Uno de los mayores problemas asociados con escribir sobre un juego de realidad virtual reside en la imposibilidad de transmitir con palabras lo que se siente al tener uno de estos dispositivos en la cabeza y sumergirnos de lleno en las diferentes experiencias que esta tecnología hace posible. Podemos hablaros sobre su jugabilidad, sobre sus gráficos, sobre lo divertidos y espectaculares que resultan y sobre lo que nos han hecho sentir, pero nada de eso puede hacer justicia a ese momento en el que los mundos virtuales cobran vida y nos vemos dentro de ellos, sin un televisor o monitor que haga de frontera entre nuestra realidad y la digital. La realidad virtual hay que vivirla en primera persona y hasta que no lo hagáis difícilmente entenderéis lo que es capaz de conseguir y lo revolucionaria que resulta en tantos sentidos distintos.
Y aquí estamos ahora, con este humilde redactor plantado ante un documento en blanco preguntándose cómo plasmar a través de un texto lo que ha vivido en las últimas horas con Gran Turismo 7 en PlayStation VR2, una de las experiencias más sorprendentes, fascinantes, inmersivas y transformadoras que se han hecho jamás.
Un nuevo hito para una saga histórica
Así pues, lo mejor será que empecemos por el principio. Lo primero que debéis saber es que la opción de jugar en realidad virtual a este fantástico simulador de conducción llega por medio de una actualización gratuita para la versión de PS5 que ya está disponible para todos los jugadores, lo que sin duda es una gran noticia para quienes ya tengan el juego y hayan decidido comprar el nuevo headset de Sony. Y lo que es mejor: el casco es compatible con todos los modos a excepción del multijugador local a pantalla partida. Es decir, no se trata de una modalidad independiente o de una experiencia limitada a unos pocos circuitos, sino de una forma más de jugar al título de principio a fin, incluyendo también carreras online.
Si os somos sinceros, no fuimos conscientes de la magnitud de esto último hasta que nos sentamos por primera vez en la cabina de uno de nuestros coches, agarramos el volante y pisamos el acelerador. Como hemos dicho, resulta imposible describir con palabras ese instante, ese momento mágico en el que nos quedamos completamente alucinados observando el detallado interior de nuestro vehículo y en el que nuestro cerebro fue consciente de que estábamos ahí.
Sí, sabemos que no es el primer juego de coches para realidad virtual, pero la sensación de escala y espacio está conseguida a un nivel que raya la perfección. Todo cuadra, la profundidad de los circuitos es increíble, tiene detalles absolutamente increíbles y la alta definición del panel de PS VR2 y su HDR ayudan a que todo cobre vida ante nuestros ojos para mostrarnos una imagen muy nítida y con unos colores fantásticos.
Por supuesto, el hecho de que estemos dentro de la cabina y que la cámara sea nuestra propia cabeza nos ayuda a conducir de un modo mucho más realista, algo que se nota en cosas tan aparentemente anecdóticas como poder desviar la mirada hacia los retrovisores para ver lo que tenemos detrás o en la manera en la que trazamos las curvas al tener una visión de la carretera más precisa y tridimensional. Pequeñas cosas que van sumando casi sin que nos demos cuenta y que hacen de la experiencia algo con un nivel de inmersión inigualable que jamás obtendríamos sin esta tecnología.
Pilotar con el sol de frente y entorpeciendo nuestra visión en el televisor es algo que resulta molesto, pero que eso mismo ocurra con ese sol dándonos directamente en la cara y cegándonos en realidad virtual es indescriptiblemente fascinante, así como ver las primeras gotas de lluvia cayendo sobre el parabrisas, la manera en la que se han reproducido las suspensiones de los vehículos o cómo un par de coches que han perdido el control tras un choque se aproximan peligrosamente hacia nosotros por un lateral. Incluso los faros de nuestros rivales han llegado a deslumbrarnos al reflejarse en nuestros retrovisores. Y todo ello por no mencionar lo brillantemente recreada que está la orografía, consiguiendo que sintamos en nuestras carnes cada subida y cada bajada de la carretera.
Podríamos tirarnos horas enumerando con entusiasmo cada instante y cada detalle que nos ha dejado con la boca abierta, pero si hay algo que queremos que os quede claro es el trabajazo que se ha realizado a la hora de hacer que el jugador realmente sienta que está ahí dentro, conduciendo un vehículo de competición en un mundo con una escala muy realista donde podemos quedarnos embobados contemplando sus montañas, cuestas, túneles y parajes.
Evidentemente, si queréis que la inmersión sea absoluta os recomendamos encarecidamente que os hagáis con un volante medianamente decente con pedales y Force Feedback. En nuestro caso, hemos usado el G29 de Logitech y las sensaciones al jugar han sido indescriptiblemente satisfactorias, una magia que se rompe por completo con un mando tradicional.
Eso sí, tenemos que señalar que se han realizado algunos recortes gráficos a la hora de jugar en realidad virtual, con un popping más notable y presente, elementos un tanto difuminados a larga distancia y, en general, un menor detalle, pero os aseguramos que el resultado sigue siendo muy bueno y que, al final, son pequeños sacrificios a cambio de obtener una experiencia muy superior.
Por otro lado, os alegrará saber que es un título que no marea lo más mínimo. Cada persona es un mundo y somos conscientes de que no podemos generalizar, pero, al menos en nuestro caso, hemos podido jugar durante varias horas seguidas sin la más ligera sensación de malestar, ni durante la partida ni tras quitarnos el casco.
GT Sophy, una IA muy prometedora
Más allá de añadir compatibilidad con PlayStation VR2, la actualización de febrero 2023 de Gran Turismo 7 trae consigo algunas sorpresas adicionales, como el regreso de Grand Valley, uno de los circuitos más clásicos y legendarios de la saga y con un trazado sensacional, así como cuatro nuevos coches. Pero, sin duda alguna, la gran estrella la tenemos en la celebración de un evento de prueba de GT Sophy, la nueva y revolucionaria IA en la que Sony AI y Polyphony Digital están trabajando para llevar el juego en solitario al siguiente nivel.
A efectos prácticos, se trata de una especie de beta pública que solo estará disponible hasta finales de marzo, por lo que únicamente podremos ponerla a prueba en cuatro circuitos específicos donde nos enfrentaremos a cuatro contrincantes, aunque también existe la posibilidad de retar a la IA a un uno contra uno.
Probablemente, uno de los campos en los que menos ha evolucionado la industria del videojuego en los últimos años sea en el campo de la Inteligencia Artificial, algo a lo que Gran Turismo 7 no escapaba, plantándonos ante rivales que no competían y que acababan por transmitirnos la sensación de estar librando una carrera de obstáculos. Están en la carretera y se limitan a correr, sin tener muy en cuenta lo que hacemos nosotros o el resto de pilotos de la pista. Esto cambia por completo con GT Sophy
Si bien no hemos tenido mucho tiempo para profundizar en su funcionamiento, las pocas carreras que hemos jugado en este evento nos han dejado gratamente impresionados. Incluso en el nivel de dificultad más bajo, nuestros rivales reaccionan constantemente a todo lo que ocurre durante la competición, buscando los huecos para adelantar al mismo tiempo que intentan cerrarnos el paso para que hagamos lo propio, se mosquean si nos pegamos mucho a ellos y pasan a conducir de un modo más agresivo e incluso hemos visto cómo se han llegado a poner nerviosos y a tomar riesgos que por un error de cálculo han acabado en accidentes.
Esto, al volante, se traduce en que realmente sentimos que estamos librando una competición encarnizada contra otros pilotos en vez de contra una simple máquina incapaz de salirse de su programación preestablecida, lo que le da muchísima vidilla a las carreras y nos acaba por poner realmente a prueba, teniendo en su máxima dificultad un auténtico reto incluso para los jugadores más veteranos y curtidos.
Como decimos, nuestra toma de contacto con GT Sophy ha sido escasa y todavía nos queda mucho por probar para poder confirmar si esas situaciones tan orgánicas e imprevistas que se han sucedido durante nuestras partidas son realmente fruto de las bondades de esta nueva IA o de la casualidad, pero, desde luego, han sido unas impresiones iniciales muy positivas, haciéndonos esperar con ganas el día en el que esté completamente terminada y se implemente en todo el juego.
El placer de conducir
Gran Turismo 7 ya era un juegazo imprescindible para cualquier amante del mundo del motor, pero es ahora, con la llegada de PlayStation VR2, cuando ha desatado todo su potencial, deslumbrándonos con una de las experiencias más inmersivas que vais a encontrar en videojuego alguno. Su adaptación a la realidad virtual es prácticamente perfecta y se nota que era algo que siempre estuvo en los planes del estudio, consiguiendo crear un impacto en el jugador que no parece desaparecer nunca.
De todo lo que hemos jugado hasta ahora en el nuevo dispositivo de Sony, este es, sin duda, el título que más nos ha maravillado, hasta el punto de que ya no tenemos nada claro que seamos capaces de volver a jugar a un simulador en el televisor. Para concluir, solo diremos que si lo que buscabais era un juego que realmente os convenciera de pasar por caja para haceros con PS VR2 y justificara su compra, no busquéis más: ya lo habéis encontrado.
Hemos realizado este artículo tras descargar la actualización gratuita de febrero 2023 para Gran Turismo 7. PlayStation nos ha facilitado un código de descarga del juego.