Borderlands lleva mostrándose durante varios años, y su fecha de lanzamento posponiéndose continuamente, pero parece que finalmente saldrá este año. En el E3 nos mostraron una versión muy avanzada del juego, que ha ido evolucionando desde un juego de acción en primera persona "normal y corriente" hasta un juego de rol, sin perder su raíces de acción, pero contando con grandes posibilidades de configuración de personajes. Su nuevo estilo visual, a caballo entre el Cel-Shading de títulos como Jet Set Radio y el nuevo estilo "ilustrativo" mostrado por Prince of Persia el año pasado, le sienta francamente bien. Le da personalidad propia a Pandora, el escenario a medio camino entre el salvaje oeste y un futuro post-apocalíptico en el que tiene lugar el juego.
Aunque ahora tiene un toque de juego de rol mucho más marcado, y de hecho los desarrolladores lo describen así, Borderlands sigue siendo un juego de acción en primera persona donde la mayoría de las situaciones las resolveremos a tiros.
Cuenta con una estructura de misiones abierta, en un mundo no-lineal, y durante nuestra aventura interactuaremos con personajes que nos encargarán misiones, haciendo avanzar la historia. Un modo campaña que, por cierto, cuenta con cooperativo para hasta cuatro jugadores.
Uno de los toques de juego de rol que más nos han gustado es la posibilidad de configurar a nuestro personaje para ajustarlo a un tipo de juego. Podremos encaminarlo hacia el dominio de las armas, o a los combates cuerpo a cuerpo, configurando su tamaño, fuerza o habilidad. Dependiendo de las capacidades de nuestro personaje tendremos acceso a una serie de habilidades especiales, como puede ser el "Subidón de adrenalina" que nos mostraron en la presentación, con el que nuestro personaje desarrolla una fuerza extraordinaria durante unos segundos, que deberemos aprovechar para golpear cuerpo a cuerpo a nuestros enemigos y hacerlos trizas.
Otro de los aspectos que ya se conocían de Borderlands desde hace años es la existencia de cientos de miles de armas diferentes, gracias a un sistema de generación de pistolas, ametralladoras y similares que les dota de diferente precisión, alcance, capacidad de daño y otros efectos. Este sistema ha evolucionado un poco más para encajar con la nueva vertiente RPG del juego, y ahora las armas que nos encontremos tendrán un código de colores similares al de World of Warcraft para indicar su rareza y calidad, para que así podamos identificar, tras matar a muchos enemigos, qué armas nos pueden interesar de un primer vistazo. El interfaz de configuración del personaje, navegación por los menús y administración de aventuras se parece, por su parte, al de Fallout 3, con un ligero toque humorístico.
El apartado gráfico de Borderlands nos ha llamado la atención. Si bien los juegos de acción en primera Cel-Shading no son nuevos (XIII, de Ubisoft, salió hace ya unos años), Borderlands aplica una especie de Cel-Shading ligero, a medio camino entre Jet Set Radio y Prince of Persia, como ya comentábamos, sin bordes gruesos; de hecho sin bordes en todos los aspectos de un objeto, solo en el contorno y algunas partes, con colores brillantes que los hacen destacar. Habría sido fácil estropear el aspecto gráfico del juego dibujando todo tipo de colores y bordes alocadamente, pero la dirección artística está tremendamente cuidada y en medio del escenario desolador de Pandora, estos ligeros toques de color de los vehículos o los personajes, y los contornos sombreados de montañas, objetos y demás, hacen que el juego más allá de parecer que se apunte a una moda (que ya ha pasado), cuente con una personalidad propia. Aparte del Cel-Shading, la iluminación ayuda mucho.
No hubo tiempo para mucho más. Los desarrolladores nos mostraban misiones en las que arrasábamos con todo, en cooperación con otro personaje, haciendo frente a los merodeadores de Pandora a base de tiros y con ocasionales explosiones de objetos del escenario y salvajes ataques cuerpo a cuerpo, pues nuestro personaje era de tipo tanque, siguiendo la terminología de juegos como World of Warcraft. Quizás Borderlands palidezca frente a los otros juegos de 2K Games (Mafia 2 y Bioshock 2), e incluso quede solapado o disuelto como un azucarillo entre la abrumadora cantidad de juegos en primera persona que se avecinan, pero al menos Gearbox Software ha apostado por algo diferente, que tiene muy buena pinta, y que, finalmente podremos disfrutar a finales de este año.