Cada vez son más las compañías que se animan a lanzar juegos de carácter gratuito, aunque son pocos los que consiguen destacar y tener una buena acogida. Entre ellos encontramos a World of Tanks, un título de acción multijugador competitivo que disfruta de una nutrida y activa comunidad de usuarios a día de hoy. Ahora, Wargaming.net quiere repetir el mismo éxito con un nuevo juego que nos llevará a combatir en el cielo a bordo de una infinidad de aviones distintos.
Tras haber estado jugando varias horas a la beta cerrada del juego nos hemos encontrado con que este World of Warplanes esconde mucho potencial en su interior, pero todavía necesita pulir varias cosas si quiere hacerse un hueco dentro de este competido mercado.
La primera vez que iniciemos el programa será muy recomendable que juguemos el tutorial y partidas de entrenamiento contra bots para ir haciéndonos con los controles y estar preparados antes de dar el salto a la competición con otros jugadores.
El equipo de desarrollo ha querido dotar al juego de un control más o menos arcade que no nos obligue a tener que dar un cursillo avanzado de aeronáutica para poder pilotar los aviones, por lo que no pasará mucho tiempo hasta que nos hagamos a sus controles y mecánicas básicas, aunque necesitaremos mucha práctica para poderlos dominar completamente. De hecho, la idea de Wargaming.net es que juguemos usando el ratón para que quienes no tengan un Joystick no estén en desventaja frente a los que sí. Por desgracia, por lo que hemos podido probar en esta beta esto actualmente no se cumple.
Es cierto que podemos jugar con ratón y no resulta algo totalmente injugable, pero a la hora de la verdad, el pilotaje de estos pájaros de metal no se siente todo lo fluido y preciso que nos gustaría, viéndonos constantemente obligados a rectificar la posición del cursor, lo que implica perder unos valiosos segundos que posiblemente puedan costarnos la vida. Por contra, si optamos por un Joystick, o incluso por un mando, notaremos una mejora notable en la respuesta de los controles.
Para vencer en World of Warplanes tendremos o bien que destruir objetivos terrestres (o marítimos) del enemigo, o bien acabar con todos y cada uno de nuestros rivales. Esto significa que aquí cuando nos maten no resucitaremos hasta que no comience la siguiente partida. Los mapas son considerablemente más grandes que en World of Tanks, algo lógico por otra parte. Tienen un tamaño más que aceptable y nos darán todo el espacio que necesitaremos para maniobrar y combatir a nuestro a gusto.
Respecto a los aviones sorprende la ingente cantidad de modelos que se han incluido y que podremos pilotar. Incluso siendo una beta ya cuenta con un buen número de vehículos, por lo que es de esperar que en la versión final haya incluso muchos más. Se podría decir que el título se ambienta en la Segunda Guerra Mundial, pero en realidad se recogen los aviones de guerra que fueron creados desde los años 30 hasta los 50, por lo que encontraremos bastante variedad en este sentido. De hecho, estos estarán divididos por naciones (como Estados Unidos, Rusia o Alemania), por tipo y por tier (la calidad del avión, por lo que en los tiers más altos encontraremos los mejores vehículos).
En lo referente a los tipos nos encontraremos con tres distintos: ligeros, pesados y bombarderos. Los primeros son muy maniobrables, ligeros y rápidos, aunque resisten poco. Por contra, los pesados tienen más problemas a la hora de maniobrar, aunque aguantan bastante mejor. Finalmente, los bombarderos son los vehículos ideales para destrozar los objetivos terrestres por su devastadora potencia de fuego, aunque son lentos y carecen de agilidad alguna. En la práctica nos hemos dado cuenta de que actualmente los aviones ligeros tienen muchísima ventaja sobre los pesados y los bombarderos, ya que en una dogfight reposicionarse con un vehículo pesado resulta extremadamente difícil, y si el que controla el vehículo ligero sabe jugar no nos lo permitirá.
También es de destacar la poca vida con la que cuentan prácticamente todos los vehículos, incluso los bombarderos. No será algo raro de ver que acabemos con algún enemigo con un simple par de ráfagas de metralleta o que nos maten sin ni siquiera enterarnos de lo que ha pasado. Eso sí, el ritmo de las batallas es sensacional. Todo sucede muy rápido y las dogfights llegan a ser realmente intensas. Olvidaros del ritmo lento y pausado de World of Tanks, aquí estaremos constantemente en movimiento y la velocidad de reflejos y nuestra habilidad serán claves para salir airosos de las situaciones más complicadas, algo que nos ha parecido perfecto, ya que en este sentido se premia mucho la habilidad del jugador.
En cuanto al apartado gráfico este luce bastante bien. El juego no pide demasiado equipo para jugarse con la configuración más baja, pero si ponemos todas las opciones al máximo disfrutaremos de unas vistas y paisajes muy bonitos, con una buena distancia de visionado y unos efectos de iluminación muy logrados, aunque la palma se la llevan los propios aviones, que cuentan con unos modelados muy cuidados y repletos de detalles. El sonido también resulta notable, con unos efectos para los aviones variados y nítidos, así como una banda sonora con temas muy épicos para las batallas, aunque puede llegar a repetirse tras varias partidas.
Por último, destacar que su modelo de negocio seguirá las pautas de World of Tanks. Esto significa que podremos jugar gratis y obtener puntos para comprar nuevos aviones a base de jugar partidas, pero pagando dinero aceleraremos este proceso y podremos obtener el doble de créditos por partida o comprarlos directamente, por lo que la única ventaja que tendrá el jugador que invierta dinero es la de que avanzará más rápido. Aunque eso sí, la cantidad de puntos que recibiremos por partida resulta ridícula respecto a los que harán falta para comprar algo, por lo que si no vais a pagar preparaos para invertir horas y horas para llegar a los aviones más avanzados.
En general, World of Warplanes nos ha transmitido muy buenas vibraciones. El título resulta adictivo, intenso y se premia la habilidad del jugador. Sin embargo, sus controles con ratón necesitan pulirse y también deberían de buscar alguna forma de incentivar el uso de los vehículos pesados para que no nos sintamos como una diana voladora cada vez que nos topemos con uno ligero. Un juego al que seguirle la pista y que si consigue arreglar sus pequeños defectos nos puede acabar dando mucha diversión sin la necesidad de gastar un solo euro.