Hace justo un año recibíamos XCOM: Enemy Unknown, un proyecto en el que Firaxis nos invitaba a inspeccionar la estrategia por turnos en medio de una historia basada en una invasión alienígena. De la mano de XCOM, una organización que de la mano del Consejo nos asignaba misiones de todo tipo, nos vimos envueltos en una estrategia diferente que incluía la "visión de combate" una vez realizados los movimientos estratégicos. Eso y la presencia de una preparación previa a la partida lo convertían en algo curioso que tuvo sus detractores pero también sus seguidores más acérrimos.
Brecha en la seguridad
La "preparación de la partida" de la que hablamos no es otra que la que realizábamos antes de viajar con la nave al campo de batalla. Antes de eso contábamos con un espacio que se convertía en parte activísima de la partida, la base. Aquí realizábamos experimentos, formábamos a nuestros soldados, investigábamos, mejorábamos técnicas y también material entre muchísimas otras cosas. Pues bien, lo que Enemy Within propone no es otra cosa que sacar aún más partido a esta base y a sus posibilidades. En esta nueva aventura se suman más horas de misiones y también más opciones a la hora de aprovechar la información recopilada durante la lucha contra los alienígenas. Más que un descargable que aporta más horas al título, se trata de una expansión que se fusiona con él para expandir espacios que ya existían y agregar otros temas completamente nuevos como es el caso de los EXALT, de los que hablaremos más adelante.
Tanto si habéis jugado a XCOM como si sois novatos, esta expansión os ofrecerá una misión inicial como presentación y tutorial. Los comandos siguen igual que siempre, y serán dos partidas las necesarias para aprender a movernos bien por el espacio destinado a la batalla. Todo ello no significa que el juego sea fácil, sino que la curva de aprendizaje nos dará cierta ventaja en las primeras partidas y en la dificultad más baja. A partir de aquí todo se irá complicando tomando una profundidad mucho más marcada que en el original gracias a las novedades introducidas. En este sentido tendremos más autonomía al seleccionar ubicaciones y mejoras en la base, lo que tendrá incidencia en nuestro futuro como miembros de la organización. Esta toma de decisiones no era tan relevante en XCOM: Enemy Unknown, pero ahora se traducirá en recompensas monetarias, conocimientos y contratiempos que incidirán muy directamente sobre la partida y el futuro de esta.
Haciendo frente a los EXALT
Si bien estábamos acostumbrados a la presencia de reptilianos y extraterrestres, XCOM, en su versión shooter/estrategia, conocida como The Bureau introdujo una variable muy interesante y que ahora se traduce en forma de teoría de la conspiración. Nuestras batallas contra grises y extraños homínidos estarán ahora tocadas por un nombre que sobrevolará toda la expansión, la de los EXALT, una especie de sociedad secreta de la que no queremos avanzaros nada que comprometa al guión.
El hecho es que la aparición de este grupo producirá una serie de desavenencias en el Consejo, y por ende, entre los países protegidos por XCOM. Como si de un juego de estrategia geopolítica se tratase, si nos equivocamos a la hora de señalar al país que da soporte al grupo, podemos recibir serias reprimendas en forma de retirada, algo que sin duda no será bueno para nuestras finanzas ni apoyos a lo largo y ancho del planeta.
Movernos para realizar dicha investigación pasa por acceder a nuevas misiones y también a hacer frente a una serie de enemigos más violentos que los alienígenas del original. Para descubrir las células que EXALT tiene repartidas por el mundo deberemos escanear el planeta para poder infiltrar a uno de nuestros soldados en la organización para después desarrollar los dos nuevos tipos de misiones.
"Recuperación de datos" y "Extracción"
La posición de EXALT respecto a nuestro conflicto con los alienígenas no está nada clara. Deberán pasar turnos y batallas para que el jugador se haga a la idea de lo que ocurre. En principio veremos siempre como la organización está interesada en infiltrar agentes propios en XCOM y también en interceptar material de nuestras investigaciones. Asimismo, nosotros no estaremos quietos ante tal afrenta y también organizaremos diferentes misiones basadas en recuperar datos que nuestros agentes filtren y también las de extracción, de corte algo más fácil y que permiten desactivar diferentes elementos para abrirse paso hasta la zona de extracción. En todos los casos las tropas de EXALT estarán pendientes de amargarnos el día con las muertes definitivas que ya son marca de la casa. Si un soldado muere… muere de verdad.
Hablamos de muerte porqué con la incorporación de esta organización de humanos, el ataque contra XCOM se vuelve más fuerte y dinámico. Si las escaramuzas contra aliens se debatían en ataques que cada uno realizaba individualmente, estos soldados actúan con una precisión de ejército, y tienen en cuenta diferentes tácticas para atacarnos según nuestros movimientos. Todo ello requerirá un esfuerzo titánico por parte de la base, que ahora está más viva que nunca y que, definitivamente, obrará milagros genéticos para enfrentarnos con éxito a esta nueva y oscura organización.
Apuesta total por genética y robótica
Los nuevos mapas y enemigos requerirán un ejército de soldados de lo más desarrollados. Y no hablamos solo del completo árbol de desarrollo de cada u no de ellos, sino de la modificación genética que podremos aplicarles para mejorar sus estadísticas y fiabilidad en combate. Después de desbloquear el "Laboratorio Genético" podremos empezar a investigar y acceder a modificaciones de partes del cuerpo de nuestros soldados. Así, cerebro, piernas, ojos o hasta la piel recibirán mejoras destinadas a combatir los embates tanto físicos como psicológicos de nuestros enemigos. Todo ello lo conseguiremos a través de los MELD un ítem que conseguiremos a través de nuestros enemigos, y que tendremos que recuperar para enfrentarnos a los enemigos de XCOM con garantías.
Sigue también la visión de la base en formato "hormiguero", que nos permite acceder fácilmente a las diferentes estancias como laboratorio, el hangar, la zona de ingeniería y la sala de misiones, entre otras. Pues bien, Enemy Within amplía posibilidades otorgándonos el laboratorio de genética, que pasa a engrosar las filas de instalaciones disponibles para construir.
Muchos de los temas que no hemos abordado siguen igual que en el juego original antes de la expansión. No volveremos a comentar tampoco los apartados más técnicos, desarrollados suficientemente en el análisis de 2012. XCOM: Enemy Unknown sigue cumpliendo bien las exigencias de un guión que ahora da una vuelta de tuerca para insertar un nuevo ejército y casi medio centenar de nuevas localizaciones.
Este punto, pese a notarse algo de reciclaje en ciertos mapas, aumenta las horas de juego ostensiblemente y es algo que los que gozaron con la vuelta de la saga XCOM sabrán valorar bien. Además Firaxis certifica Enemy Within como una expansión con todas las letras, no solo mejora la parte jugable con nuevas implementaciones para nuestros soldados sino que también mejora al rival con unidades y una nueva organización que, a la par, complementa perfectamente a la trama. Un indispensable si os gustó XCOM, su estrategia por turnos y esa visión táctica en el momento de rematar al oponente.