Capcom tiene una larga y polémica tradición de juegos supuestamente exclusivos para una plataforma en concreto, que pasados los meses o los años dejaron de serlo. Tres de los casos más recordados se produjeron hace ya 10 años, con aquel trío formado por Viewtiful Joe, Killer7 y Resident Evil 4, en principio exclusivos de Nintendo GameCube, pero que finalmente llegaron también a PlayStation 2. Desde entonces, nadie se fía demasiado de las exclusividades de la compañía nipona, y por tanto a nadie le extrañó que Resident Evil Revelations, una entrega de la saga que hasta ahora que solo se podía disfrutar en Nintendo 3DS, vaya a llegar también a otras plataformas, en concreto a PlayStation 3, Xbox 360, Wii U y PC.
Sí es más raro que un juego para esta consola portátil, en teoría mucho menos potente que las actuales consolas de sobremesa, vaya a dar un salto a la alta definición sin mayores problemas, sin que se note demasiado su origen.
Pero para los que jugamos en su día el original, esto no nos extraña, ya que aunque 3DS ha cumplido 2 años en el mercado europeo, Resident Evil Revelations sigue siendo su título más puntero técnicamente, una muestra perfecta de lo que puede dar de sí este pequeño hardware, que todavía muy pocos estudios han aprovechado al máximo.
Por tanto lo primero que sorprende al enfrentarse a Resident Evil Revelations en consolas de sobremesa –en este caso Xbox 360-, es que luce casi igual de bien que cualquier otro título de la consola, al menos en la media de calidad. Son solo algunos pequeños detalles gráficos los que detonan su origen portátil, y sobre todo ahora que lo hemos podido jugar mucho más, su planteamiento jugable, su ritmo, su formato episódico, más propio de partidas rápidas y esporádicas que de largas sesiones enfrente de un televisor. Hemos podido jugar en una versión casi final la mitad de la campaña y probar el modo Asalto, algo parecido al modo Mercenarios, convertido ya en un clásico de la saga.
En este Resident Evil llegamos a controlar hasta a cuatro personajes distintos, en varios desarrollos que se entrecruzan para contar una misma historia, con distintos recursos narrativos como saltos temporales, lo que hace que sea bastante dinámico y entretenido. Como viejos conocidos de la saga, jugaremos con Jill Valentine y Chris Redfield, a los que se unen un abundante elenco de nuevos secundarios, en una historia situada entre Resident Evil 4 y 5, que no tiene demasiada relación con el eje argumental de la serie, lo que se agradece, ya que se siente como algo fresco.
Si bien en un principio nos intentaron vender un poco la moto de que este Resident Evil era una vuelta a los orígenes, al terror y los puzles, una estrategia que intentaron repetir parcialmente con el polémico Resident Evil 6, quienes lo hayáis jugado sabéis que realmente no es así. Tiene un arranque pausado, con tensión, pocos enemigos, algún que otro puzle, algo de exploración, pero poco a poco este planteamiento se va diluyendo en numerosos escenas de acción y un tramo final muy frenético y lineal, que poco se diferencia de lo visto en Resident Evil 5 y 6.
Lo que en 3DS nos parecieron unas escenas de acción no demasiado brillantes, debido al reducido tamaño de los escenarios, y a unos enemigos de los más desafortunados de la saga –unas masas de carne blanca sin ningún carisma-, en sobremesa queda todavía más en evidencia. Lo bueno es que no tenemos algunas de las limitaciones de los controles de 3DS que se subsanaban con un accesorio -el Botón Deslizante Pro-, y aquí podemos movernos y disparar sin problemas con el mando, algo que han tenido en cuenta haciendo a los enemigos un poco más rápidos y agresivos. La munición escasea mucho más que en las últimas entregas principales de la saga, lo que nos obliga a usar el bioescaner Genesis, una herramienta que sirve para explorar los escenarios desde una perspectiva en primera persona, encontrando objetos y escaneando a los enemigos, lo que nos premia con hierbas verdes para recuperar salud, algo que le da un toque variedad al desarrollo.
El juego se divide en episodios, y cada vez que vamos a iniciar uno nuevo nos muestran un "anteriormente en Resident Evil Revelations", un recurso muy televisivo en forma de vídeo resumen de lo que ha pasado en la historia hasta entonces, que en portátil tenía bastante sentido, un dispositivo en el que se suelen jugar partidas rápidas y esporádicas, pero que en sobremesa queda un poco raro. En apenas una hora de juego, lo suficiente para llegar al episodio 3, habremos visto dos de estos "anteriormente", y la verdad es que no tenemos tan mala memoria como para no acordarnos de lo que ha pasado en poco más de 60 minutos. Simplemente un detalle que deja claro su origen portátil.
Los controles son similares a los de cualquier otro título de acción en tercera persona, aunque sorprende la ausencia de un botón para correr, otro detalle heredero de su origen, simplemente si pulsamos el stick izquierdo suavemente andamos, y si lo apretamos más fuerte corremos. Podemos esquivar o incluso contraatacar a los enemigos si pulsamos un botón y la dirección en el momento adecuado, y no hay ese sistema de machacar a los enemigos cuando están "tocados", que hemos visto en la cuarta, quinta y sexta entrega de la saga. Se echan en falta más puzles, solo hay uno de verdadero peso y con sabor a clásico, aunque en la parte del barco con Jill Valentine tenemos bastante libertad para explorar, lo que nos recuerda mucho a las entregas clásicas, que tanto echamos de menos.
Respecto a lo visto en 3DS, lo cierto es que esta versión de sobremesa apenas cuenta con novedades. Hay un nuevo modo de dificultad para la campaña, llamado "infernal", y en el modo Asalto se han incorporado nuevos personajes como Hunk y Rachel, además de nuevas armas y enemigos. Un modo de juego en el que tenemos que derrotar todos los enemigos que podamos y llegar a la meta, obteniendo puntos, subiendo de nivel, y adquiriendo nuevas armas y mejoras para estas. Se puede jugar online junto a otro jugador, y aunque a nosotros no nos enamoró en su momento en la versión de 3DS, sí sabemos que muchos jugadores se viciaron de lo lindo. Eso sí, se ha desperdiciado la oportunidad de incluir en esta versión un modo a pantalla partida desde la misma consola, lo que es sin duda un fallo.
La adaptación a la alta definición como ya hemos comentado es muy buena, luce en muchos aspectos como un juego más de las actuales consolas, con unas buenos modelados de los personajes y una imagen muy nítida y limpia. Solo algunos detalles como las feas texturas de las puertas que estamos abriendo constantemente nos recuerdan su origen. Los tiempos de carga son demasiado abundantes y molestos, algo que nos han dicho es así en esta beta pero que estará corregido en la versión final, y sí nos extrañan más unos molestos tirones que se producen cada vez que entramos en una nueva localización, que estaban en 3DS, y que se mantienen en esta versión HD, algo que no entendemos demasiado. Como en el original, el juego cuenta con subtítulos y voces en castellano.
Una oportunidad perfecta para descubrir Resident Evil Revelations
Aunque Nintendo 3DS no es una consola precisamente minoritaria, sabemos que muchos fans de la saga todavía no han podido disfrutar de esta entrega. Ahora en su salto a la alta definición tienen una ocasión perfecta de jugar el que para muchos es uno de los mejores Resident Evil de los últimos años, que cuenta con algunos detalles que recuerdan a las entregas clásicas, esas que tantos y tantos jugadores echan de menos. Estará disponible el 24 de mayo tanto en formato físico como digital por 49,95 euros en PlayStation 3, Xbox 360 y Wii U, y por 39,95 euros en PC.