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Género/s: MMORPG
Fecha de lanzamiento:
PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Carbine Studios
Producción: NCSoft
Distribución: Koch Media
Precio: 44,95 €
Jugadores: Multijugador masivo
Formato: DVD
Textos: Inglés
Voces: Inglés
Online: Sí
ANÁLISIS

Impresiones WildStar

Probamos lo nuevo de NCsoft, un MMO de corte clásico con un diseño artístico muy cuidado y algunas ideas y mecánicas bastante originales y frescas.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versión PC.

Los coreanos NCsoft llevan trabajando más de 15 años en todo tipo de juegos multijugador masivo online, con algunos fracasos y no pocos éxitos, como Lineage, City of Heroes, Aion y la serie Guild Wars, de la cual recibimos su excelente segunda parte el pasado año. En un mercado tan complejo y competitivo como el de los MMO, nadie tiene muy claro cuál es la fórmula del éxito, y hay serias dudas de que un juego vaya a volver a repetir el tremendo bombazo de Blizzard con World of Warcraft, con un modelo de suscripción mensual que ya no parece agradar al jugador, cada vez más acostumbrado a los free-to-play o a realizar un pago único.

Pese al actual momento de dudas e incertidumbre dentro del género, principalmente por el modelo de negocio, en 2012 aparecieron no pocas propuestas, como TERA, The Secret World, Guild Wars 2 y Star Wars: The Old Republic –lanzado en la última semana de 2011-.

Pese a no ser ninguno de ellos un mal juego, todas propuestas entre notables y sobresalientes, el título de NCsoft fue el que más éxito cosechó, primero por su incontestable calidad, y segundo por su modelo de negocio, un único pago para hacerte con el producto completo, sin cuotas mensuales.

Anunciado en el verano de 2011, NCsoft ya está acelerando la maquinaria para lanzar su nueva apuesta dentro del género, WildStar, que acaba de empezar la segunda fase de su beta cerrada. Desarrollado por los californianos Carbine Studios, este nuevo estudio, pese a encontrarse ante su primer proyecto, está formado por multitud de empleados con amplia experiencia en el género, que han trabajado en títulos tan importantes como World of Warcraft, Everquest, Warhammer Online, City of Heroes, Free Realms, Diablo II y StarCraft, por lo que no son unos novatos precisamente.

Y eso es algo que se nota al ponerte a jugar a WildStar, lo que pudimos hacer en un evento celebrado la semana pasada en Londres, donde nos mostraron el estado más reciente de un juego que apunta algo más que buenas maneras. Lo primero que queremos aclarar es que no pretende revolucionar el género, incluye algunas de las mejores innovaciones y novedades de los últimos años, e incorpora sus propias ideas, bastante frescas y originales. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que nos encontramos ante un MMO de corte clásico, en el que cualquier jugador habitual al género se encontrará como pez en el agua desde el primer minuto. Es en el momento en el que profundizas en su mundo, en sus mecánicas jugables, cuando descubres que tiene mucha personalidad, algo que al principio solo atribuyes a su aspecto visual.

Porque WildStar lo primero que hace es entrar por los ojos, con un atractivo estilo cartoon, en la línea de World of Warcraft pero mucho más acorde a los tiempos que corren, y que nos recuerda al diseño artístico de algunos juegos de consola como Ratchet & Clank o Jak and Daxter. Ojo, que no os engañe su agradable y simpático aspecto, el universo de WildStar está lo suficientemente elaborado, tiene un gran trasfondo, como descubrimos por la ingente cantidad de documentos que encontramos explorando los escenarios, y que nos dan muchísimos detalles sobre la historia del juego.

WildStar está ambientado en Nexus, el planeta natal de una raza llamada los Eldan. Eran los seres más poderosos de la galaxia, cuyo dominio se basaba en su tecnología y la magia avanzada, una supremacía que como tal desapareció repentinamente. Ahora todas las razas de la galaxia atacan el hogar de los Eldan, que reclaman para sí, descubriendo los múltiples misterios que esconde el planeta. ¿Qué es lo que te motiva para viajar a Nexus? Pues esta pregunta te tendrás que hacer como jugador, ya que tendrás que elegir tu camino, tu estilo de juego.

Al igual que en otros MMO, hay varias razas –humanos, cassian, granok, draken, aurin, mechari-, distintas clases de personaje –guerrero, spellslinger (pistolero mágico), stalker (cazador) y esper (experto en poderes paranormales), y dos grandes facciones, Exile, los exiliados, un grupo de mercenarios, rebeldes y refugiados de Dominion, un poderoso imperio galáctico, la otra facción. Y además de todo esto, tenemos los Path o Caminos, la razón por la que viajas al planeta Nexus.

Podemos ser un Explorador, si lo que te gusta es escalar por altas montañas y descubrir los lugares más recónditos, Soldado si lo que te apetece es combatir y destruir interminables hordas de enemigos, dominando las mejores armas y habilidades de combate, Científico si lo tuyo es descubrir los secretos más oscuros del planeta para dar a conocer la historia que se oculta tras la desaparición de los Eldan, usando para tu beneficio las plantas exóticas y los extraños organismos que encontraremos, o bien ser un Colono, encargándote de traer la civilización al planeta, construyendo asentamientos, mejorando las ciudades y las redes de transporte y proveedores. Ya habrá tiempo de profundizar en las clases, razas y caminos cuando echemos mano a la beta y juguemos decenas de horas, pero de primeras nos parece un planteamiento diferente y original, el que ofrezca de manera tan clara y directa cuatro maneras distintas de afrontar un MMO.

En los primeros minutos jugando a WildStar llaman la atención cosas como su marcado toque plataformero, que nos permite saltar y hacer doble salto. Esto no se queda en anécdota, y nos encontramos escenarios muy verticales, con enormes montañas que podemos escalar gracias a esta habilidad. De hecho muchos desafíos y misiones se basan en nuestra habilidad con el salto, por ejemplo pruebas contrarreloj que nos retan a escalar una montaña antes de que se acabe el tiempo. Veremos cómo se explota este aspecto a lo largo de todo el juego.

Y el salto no se usa solo en la exploración de los escenarios, también en su elaborado y sobre todo dinámico sistema de combate. No contamos con un sistema de target o autoapuntado, sino un sistema de combate libre. Nos movemos libremente durante los enfrentamientos y tenemos que apuntar bien a los enemigos para acertar con nuestros ataques. Cuando vamos a efectuar un ataque vemos el área que va a cubrir, tanto a lo ancho como a lo largo, al igual que los ataques enemigos, que vemos representados en el suelo con un área de color rojo. Estos indicadores no son solo circulares, sino que adoptan todo tipo de formas, y tendremos que ser ágiles para movernos a tiempo y que no nos dañen.

Para hacer esto contamos con un movimiento como rodar, que se realiza pulsando dos veces en la misma dirección, aunque no podemos abusar, ya que agota un medidor de estamina. También podemos dar saltos para salir del área del ataque, y el hecho de poder esquivar las ofensivas enemigas con tanta precisión, y tener que enfocar muy bien a los rivales para que encajen nuestros golpes, hace que combatir sea algo muy divertido. Además tenemos un sistema de combos, basado en el timing con el que ejecutamos las habilidades, en el que no nos dio tiempo a profundizar, y que ya explicaremos más en detalle cuando tengamos la beta.

Por lo que hemos podido ver explorando los escenarios, y visualizando el mapa, el mundo de WildStar será enorme, y tendremos muchas maneras de recorrer las largas distancias, como teletransportes o vehículos, de momento hemos visto una especie de motos. Y lo que es más importante, además de la variedad de escenarios y sus distintas temáticas –bastante clásicas, como desiertos, junglas o parajes nevados-, las localizaciones tendrán una gran densidad de contenidos, están repletas de cosas por hacer.

Tenemos todas las misiones, eventos y desafíos que se pueden esperar de un MMO actual, muy en la línea de Guild Wars 2, y la gestión de los distintos objetivos es muy práctica, casi impecable, por más misiones o retos que hayamos aceptado, estos aparecen muy bien ordenados. En el lado de la derecha de la pantalla se agrupan las misiones por tipo, por la localización en la que debemos realizarlas, las puedes minimizar, cerrar, y si pulsas encima una flecha te guía hasta el objetivo. Los eventos dinámicos se pueden repetir en cualquier momento si los has fallado, y hasta podemos recoger la recompensa de muchas misiones sin volver al punto de origen, simplemente pinchando sobre su nombre una vez completadas.

La aparición de desafíos y retos se ha realizado de manera muy orgánica, por ejemplo en el escenario donde jugamos bastaba con matar una cabra para que apareciera un desafío de "acaba con tantas cabras en 2 minutos", algo que se aplica a todos los elementos del juego. Te pones a escalar a una montaña y te proponen que lo hagas en un tiempo determinado, desactivas una mina explosiva, y te tientan a que hagas lo mismo con otras diez en menos de un minuto. De esta manera siempre tenemos algo que hacer, independientemente de las misiones principales y secundarias, de las raids, o de los eventos dinámicos en grupo que no dejan de aparecer como en Guild Wars 2.

Aunque no nos dio tiempo a probarlo, en la presentación a cargo de sus creadores nos mostraron que habrá puzles en las misiones, no demasiado complejos pero sí curiosos y que darán un toque de variedad, y un elaborado sistema de creación de edificios, que nos permitirá ampliar y mejorar nuestra propia base, creando locales para todo tipo de usos, en tiempo real. Si dispones de las habilidades y los recursos suficientes, podrás crear un comercio, un laboratorio u otro tipo de instalación, viendo cómo aparece ante tus ojos y al instante una compleja edificación, lo que es muy espectacular.

El diseño artístico está muy cuidado, es siempre imaginativo tanto en los personajes, escenarios o enemigos, las animaciones son muy buenas, y destila mucho humor. La música es sencillamente preciosa, nos llamó mucho la atención, y la interfaz y los menús son prácticos e intuitivos pero lo suficientemente complejos, sin abrumar, uno de los aspectos más clásicos de Wildstar, no muy diferente a otros MMO. Todavía queda por pulir mucho en lo técnico, en los espacios abiertos más extensos, algunos simplemente gigantescos, la tasa de imágenes por segundo renqueaba más de lo recomendable, algo lógico en una beta. Pero por la sencillez de las texturas, ese aspecto cartoon, podemos encontrarnos ante un título que funcione en una gran cantidad de equipos. Algo parecido a World of Warcraft, pero sacando un mayor partido de los ordenadores actuales.

Aunque os puede parecer raro que hasta ahora no lo hayamos comentado, todavía no está decidido su modelo de negocio, algo un tanto extraño para un juego que se espera para finales de 2013 o principios de 2014. Preguntamos por ello a sus creadores, y todavía no pueden soltar prenda, por lo que veremos si apuestan por un único pago, sin cuotas mensuales, o incluso un modelo free-to-play, algo que dudamos, parece una producción demasiado ambiciosa para ser un juego "gratuito". En cualquier caso lo que sí nos extrañaría es que tuviera cuota mensual, vistos los fracasos que ha habido el pasado año apostando por este modelo de negocio.

Un MMO muy a tener en cuenta para los amantes del género

Desde que se anunció hace casi 2 años WildStar no ha hecho mucho ruido, algo entendible ya que NCsoft andaba muy ocupada con el lanzamiento de Guild Wars 2. Tras nuestro primer aunque breve contacto, nos ha encantado todo lo que propone este nuevo MMO, que mantiene un complicado equilibrio entre contar con todo lo que puede esperar un aficionado al género a estas alturas, e incluir las suficientes novedades para que no parezca más de lo mismo. Se nota que hay mucho talento y experiencia en Carbine Studios, tienen las ideas muy claras, y saben lo que quieren –y lo que no quieren- los jugadores. Tendremos que jugar unas cuantas horas a la beta para saber si se confirma este primer buen sabor de boca, pero todo apunta muy buenas maneras en WildStar.

Redactor