cambio, Miles nos presenta un arco de personaje muy clásico y representativo de lo que siempre ha sido Spider-Man desde sus inicios, mostrándonos a un joven adolescente que intenta conciliar sin mucho éxito su vida normal con su labor superheroica, lo que da pie a situaciones y conversaciones muy interesantes por lo humanas y creíbles que son.
Evidentemente, todo esto se ve aderezado por la presencia de villanos tan queridos y apasionantes como Kraven o el Lagarto, cuyas tramas están estrechamente relacionadas con la historia principal y evitarán que nuestros héroes puedan tener un mínimo de tranquilidad. De hecho, si hay algo que nos ha gustado es que esta vez no hemos tenido la impresión de que haya enemigos o personajes centrales cuya presencia sea anecdótica, pues todos tienen un papel importante en el guion y sus motivaciones y arcos argumentales tienen mucho que ver con el de los demás.
No vamos a detallaros cómo se relacionan unos personajes con otros, pero os podemos asegurar que los guionistas de Insomniac Games han hilado muy fino para crear un relato coherente, emocionante y que haga justicia a todos y cada uno de ellos. De hecho, nos ha encantado lo bien escritos que están y la forma tan perfecta en la que clavan la esencia de sus contrapartidas de los cómics, dándoles en algunos casos ciertos giritos que les han sentado de fábula.
Pero si hay algo que destaca sobre la narrativa de la obra es que tiene alma. Es una historia muy humana y, sobre todo, "muy Spider-Man". Y lo es no porque salga el Trepamuros, sino por cómo está desarrollada y dirigida, así como por los temas que trata y la calidez que desprende en todo momento. Evidentemente, no sabemos si esto irá a mejor, a peor o mantendrá el mismo nivel en el resto del juego, pero el tramo que hemos jugado nos ha parecido impecable, por lo que no vemos el momento de echarle el guante a su versión final para descubrir qué nuevas sorpresas no esperan más adelante.
El poder del simbionte
Centrándonos ya en lo puramente jugable, las novedades no tardan en llegar, algo que comprobamos rápidamente cuando empezamos a combatir. En esencia, el sistema de combate es el mismo, permitiéndonos realizar combos básicos, ataques cargados para lanzar al aire a los enemigos y continuar castigándolos con un combo aéreo, usar diversos artilugios, lanzar nuestras redes para enredar a los rivales y, por supuesto, esquivar como principal maniobra defensiva. Adicionalmente, contamos con una barra de energía que podemos decidir si invertirla para curarnos o para realizar ejecuciones.
Hasta aquí todo es muy similar y al igual que en los títulos anteriores es un auténtico gustazo ver a Peter y Miles moverse en pantalla, encadenar golpes, evitar los ataques enemigos y liquidar rivales con una fluidez inaudita gracias a las transiciones tan perfectas que hay entre sus numerosas y espectaculares animaciones. Son combates que desprenden muchísimo estilo y que nos hacen sentirnos realmente como Spider-Man.
Sin embargo, ahora Peter cuenta con el traje negro del simbionte, el cual le confiere un poder descomunal, algo que se traslada a los mandos como nunca antes ningún otro videojuego había conseguido. De entrada, sus animaciones pierden cierta gracilidad y se vuelven más brutales, sacrificando elegancia por pura potencia para conseguir que cada uno de nuestros impactos y las ejecuciones resulten especialmente dolorosos.
Esto también trae consigo nuevos poderes para nuestro héroe, por lo que dispondremos de una paleta similar de Miles en la que podemos equipar cuatro técnicas que requieren de un tiempo de recarga para poderse reutilizar, las cuales ya os vamos avisando que nos han parecido extremadamente poderosas. Nos hemos visto inmersos en peleas en las que, a pesar de estar completamente rodeados, arrasábamos con todo sin apenas esfuerzo con el simbionte, ya sea agarrando a todos nuestros enemigos a la vez con unos tentáculos y estampándolos contra el suelo, provocando una especie de explosión simbionte a nuestro alrededor que no dejaba títere con cabeza, recorriendo largas distancias adoptando una forma informe para lanzarnos sobre los criminales sin que pudiesen hacer nada para librarse de nosotros o directamente pegándoles un gigantesco puñetazo que los dejaba pegados a una pared.
Como decimos, es todo un espectáculo de ver que transmite en todo momento la sensación de que lo que lleva puesto Peter no es un simple traje, sino un organismo vivo y de procedencia desconocida. Y lo que es más importante, a los mandos nos hace sentirnos como auténticos dioses de la destrucción, justo lo que nuestro héroe siente con él.
Como curiosidad, hemos visto que podemos equipar a Peter con otras habilidades que no son propias del simbionte y que usan las patas mecánicas del traje de Iron Spider, así que todo apunta a que seguirá siendo un personaje muy interesante y divertido de controlar incluso cuando no disponga de este inquietante ser.
Otra novedad que conviene destacar es que ahora hay ataques que solo podremos esquivar bloqueando. Estos se indican inicialmente con una señal de advertencia amarilla que cambia en el último momento a rojo, por lo que ya no nos bastará solo con esquivar y tendremos que estar atentos a nuestros rivales para saber qué tenemos que hacer para defendernos correctamente. Puede no parecerlo, pero aporta un poquito más de profundidad a las batallas y las hace más dinámicas, ya que, de hecho, también hay movimientos que no pueden ser bloqueados y deben esquivarse sincronizándonos correctamente con la ofensiva del rival. Estos últimos se advierten con una señal azul.
Tampoco queremos olvidarnos de la barra que necesitaremos rellenar para poder ejecutar la técnica definitiva de nuestros personajes. En el caso de Miles, podemos lanzar una gigantesca explosión eléctrica a nuestro alrededor que tiene muchísimo rango, mientras que con Peter entraremos en una especie de estado de furia asesina con el que podremos ejecutar enemigos prácticamente de un solo golpe, lo que suele traducirse en un festival de animaciones de remate que se van sucediendo a toda velocidad y que sorprenden por la enorme variedad de ellas que hay.
Aunque también hemos jugado con Miles, las novedades con él nos han parecido un poco menos notorias. Eso sí, sigue siendo muy divertido de controlar, la naturaleza de sus poderes le dan un toque único y al centrarse más en la agilidad y la elegancia supone un contrapunto muy interesante al nuevo Peter. Además, el sigilo se le da mejor.
Otro aspecto que ayuda a hacer que los combates sean más divertidos e interesantes lo tenemos en los propios enemigos, pues han ganado en variedad y han adquirido nuevos trucos con los que tendremos que aprender a lidiar, como una especie de perros robóticos que pueden bloquear nuestros poderes si no los liquidamos pronto o unos cazadores que buscarán engañarnos para pillarnos desprevenidos con movimientos que no pueden ser esquivados. Todo esto nos ha obligado a priorizar blancos con más cabeza y a administrar nuestros poderes con un poco de estrategia, dejándonos una muy buena impresión sobre lo que podemos esperar más adelante a poco que esto siga evolucionando.
New York, New York
Más allá de los combates, el otro pilar del juego lo tenemos en su mundo abierto y en las mecánicas de movimiento de nuestro personaje. Lo primero que hay que comentar aquí es que ahora la ciudad es el doble de grande que en el primer juego, ya que esta vez podremos movernos, además de por Manhattan, por Brooklyn y Queens, así como por sus zonas intermedias, incluyendo ríos y puentes.
Lo interesante es que estas nuevas zonas tienen sus propias peculiaridades y características a las que nos vamos a tener que adaptar, ya que moverse por ellas difiere mucho de lo que estábamos acostumbrados hasta ahora. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en Queens, donde los edificios son bajísimos, por lo que nuestros lanzarredes pierden eficacia y tenemos que buscar otras formas de desplazarnos.
Por suerte, ahora nuestros Spider-Men cuentan con algunos trucos nuevos, como las alarañas de sus trajes, gracias a las cuales pueden volar y planear por Nueva York, algo que podremos hacer con tan solo pulsar el botón triángulo cuando estemos en el aire. Lejos de ser un añadido anecdótico, se trata de una nueva mecánica que nos ha encantado por lo mucho que amplía nuestra movilidad, permitiéndonos incluso aprovechar corrientes de aire para acelerar. De hecho, su uso es extremadamente intuitivo y sus físicas difícilmente podrían estar mejor diseñadas, pudiendo sacarles mucho partido cuando hemos ganado mucha velocidad antes de desplegarlas. Y sí, también nos vendrá genial para movernos por lugares con pocos sitios por los que balancearnos.
Evidentemente, hay un buen número de nuevas acrobacias y virguerías que podemos hacer para movernos por la Gran Manzana, como catapultarnos improvisando un tirachinas humano en los puntos donde sea posible o dar varias vueltas sobre un punto como si fuesemos las aspas de un molino para acelerar y salir disparados acto seguido. Y por si no fuese suficiente, la velocidad general a la que nos podemos mover se ha incrementado, por lo que ahora nos desplazaremos más rápido que antes incluso, lo que es un auténtico gustazo y resulta de lo más apropiado si tenemos en cuenta el mayor tamaño del mapa.
Por desgracia, del mundo abierto como tal no hemos podido ver gran cosa, ya que las únicas actividades que nos han dejado probar no iban mucho más allá de encontrar coleccionables (como unos Spider-Bots), sacar fotos a cosas concretas o detener crímenes, muchos de los cuales se han reciclado tal cual de los dos juegos anteriores, con sus objetivos adicionales incluso. Eso sí, ahora las actividades secundarias están mejor señalizadas, con iconos mucho más claros que podemos ver desde bastante lejos y que llaman más la atención, evitándonos la necesidad de tener que estar abriendo el mapa constantemente.
De igual forma, otra de las novedades que no hemos podido probar es la posibilidad de cambiar el control entre Peter y Miles en cualquier momento cuando estamos explorando la ciudad, algo que en esta demo dependía del punto de la historia en el que estuviésemos. En la versión final sí que se podrá y, de hecho, encontraremos misiones y actividades que serán exclusivas de cada uno de ellos, mientras que otras podrán ser afrontadas por cualquiera de los dos.
Espectáculo y variedad
Lo que sí que hemos podido jugar son varias misiones de la historia principal que han sido tan variadas como divertidas y espectaculares. En cuestión de dos horas hemos controlado un incendio, resuelto un sencillo minijuego consistente en eliminar células infectadas sin cargarnos en el proceso las sanas, luchado contra los secuaces de Kraven, investigado una casa, participado en una intensísima persecusión en un río, hemos detenido un atraco usando un Spider-Bot, hemos reptado por las entrañas de una compleja máquina para arreglarla mientras evitábamos descargas eléctricas y hasta nos hemos podido batir en un épico duelo contra el Lagarto.
La narrativa lleva en todas ellas la voz cantante y a nivel de diseño están cortadas por el mismo patrón que las de los dos títulos anteriores, incluyendo esos momentos en los que se nos da la opción de usar el sigilo o la fuerza bruta para abrirnos camino. Eso sí, casi siempre nos han resultado divertidas y entretenidas, por no hablar de algunas secuencias de acción que nos han dejado con los ojos abiertos de par en par tanto por la puesta en escena que tienen como por las auténticas locuras que ocurren en pantalla, cosas que solo son posibles en una buena historia de superhéroes y que aquí son completamente jugables.
¿Os acordáis de su extenso gameplay de presentación en el que Peter y Miles perseguían al Lagarto luchando contra los cazadores de Kraven? Pues todo eso es incluso mejor cuando tienes el mando en la mano y replicas casi sin esfuerzo lo que se ve en ese vídeo. Y ojo, ya que el gameplay lo cortaron justo cuando llega lo mejor y lo más espectacular.
Se nota que se han hecho esfuerzos en conseguir que determinados tipos de secuencias que no terminaron de convencer en los juegos anteriores tengan ahora algo más de sustancia, como los momentos en los que debemos reptar por algún conducto, los cuales ahora introducen algunos peligros adicionales para que sean algo más que mover el stick hacia delante, así como pequeños minijuegos que usan los gatillos adaptativos del DualSense de manera fantástica.
En las partes de investigación también se han añadido algunos puzles, aunque los que hemos visto son tan simples, anecdóticos y poco inspirados que no nos ha parecido que aporten gran cosa. La peor parte, en nuestra opinión, se la llevan las secciones del Spider-Bot, momentos de sigilo con algo de plataformeo en los que debemos disparar a objetos marcados para hacer ruido y crear distracciones. Mejor que en Marvel’s Spider-Man: Miles Morales, pero muy básicas y poco estimulantes igualmente. Por suerte, solo hemos jugado una misión así y ha sido muy breve.
Lo que sí que ha experimentado una mejora considerable son las batallas contra los jefes. Si en el primer juego fueron un poco decepcionantes, el duelo que aquí hemos tenido contra el Lagarto ha sido todo lo contrario. La batalla en sí consta de varias fases (con sus correspondientes barras de vida) y nos propone una encarnizada e intensa pelea en la que debemos atacar cada vez que vemos el hueco para hacerlo mientras Connors nos avasalla con diversos tipos de golpes y patrones a los que debemos reaccionar rápidamente para bloquearlos, esquivarlos o quitarnos de en medio, según lo que requieran.
Además, tiene ciertas mecánicas que podemos contrarrestar si hacemos acciones concretas, como enredarlo con nuestras telarañas cuando se sube a una pared, lo que nos permitirá activar unas espectaculares secuencia de vídeo en las que le haremos bastante daño. Evidentemente, la puesta en escena de este enfrentamiento es increíble y a nivel narrativo es un momento muy potente, con Peter completamente desesperado intentando que la bestia recupere la cordura y recuerde su humanidad mientras jugamos.
La fase final cambia el formato a una frenética y desquiciada persecusión por toda Nueva York en la que nuevamente las fuerzas de Kraven se interpusieron en nuestro camino, por lo que debimos balancearnos y planear a toda velocidad mientras evitábamos disparos y los destrozos que la criatura iba haciendo a su paso, un conflicto cuya escala fue a más hasta concluir con una secuencia intensísima en la que, sujetos al Lagarto con una telaraña, debíamos evitar que un jeep que tenía enganchado nos aplastara mientras escalaba un rascacielos.
Espectáculo de nueva generación
Si os habéis fijado, hemos usado la palabra "espectáculo" no pocas veces, algo que no es casual, pues no se nos ocurre otra forma de describir lo que ofrece constantemente en pantalla esta secuela. A nivel gráfico es una auténtica barbaridad y uno de los títulos más potentes de la consola, dejándonos para la posterioridad estampas potentísimas. Basta con darse una vuelta por Nueva York para alucinar con la distancia de dibujado y la cantidad de detalle que hay por todos lados, por no hablar de las texturas, los modelados de los personajes, las caras, las expresiones faciales, la fantástica iluminación que consigue el trazado de rayos, la cantidad de complejos efectos que llega a ser capaz de manejar a la vez y las animaciones.
Aunque tendrá varios modos gráficos, nosotros solo hemos podido jugar en Calidad, lo que nos ha limitado a 30 fps tremendamente estables. A cambio, hemos obtenido un nivel de detalle y una nitidez en la imagen que os aseguramos que ha merecido mucho la pena. Sumadle una dirección de arte soberbia y unos diseños que difícilmente podrían gustarnos más, y tendréis todo un festín para vuestros ojos que vuelve a dejar claro que Insomniac Games es de los estudios que más están haciendo por sacarle el máximo partido posible a las capacidades de PS5. Y sí, las cargas son prácticamente inexistentes tanto al cargar partida como a la hora de cambiar el control entre Peter y Miles.
El sonido tampoco se queda atrás gracias a una banda sonora muy potente que mantiene el estilo superheroico y peliculero del primer juego. Por lo que hemos escuchado, hay tanto nuevas composiciones como remezclas de temas ya conocidos, aunque lo que realmente nos ha gustado es lo bien que está utilizada la música. Encaja como un guante en cada escena y acaba por convertirse en un elemento narrativo más, consiguiendo que relacionemos determinadas melodías con ciertos personajes y tipos de situaciones. Los efectos también son de una calidad sobresaliente y el aprovechamiento de la tecnología de audio 3D de la consola es simple y llanamente soberbio, lo que nos ha ayudado a identificar con nuestros oidos la procedencia de infinidad de ruidos.
Finalmente, decir que el título nos llegará doblado al español, pero nosotros solo hemos podido jugar con las voces en inglés y nos faltan manos para aplaudir las interpretaciones de todos y cada uno de los actores, quienes se nota que lo han dado todo para ofrecernos lo mejor de sí mismos y dotar de vida y personalidad a sus personajes, desde el marcado acento de Kraven hasta la furia contenida a punto de desbordarse de Peter.
¿El mejor juego de superhéroes?
Lo mejor que podemos decir de Marvel’s Spider-Man 2 es que las dos horas que hemos jugado se nos pasaron en tan solo un pestañeo. De hecho, al terminar la demo nos encontramos temblando de la emoción e intentando procesar que nuestra sesión de juego había terminado, obligándonos a esperar al 20 de octubre para poder continuar nuestra partida y descubrir cómo finaliza el duelo con el Lagarto.
Es un título que no busca revolucionar nada y cuyo único objetivo es el de ofrecernos el mejor, más grande y más ambicioso juego de Spider-Man que se ha hecho nunca, algo que parece que va a cumplir de sobra. Considerando que a grandes rasgos Marvel’s Spider-Man ya fue un sueño hecho realidad para todos aquellos que amamos al personaje y los cómics de superhéroes, habernos encontrado con un "más y mejor" tan bien ejecutado como lo que hemos visto aquí nos ha ilusionado muchísimo. A fin de cuentas, tampoco se nos ocurre una forma mejor de hacer un videojuego del personaje, menos incluso cuando la fórmula existente tiene todavía tanto potencial por ser explotado, tal y como bien demuestra esta segunda parte.
Todavía nos quedan muchísimas cosas por ver y descubrir sobre esta secuela, como, por ejemplo, si los contenidos y actividades de su mundo abierto estarán esta vez a la altura de las circunstancias. De hecho, ni siquiera hemos visto nada todavía sobre Venom, quien será el gran villano de la función, pero si lo que hemos disfrutado ya es mínimamente representativo de todo lo que nos espera en el resto del juego, tenemos motivos de sobra para pensar que apunta a convertirse en un nuevo imprescindible de la consola de Sony. ¿Listos para ser Spider-Man una vez más y llevar su máscara?
Hemos realizado estas impresiones tras haber probado el juego en un evento al que fuimos invitados por PlayStation.