Nunca nos cansaremos de decir lo bueno que es Dishonored (2012), uno de los mejores juegos de la pasada generación, que nos enamoró por sus múltiples virtudes. Desde su cuidada historia y ambientación hasta su interesante propuesta jugable, una aventura de acción y sigilo que daba mucha libertad al jugador para afrontar sus situaciones. Los franceses Arkane Studios con la producción de Bethesda dieron en el clavo con este juego, y teniendo en cuenta su buena acogida, tanto en críticas como en ventas, y el rico universo que habían creado, la secuela estaba cantada.
El 11 de noviembre se pondrá a la venta Dishonored 2 en PC, PS4 y Xbox One, y por fin lo hemos podido probar en profundidad, comprobando de primera mano que estamos ante uno de los más serios candidatos a juego del año. Si ya disfrutaste del primero esta afirmación no te parecerá exagerada, ya que todas las virtudes del primero se mantienen, y estas son suficientes para volver a ofrecernos un juego sobresaliente.
Las mayores novedades vienen por el lado de la historia, la ambientación y la posibilidad de poder controlar a dos protagonistas: Corvo Attano y Emily Kaldwin. La historia se desarrolla 15 años después de los acontecimientos del primer Dishonored, durante los cuales Corvo ha entrenado a Emily para convertirla en una hábil asesina, ante la posibilidad de que fueran a por ella para echarla del trono de Dunwall.
En los primeros compases de la aventura tendremos que tomar esta decisión, si jugar con Corvo o Emily el resto del juego, y esto será importante, ya que las habilidades de cada uno son distintas, y habrá cambios sutiles en la historia. Las misiones serán las mismas para ambos personajes, pero no así las conversaciones y cómo reaccionan los personajes ante ellos, algo que pudimos comprobar con esta demostración del juego.
Un detalle importante es que en esta ocasión los protagonistas tienen voz (en el primero Corvo era mudo), algo que ya vimos en los DLC de Dishonored protagonizados por Daud, y es algo que se hace notar en la narrativa de manera muy positiva. Hablando de los DLC, tenéis que saber que tanto El puñal de Dunwall como sobre todo Las brujas de Brigmore están conectados argumentalmente con esta secuela, por lo que todavía tenéis tiempo para jugarlos si no lo habéis hecho, ya que además son muy buenos.
La misión que probamos, la Mansión mecánica, pudimos jugarla varias veces, tanto con Corvo como con Emily, y nos quedó bastante claro que al menos en la primera partida será más interesante jugar con el personaje femenino. Esto es porque los poderes son muy diferentes a los de Corvo, y tienes una mayor sensación de estar jugando a una secuela, a algo diferente. Con Corvo tenemos casi los mismos poderes que en el primer juego, aunque hay novedades, como diferentes acciones relacionadas con ralentizar o detener el tiempo, con las que podemos llevar a cabo acciones muy chulas.
Pero como decimos es Emily quien tiene los poderes más diferentes respecto a los del primer Dishonored, y también los más creativos y originales, pudiendo realizar auténticas diabluras con los enemigos. Como es habitual en este tipo de juegos hay dos maneras bastante claras de jugar, de manera letal o no letal, con acción directa o con sigilo, y probando los dos enfoques, e incluso combinándolos, comprobamos que Dishonored 2 es igual de divertido, y no nos empujan a usar necesariamente la infiltración.
Ya nos advirtieron que la dificultad de esta demostración iba a ser más bien baja, y que no era representativa del producto final, en el que tendremos diferentes opciones para complicarnos las cosas. Pero teniendo esto en cuenta, Emily nos pareció muy poderosa, como si fuera a ser más fácil superar las situaciones con ella que con Corvo. Esto se debe a poderes tan útiles como el Dominó, que nos permite "enlazar" enemigos, y lo que le hagamos a un personaje, le ocurrirá al resto.
Si por ejemplo hemos enlazado tres personajes, y le cortamos a uno la cabeza, los otros dos también la perderán. Y esto se aplica a todo, ya sea dejarlos inconscientes o mandarlos volando por los aires, lo que da muchísimo juego, y es tremendamente divertido, no dejaron de ocurrírsenos maldades con esta habilidad. También es muy poderoso el Paso sombrío, una habilidad que nos transforma en un monstruo de las sombras que se mueve a toda velocidad, y que destroza literalmente a los enemigos, incluso partiéndolos por la mitad (algo que nos recordó muchísimo a The Darkness, de 2007).
Emily también cuenta con una habilidad como el Guiño de Corvo para moverse a toda velocidad por el escenario, llamada Gran alcance, aunque en la práctica hay sutiles diferencias. Es más bien como una especie de brazo con el que nos agarramos a las superficies, y que podemos utilizar para atraer objetos y enemigos, haciéndolos volar por los aires. Por si todo esto no fuera poco, también tenemos Hipnosis, que como su nombre indica nos permite hipnotizar a humanos y animales, y así poder pasar desapercibidos a su lado, o dejarlos a merced de nuestra espada.
A estos poderes hay que sumarle las armas habituales, como la espada, la pistola, la ballesta con distintos tipos de dardos, las granadas, las minas o incluso una herramienta para manipular las medidas de seguridad, que juntos nos dieron una sensación de que Emily es tremendamente poderosa, y que no habrá desafío que se le resista. Así que habrá que esperar al juego final para ver cómo han medido esto, y si la dificultad no se ve resentida, algo que tenemos claro que en Arkane habrán tenido en cuenta.
En esta misión teníamos que infiltrarnos en la Mansión mecánica, un lugar con un diseño increíblemente ingenioso, ya que según íbamos pulsando unas palancas, la estructura del edificio se modificaba en tiempo real ante nuestros ojos, e incluso podíamos aprovechar las transiciones en las que los suelos y paredes se iban moviendo para acceder a zonas prohibidas. El diseño de este escenario es simplemente una genialidad, y no sabemos si el resto del juego mantendrá este nivel, o es uno de los mejores de toda la aventura. Teniendo en cuenta lo que consiguieron con el primer juego, que dejó diferentes escenarios para el recuerdo, no dudamos de que Arkane pueda conseguirlo.
El objetivo de la misión era acabar con el científico que había diseñado este extraño edificio, y rescatar a un personaje importante, que vuelve del primer juego. Como es habitual teníamos muchas maneras de cumplir los objetivos de la misión, con total libertad para explorar el nivel y realizar acciones más o menos escandalosas o letales. Por ejemplo, había una manera más maquiavélica de eliminar al objetivo que un simple asesinato, con una silla de tortura, y para poder hacerlo, además de tener que sorprenderle por la espalda y noquearle, teníamos que resolver antes un curioso puzle.
Esta mansión además de vigilada por guardia humanos, estaba custodiada por unos soldados mecánicos, y nuestros enfrentamientos con ellos fueron muy espectaculares. Los podíamos sorprender por la espalda, desde lugares elevados cayendo sobre su cabeza, combatir abiertamente con la espada y la pistola, disparar a sus puntos débiles, eliminando los brazos y la cabeza por partes, y notamos claramente que la acción y el enfrentamiento cuerpo a cuerpo está mejorado.
El control y las animaciones combatiendo son más ágiles, el sistema de ataques y defensa funciona mejor, y descubrimos que jugar a Dishonored 2 con acción directa no está nada mal, ya que además es muy espectacular cómo acabamos con los enemigos, siendo muy habitual las decapitaciones. En general el control es muy bueno y la manera de colocar las diferentes acciones en el mando, que son muchas, no puede ser mejor, y a los pocos minutos jugando ya te desenvuelves con tremenda soltura, es muy intuitivo.
Además de los objetivos principales y secundarios de la misión, explorar el escenario con detenimiento tiene su recompensa. Tanto en forma de interesantes conversaciones o documentos, que nos dan más detalles de la historia y del mundo de juego, como con las runas y talismanes que encontramos escondidos, que es muy importante obtener para mejorar los poderes y desbloquear ciertas ventajas.
La estructura de la aventura parece que va a ser prácticamente idéntica a la del primer juego, con misiones que se desarrollan en unos escenarios bastante grandes pero aislados del resto del mundo, y con un cuartel general que hace de nexo y de lugar del descanso del guerrero, que en esta ocasión es un vistoso barco. En cuanto a la historia no os hemos querido contar nada, pero parece que va a ser tremendamente interesante, con un mundo fascinante, y una nueva localización, Karnaca, más atractiva si cabe que Dunwall, que volveremos a visitar en momentos muy puntuales.
Visualmente Dishonored 2 embriaga los sentidos, con una ambientación espectacular, y esa dirección artística tan característica, con tanta personalidad y buen gusto. Se nota mucho también el cambio de motor, ya que ha abandonado el vetusto Unreal Engine 3 para apostar por un nuevo motor, Void Engine, una modificación del id Tech 5, que luce bastante bien, al menos en la versión de PC.
Como el primero llegará totalmente doblado al español, algo importante en esta aventura, sobre todo ahora que hablan los dos protagonistas que controlamos, y teniendo en cuenta que escuchar conversaciones a escondidas en los escenarios y mientras nos movemos es algo habitual.
Una pinta inmejorable
Reconociendo que somos unos absolutos entusiastas del primero, no ha encantado lo que hemos probado de Dishonored 2, y ya hemos visto y jugado lo suficiente como para no tener demasiadas dudas de que va a ser uno de los mejores juegos del año. Sus posibilidades jugables son enormes, el mundo creado para la ocasión es tremendamente atractivo, tanto en lo visual como en lo argumental, y si disfrutaste del primero, o si te gustan este tipo de aventuras, va a ser todo un imprescindible de aquí a final de año. Este contacto nos ha dejado las expectativas muy altas, así que veremos si no decepciona, cuando se ponga a la venta el 11 de noviembre en Xbox One, PS4 y PC.
Hemos escrito estas impresiones tras jugar a una demo de la versión de PC en las oficinas de Bethesda en Londres.