El 28 de septiembre se lanzó la versión Acceso anticipado de Osiris: New Dawn. Fenix Fire Entertainment, la empresa que lleva 5 años trabajando en este proyecto, ofrece una experiencia de supervivencia online con una ambientación espacial inmersiva pero con elementos aún por pulir. La historia comienza en el año 2046, en plena conquista del espacio, y encarnamos el papel de un astronauta que ha sufrido un accidente en un planeta desconocido y repleto de aliens. Asumiendo su rol, nuestro objetivo es sobrevivir y escapar del planeta, colaborando, o no, con el resto de jugadores.
A nivel jugable encontramos un título muy en la línea de videojuegos tan conocidos como ARK: Survival Evolved o Rust, sin embargo, a nivel narrativo y audiovisual es más novedoso y ofrece un enfoque cinematográfico con influencias muy claras de películas como The Martian o Gravity, lo que le otorga un aura especial que los amantes de la ciencia ficción sabremos valorar.
Osiris: New Dawn ofrece la posibilidad de jugar en servidores online (públicos o privados) con hasta 12 jugadores, o bien experimentar la supervivencia en solitario. Esta opción para un jugador, si bien es más tranquila y permite configurar elementos del planeta para adaptarlo a nuestro estilo de juego, elimina de forma radical el elemento más importante, la interacción con otros jugadores. Ya sea en solitario u online, nada más comenzar debemos decidir si pertenecer a la U.N.E (United Nations of Earth) o a los Outlanders, un grupo de piratas espaciales cuyo único objetivo es explorar el espacio en busca de recursos. Una vez elegido nuestro bando, podemos escoger entre un total de cuatro clases con características únicas.
En esta versión Early Access la única clase disponible es Científico, un tipo de personaje orientado al crafteo y al diseño de cohetes. En un futuro, se implementarán clases como Marine, centrado en la acción directa y la lucha contra los aliens; Ingeniero, enfocado a la creación de vehículos y estructuras; y finalmente Ranger, experto explorador que usa tecnología muy avanzada para moverse y descubrir los secretos del planeta. Como dato curioso, se nos permite modificar los colores de nuestro personaje y decidir su nombre.
Una vez diseñado nuestro explorador y elegido uno de los múltiples servidores disponibles, llegaremos a un planeta rocoso y con poca vegetación que estará repleto de peligros. Los más evidentes son los aliens. Fenix Fire ha creado un nutrido y variado elenco de criaturas alienígenas cuyo único objetivo será acabar con nosotros. Estas criaturas, con un diseño acertado y por momentos terrorífico, no dudarán en perseguirnos hasta la extenuación para acabar con nuestra vida y, aunque la mayoría pueden morir con facilidad, encontraremos criaturas con nivel elevado y algunas realmente gigantescas que acabarán con nosotros sin ningún esfuerzo.
Pero, para que nuestro personaje se pueda desenvolver bien en este mundo hostil donde hasta la flora puede matarle, siempre que iniciemos una nueva partida tendremos a nuestra disposición un Kit de Supervivencia dotado con botiquines y elementos de curación, un Kit de Munición, con una pistola y un fusil de asalto, y finalmente, una Cúpula Hinchable. De la misma forma, independientemente de que hayamos muerto y perdido todo el equipo que portábamos, cuando resucitemos en la base siempre tendremos un cincel para extraer materiales, cinta americana para sellar las posibles grietas del casco en caso de ataques, un mapa interactivo, y una multiherramienta orientada a la construcción. Todo ello se guardará en nuestro inventario, compuesto por una serie limitada de espacios de almacenaje y con una restricción de peso
En el inventario también tendremos un menú de construcciones, con un total de 4 apartados diferentes: Estructuras, donde podremos encontrar un barracón, laboratorios o zonas de cultivo; Útiles, con paneles solares, depósitos de objetos o incluso una bandera; y finalmente Muebles, con creaciones como una depuradora de agua, una cocina o un controlador climático. Estas estructuras, así como todo tipo de vehículos y módulos, se construirán mediante la recopilación de materiales como hierro, aluminio, titanio o, por ejemplo, plutonio.
Para poder obtener dichos materiales, habrá que explorar el planeta y es aquí donde Osiris: New Dawn cambia por completo su estructura si optamos por jugar en el modo multijugador online. Mi primera experiencia online me llevó a morir a manos de otro jugador y posteriormente a huir hasta los confines del horizonte para evitar caer, no a manos de las terribles criaturas, sino nuevamente ante el ansia homicida de otro "compañero".
Es cierto que Osiris está pensado para colaborar con otros jugadores combinando las diferentes clases y funciones, pero, como suele pasar en este tipo de videojuegos, nuestros peores enemigos acaban siendo los poco participativos jugadores que han entrado en el servidor. Es por ello que se recomienda, si queremos tener una experiencia plena y funcional desde los primeros momentos, iniciar una partida con amigos en un servidor privado y disfrutar de las múltiples mecánicas de colaboración disponibles.
Una vez iniciemos la exploración, en solitario o con otros jugadores, tendremos que cumplir una serie de objetivos iniciales para conseguir una mínima ubicación estable sobre la que construir nuestra futura base, con el único objetivo de salir del planeta y explorar el sistema solar. En esta base el dron podrá reparar estructuras, seguirnos en nuestras misiones e incluso combatir con nosotros.
A medida que vayamos cumpliendo todos estos objetivos, iremos adquiriendo puntos de experiencia que subirán atributos de nuestro personaje tales como Salud, Estamina o Velocidad de movimiento. Por último, es muy importante tener en cuenta que, en caso de morir perderemos todos los elementos que llevemos en nuestro inventario personal, salvo los cuatro permanentes, teniendo que buscar nuestro cadáver (antes de que lo haga otro jugador) para poder recuperar todo lo que portábamos.
Gráficamente, Osiris hace gala de un acabado visual muy bien trabajado con ciclos dinámicos día/noche y cambios climáticos que, gracias a su iluminación global en tiempo real y al buen modelado del entorno, destacando el buen diseño orográfico con llanuras, montañas y misteriosas cuevas llenas de secretos, consigue una ambientación muy inmersiva. Pese a la evidente carga gráfica, el juego mantiene unos estables 60 fotogramas por segundo, con ligeras caídas a 40/45 fps, algo aceptable en un título aún en desarrollo. También es cierto que la experiencia online se resiente más en este sentido, con caídas hasta los 20 fps y un ping elevado incluso con conexión fibra 300/300.
En esta experiencia online también hemos encontrado problemas con las físicas de los materiales, ya que no reaccionaban bien a la hora de extraerlos, algo molesto siendo una mecánica tan importante. Las animaciones, por su parte, cumplen con un acabado aceptable, aunque por momentos son muy toscas, tanto en la vista subjetiva como con la cámara en tercera persona.
A nivel de sonido, el videojuego hace gala de una acertada banda sonora que reacciona de manera dinámica a los sucesos, lo que ayuda a anticipar los peligros. Los efectos sonoros son realistas y, aunque algunos se deberían pulir, cumplen perfectamente para crear una inmersión satisfactoria. Como dato, el videojuego está completamente en inglés, algo habitual en este tipo de propuestas aún en desarrollo.
Después de varias horas de juego, Osiris: New Dawn ofrece un planteamiento inicial muy interesante a nivel narrativo, con referencias obvias a películas como The Martian, y, salvo alguna novedad interesante, es a nivel jugable donde no destaca por encima de otros videojuegos de supervivencia tan de moda en los últimos años.
Pese a las evidentes comparaciones, Osiris es una propuesta divertida, emocionante y muy aconsejable para los fans de los títulos de supervivencia que busquen una ambientación de ciencia ficción, pues consigue transmitir los sentimientos de soledad y terror que tendría un piloto abandonado en un planeta desconocido. Sin duda, avanzar desde nuestro cincel y armas iniciales hasta la creación de una nave espacial que explore otros planetas puede ser un reto fascinante.
Sin embargo, no debemos olvidar que nos encontramos con un Acceso anticipado de Steam que acaba de abrirse a los jugadores y, por lo tanto, la expansión y pulido de las mecánicas de juego y la profundidad narrativa en el espacio, son por ahora promesas, por lo que habrá que seguir muy de cerca su evolución para ver las cuotas de calidad que puede alcanzar Osiris: New Dawn, título que por ahora solo está disponible en Steam, pero que tiene previsto salir en 2017 en PlayStation 4 y Xbox One.
Hemos escrito estas impresiones con un código del Acceso anticipado en Steam que nos ha proporcionado Reverb Communications.