Puede que parezca exagerado llamar clásico a una saga que comenzó su andadura en el año 2000 en exclusiva para PlayStation 2, pero la verdad es que tras su salto a Xbox y GameCube con su segunda entrega, SSX Tricky, se ganó el favor y la simpatía de muchos jugadores. A estos dos primeros les siguieron SSX 3 (2003), SSX on Tour (2005) y SSX Blur (2007), este último exclusivo para Wii y entrega que cerró la saga, hasta ahora.
Será en los primeros meses de 2012 cuando la serie vuelva, llamándose igual que la entrega fundacional, toda una declaración de intenciones con la que EA Canada nos dicen que reinician la saga, la resetean, comienzan desde cero, a pesar de haberse anunciado en un principio con el nombre de SSX: Deadly Descents. Este subtítulo lo ha perdido por el camino, quizás para que la gente no se despiste y no se olvide de lo verdaderamente importante, vuelve SSX fiel a lo que le hizo grande, manteniendo las raíces de la saga, aunque claro, con algunas interesantes novedades.
La acción transcurrirá en escenarios inspirados en lugares reales alrededor del mundo como Siberia, los Alpes, la Antártida, Alaska o el Himalaya. Estas montañas se han creado usando datos reales recogidos por un satélite topográfico de la NASA, aunque luego EA con la herramienta Mountain Man se las ha apañado para exagerar las características de estos descensos y que resulten divertidos para el jugador. No obstante no debemos olvidar nunca que estamos ante un título de snowboard 100 % arcade, donde vemos trucos y proezas imposibles, aunque las geniales animaciones hacen que todo parezca bastante verosímil.
A través de una representación de la Tierra a lo Google Earth, elegiremos primero una de las nueve regiones disponibles, y una vez dentro de estas seleccionaremos la montaña, y después el punto desde el que queremos realizar el descenso, contando cada montaña con varias caras o lados por los que lanzarnos. Esto hace que si multiplicamos las nueve regiones, por tres o cuatro montañas en cada una, más dos o tres pistas por montaña, tengamos un número muy respetable de escenarios en los que competir y divertirnos.
Una vez elegida la pista, el personaje –tanto caras nuevas como viejos conocidos, e incluso famosos de este deporte, como Travis Rice-, y su equipamiento, ya sean tablas o ropa, estaremos preparados para el descenso. Aunque no lo hemos podido ver todavía con detalle, según progresemos en el juego también tendremos perks o habilidades, como por ejemplo más velocidad al descender volando con el traje ardilla, o más iluminación de nuestra linterna en los descensos a oscuras, y sentimos curiosidad por ver en qué consistirán estas mejoras.
Ya con el mando en las manos y tras habernos tirado del helicóptero, toca hablar de los controles. De manera muy inteligente y acertada, contamos a la vez y desde el principio con la posibilidad de manejar el juego ya bien sea con la configuración de botones clásica, haciendo los trucos con los gatillos, o el nuevo sistema, que nos parece el mejor, el más "orgánico", intuitivo y divertido, usando los dos sticks analógicos. Con el izquierdo controlamos la dirección del personaje y con el derecho realizamos los trucos en al aire, ya sea pulsando direcciones, trazando medias lunas, y todo tipo de combinaciones. Con estos dos sticks, más el botón de salto, y el importantísimo de turbo, ya tendríamos todo lo necesario para empezar a divertirnos.
Como se ha puesto de moda en cualquier título de conducción y velocidad, aquí también se estrena la acción de rebobinado, esto nos permitirá si hemos metido la pata, errado una serie de acrobacias, o estampado contra algo, poder dar marcha atrás y tener una segunda oportunidad. Una opción siempre polémica pero que su nombre lo dice, es tan solo una opción. Un clásico de la saga vuelve, el estado Tricky, ese que durante unos segundos nos hace más rápidos, habilidosos y atrevidos, y que multiplica los puntos. Si enlazamos varios movimientos y combos con acierto durante un rato, este estado se activará, y es curioso cómo los movimientos cambian por completo, y con las clásicas combinaciones, durante el Tricky hacemos movimientos mucho más atrevidos y espectaculares.
Durante este "trance" la música se vuele más intensa, así como en otros momentos se para o ralentiza, y es que una de las cosas que nos ha parecido más curiosas es su banda sonora dinámica. Además de grupos como The Hives, Passion Pit, Digitalism, Foster the People y DJs como Pretty Lights o DJ Shadow, que vendrán incluidos en el juego, siendo un aspecto en el que EA nunca falla, también podremos agregar nuestras propias pistas musicales del disco duro de la consola. Y gracias al sistema Harmony, se aplicarán efectos que las remezclarán en tiempo real, variando el ritmo y la intensidad, siempre dependiendo de nuestras acciones, algo que tenemos ganar de escuchar con nuestra música favorita.
Pero dejando de lado estos curiosos y atractivos añadidos, y centrándonos en su jugabilidad, hay que decir que nos ha gustado mucho, siendo muy sencillo de controlar desde el primer momento, pero a la vez profundo de dominar. El control responde a la perfección y hacer trucos será tan fácil como experimentar con el stick derecho y realizar diferentes giros y combinaciones. Poco a poco nos daremos cuenta que unos son mejor que otros, que no todos enlazan y concuerdan, y la curva de aprendizaje parece muy interesante y bien llevada.
Una de las grandes diferencias con las anteriores entregas es que en esta ocasión los escenarios son muy amplios, con diferentes caminos por los que descender. Esto hace que una misma pista la podamos afrontar de distintas maneras cada vez que juguemos, experimentando con los diferentes caminos y elementos que pueblan el escenario. Poco pudimos ver de modos de juego, de tipos de carreras, y estuvimos bajando una y otra vez por apenas dos pistas, pero la verdad, no nos aburrimos ni un solo momento, y nos ha quedado bastante claro que se trata de un título muy divertido.
Tenemos ganas de conocer más sobre su multijugador, que puede ser tremendo, pero del que apenas conocemos detalles. Siguiendo la estela de los últimos Need for Speed, se ha incluido algo parecido al Autolog, aquí denominado RiderNet. Una herramienta que servirá de guía para picarnos con nuestros colegas, como si se tratara de una red social, en la que nos recomendarán nuevos amigos y retos, y en la que descubriremos los Eventos Globales. Estos consistirán en una sola carrera, o bien durante horas o incluso días, y con hasta 100.000 participantes al mismo tiempo, en los que tendremos que competir contra fantasmas de otros jugadores, luchando por el mejor puesto en el ranking mundial.
Y por último no queremos dejar de hablar de los Deadly Descents, el subtítulo arrebatado al nombre original de este juego. En cada una de las nueve regiones encontraremos un descenso mortal al que tendremos que sobrevivir. Bajadas entre la vida y la muerte donde nos pondrán al límite en las condiciones más adversas, huyendo de una avalancha de nieve, metiéndonos por oscuras cavernas a toda velocidad con la única iluminación de una pequeña linterna en nuestro casco, y prometen ser los momentos más espectaculares y emocionantes de todo el juego.
Los gráficos no están mal, aunque si tuviéramos que resaltar lo que menos nos ha gustado, quizás haya sido esto, su apartado técnico, ya que su jugabilidad raya a una gran altura. Unos modelados de los corredores correctos, unos diseños de los escenarios bastante logrados, con escenarios amplios, y unas animaciones que posiblemente sean lo mejor del apartado visual. En cambio la recreación de la nieve no deslumbra, los efectos gráficos de iluminación tampoco son gran cosa, y lo peor es que notamos cierta falta de fluidez al moverse el conjunto, que esperamos, y sabemos están trabajando fuertemente en ello, se solucione de cara al producto final. No obstante jugamos a una versión alpha, por lo que creemos que todavía queda mucho por pulir técnicamente
Poco más podemos decir, simplemente que nos ha gustado mucho, es divertido y tiene un control muy bueno, y creemos que los fans de las anteriores entregas lo van a recibir con los brazos abiertos. Nosotros no somos unos apasionados de este deporte ni mucho menos, pero tenemos que reconocer que nos enganchamos y nos picamos, y hay cierta curiosidad y ganas de probar el multijugador, que puede ser muy adictivo. Un título que llegará a PlayStation 3 y Xbox 360 en los primeros meses del 2012, y que aunque posiblemente no vaya a ser uno de los bombazos del año que viene, sí que puede encandilar a una gran cantidad de jugadores ávidos de una experiencia arcade con mucha velocidad, espectáculo, buena música y diversión.