XCOM es una conocida serie de estrategia para PC, aunque ahora los chicos de 2K Marin (creadores de Bioshock 2) quieren dar una vuelta a su planteamiento, mezclándolo con los juegos de acción en primera persona. Pero aunque puede parecer en un primer momento que se han vendido a la moda de este género que tanto éxito está teniendo últimamente, nada más lejos de la realidad, pues el título sigue manteniendo muchas de sus señas de identidad, lo que lo aleja totalmente de otros juegos de acción en primera persona.
La acción se sitúa en los idílicos años 50 en los que la sociedad americana y su estilo de vida parecen perfectos. Pero de pronto llegan unos alienígenas y no traen buenas intenciones, así que estalla la guerra.
Su tecnología es muy superior a la nuestra y encima tienen capacidades que para nosotros son sobrenaturales, pero afortunadamente nuestros estupendos científicos son capaces de aprender a partir del material que conseguimos arrebatarles y usar sus armas en su contra. Este será uno de los puntos más característicos del juego, pero no el único, como iremos viendo.
Nosotros somos el jefe de un escuadrón que debe ir acabando con la amenaza extraterrestre según vayamos cumpliendo las misiones que nos encomienden, como el rescate de un científico, en la demo que nos mostraron. Como jefe podremos, desde nuestra base, elegir los miembros con los que nos embarcaremos en las misiones o incluso reclutar a nuevo personal. Elegir bien a nuestros compañeros será muy importante, pues cada uno tendrá habilidades propias que podrán decidir el resultado de la batalla, además de cambiar radicalmente la estrategia que empleemos en la batalla. Además, estos hombres irán subiendo de nivel según vayan cumpliendo misiones, otro aspecto muy a tener en cuenta.
Una vez tengamos a nuestro equipo podemos elegir misión entre varias, avanzando el juego de una forma u otra según lo que hagamos (aquí viene uno de los toques de estrategia). Una vez en el terreno, a priori puede parecer un juego de acción más, con los controles típicos del género e incluso zonas donde cubrirnos. Pero aunque por defecto podemos jugar como un juego de acción normal, lo bueno viene cuando entramos en el modo táctico, en el que todo se ralentiza y podemos, además de ver elementos interactuables en el escenario (como objetos o coberturas) dar órdenes a nuestros compañeros o activar las habilidades especiales de alguno de los miembros del grupo, como crear escudos temporales o desactivar las habilidades de los enemigos. Aquí entran en juego las habilidades de nuestros compañeros, pues en función de lo que puedan hacer y de las situaciones a las que nos enfrentemos, será recomendable abordarlas de una forma u otra.
Antes comentábamos que el hecho de poder capturar tecnología alienígena será importante, y es que según matemos enemigos podremos, si lo hemos hecho bien, quedarnos con su tecnología. Alguna de estas cosas podremos usarlas según las cojamos, pero otras deberemos llevarlas al laboratorio para que las estudien (y así poder sacarle más rendimiento). En ciertas ocasiones, como en una bola gigante que soltaba un rayo mortífero, deberemos decidir si lo destruimos o corremos el riesgo de capturarlo para poder usarlo en nuestro propio provecho. Como veis, las decisiones del desarrollo normal del juego tendrán su relevancia a la hora de afrontar la aventura. Y es que las cosas no serán tan sencillas como parecen, pues cada acción que realicemos en el modo táctico, como el uso de habilidades especiales, nos costarán una serie de puntos que iremos consiguiendo según pase el tiempo, por lo que deberemos administrar bien nuestros movimientos si no queremos quedarnos con la guardia baja.
XCOM se ve bien gráficamente, aunque no resulte tan vistoso como otros exponentes del género, pero en su favor hay que decir que su planteamiento es ligeramente diferente, lo que hace que no sea lo mismo. En algunos momentos de la demo nos encontramos con un gran número de enemigos y en otros con algunos realmente grandes. Como punto negativo está el hecho de que, al menos en la demo que nos enseñaron, el nivel no era demasiado grande y encima era totalmente lineal.
Sin duda XCOM puede parecer en un primer momento un juego de acción en primera persona más, pero realmente guarda mucho más dentro. Es un juego de estrategia, no sólo en los combates, donde el modo táctico será imprescindible para avanzar, sino en qué misiones elegir, qué compañeros promocionar o qué nuevos agentes reclutar. Queda todavía por ver cómo es el desarrollo del juego y si casan bien ambos mundos, además si las misiones resultarán lo suficientemente atractivas o si nos encontraremos con escenarios menos lineales. De momento nos ha gustado lo que vemos, pues ofrece algo nuevo, así que estaremos al tanto.