La saga Battlefield tiene un largo bagaje en los videojuegos, sobre todo si nos centramos en el mundo del PC. Y es que esta saga bélica lleva ofreciendo experiencias centradas de partidas multijugador en las que se enfrentaban dos ejércitos desde hace ya tiepo. Sin embargo, y pese a sus múltiples apariciones en compatibles, ha sido una saga con poca presencia en consolas, sobre todo debido a que sus juegos no destacaban en su modo para un jugador. Esto cambió con la aparición de Battlefield Bad Company , que nos traía una elaborada compaña para un jugador, además de un completo modo multijugador. Ahora, a algo menos de dos años de la salida del primero, hemos podido probar la continuación del juego, tanto el modo campaña como el multijugador.
La historia nos pone en la situación de que los rusos están tratando de entrar en Estados Unidos por dos flancos: por abajo por el Canal de Panamá y por arriba por Alaska. Nuestro grupo de soldados, el mismo que en la primera parte, descubrirá en uno de estos lugares que el enemigo está preparando un arma temible con la que amenazará a América, por lo que deberán localizarla antes de que la usen.
Por lo que vimos, la historia parece que tendrá un tono más distendido, sobre todo porque los miembros de nuestro equipo soltarán comentarios jocosos que ayudarán a reducir la tensión del momento.
Juega en solitario
En la versión que probamos estaban disponibles dos capítulos de la campaña, el tercero y el cuarto. El primero de ellos se situaba en Panamá, en un campamento situado en mitad de la selva, mientras que el segundo nos trasladaba a la fría Alaska. El juego nos va haciendo avanzar por unos caminos relativamente amplios que nos permiten acercarnos a los enemigos como queramos (aunque si nos alejamos demasiado del área principal, el juego nos avisará de que nos estamos saliendo de la zona de juego). Durante nuestro camino nos encontraremos con varios eventos prefijados y con enemigos que aparecerán siempre del mismo sitio, como viene siendo habitual en estos juegos, aunque el ritmo es ligeramente diferente, con más momentos de tranquilidad que nos permitirán explorar el territorio. Y es que el juego premiará la exploración permitiéndonos encontrar nuevas armas que añadir a nuestro inventario o estaciones M-Com que nos recargarán la munición y nos permitirán cambiar de arma.
El segundo capitulo que jugamos, el de Alaska, nos presentaba una jugabilidad más variada. Comenzábamos a bordo de un helicóptero desde el que, gracias a una enorme ametralladora, arrasábamos un campamento lleno de enemigos. Después de esto, el nivel se desarrollaba más o menos normal hasta que al final del mismo, debíamos ponernos al volante de una moto de nieve e iniciar una persecución. El vehículo se manejaba muy bien, aunque a veces se iba un poco. Afortunadamente el juego no era muy exigente e incluso si caíamos por el borde del camino, podíamos recuperarnos y volver a la carretera principal antes de que se agotase el tiempo.
Durante el juego, como decimos, los escenarios son relativamente amplios, aunque siguen un camino más o menos lineal. Esto nos da bastante libertad a la hora de acercarnos y atacar a los enemigos, algo vital, ya que aunque estaremos acompañados en todo momento del resto del pelotón, nuestros compañeros no serán demasiado efectivos (aunque sí inmortales), por lo que seremos nosotros los que hagamos el trabajo sucio. A la hora de combatir, nos encontramos con zonas de pequeñas casas en las que aprovechar cualquier agujero por el que disparar y otras más abiertas en los que deberemos encontrar lo que sea para cubrirnos. A la hora de disparar, nos encontramos con un armamento bastante amplio y tenemos que tener en cuenta que todas las armas tendrán una función secundaria que tendremos que tener en cuenta, pues en algunos momentos usar esta función adicional será fundamental para avanzar.
O en compañía
Tras jugar un buen rato a la campaña, tuvimos la oportunidad de probar el modo multijugador largo y tendido. Primero probamos la modalidad de escuadras, en la que a diferencia de las batallas más masivas que trae la saga normalmente, nos encontramos con enfrentamientos cuatro contra cuatro. Jugando de esta forma pudimos probar el típico deathmatch por equipos, en el que gana el que más muertes acumule y el modo de protege tu base, en el que hay atacantes y defensores y el objetivo es poner unas cargas explosivas en las bases del enemigo para hacer que salten por los aires.
Pero lo bueno viene en las batallas más multitudinarias, de hasta 24 jugadores, en las que los enormes escenarios hacen muy recomendable el uso de vehículos. Este es uno de los puntos distintivos de la saga, y es que durante el combate podremos pilotar tanques, motos o helicópteros, algo que nos hará muy eficaces contra en enemigo (a costa de hacernos muy visibles). Con estos jugadores tenemos también varios modos de juego, como destruir la base enemiga o capturarlas (izando la bandera de tu equipo para apoderarte de ella. El tamaño de los escenarios y las cuatro clases de personaje disponibles (asalto, ingeniero, médico o francotirador) hace que la estrategia sea vital.
Gráficamente el juego luce muy bien, y se nota una gran mejoría respecto a la primera parte. Los cambios más evidentes son el tamaño de los escenarios y lo destructibles que se han vuelto. Y es que si en la primera parte podíamos destruir bastantes elementos, siempre quedaba la estructura delos edificios. Ahora no, pudiéndolo destruir prácticamente todo, lo cual es una gran mejoría. Por otra parte, los escenarios son aún más grandes, aunque el juego nos limita el alejarnos demasiado de la zona de juego. En el resto de los elementos el juego se ve bien, aunque algunas texturas que necesitan ser pulidas, ya que no alcanzan la calidad que nos gustaría. Además, el juego sufre de ciertos parpadeos debido a la resolución de algunas texturas, algo que esperamos que solucionen. Otro detalle que no nos gustó (y que estamos seguros que se debe al estado del juego) es el efecto de lluvia, y es que parecía que llovía por zonas, dando una sensación extraña.
Este Battlefield Bad Company 2 ha cogido el relevo de la primera parte y ha mejorado todos los aspectos de esta. En un momento en el que tenemos tantos juegos del género y con ambientaciones tan parecidas, se agradece que alguno aporte cosas nuevas, y este título lo hace: escenarios más grandes y abiertos, un ritmo de juego diferente que premia la exploración, una historia con unos personajes que se toman la vida no muy en serio y un multijugador multitudinario en el que el uso de vehículos será pieza clave. Sin duda una estupenda propuesta que si termina de pulir todos los fallitos que hemos visto, se convertirá en un juego muy a tener en cuenta por los amantes del género.