El pasado mes de septiembre Embark Studios, un equipo de desarrollo fundado por extrabajadores de DICE, creadores de la saga Battlefield, anunciaba The Finals, un nuevo shooter free to play de corte competitivo con el que quieren llevar el género a un nuevo nivel gracias a un elemento, la destrucción, y todos los cambios que un entorno en el que se puede romper casi todo puede ofrecernos.
The Finals empieza mañana mismo su beta cerrada en la que van a probar por primera vez muchas de sus funciones y en Vandal ya hemos podido jugar durante unas horas para contaros en estas mismas las próximas líneas nuestras primeras sensaciones que ya os resumimos con un rotundo: si os gustan los shooters multijugador DEBÉIS probar The Finals.
Un show de televisión futurista, cuatro equipos y un botín que capturar
Vamos a empezar por lo básico que es la base "argumental" y jugable de The Finals y en qué consiste el modo de juego que hemos podido probar por ahora. El título gira en torno a un show de televisión en el que cuatro equipos de tres jugadores se tienen que enfrentar en arenas de un tamaño mediano (más grandes que un mapa de CS:GO o Call of Duty pero más pequeñas que uno de Battlefield) para conquistar un botín y ganar.
La premisa aquí es sencilla, al inicio de cada partida (de 8 minutos de duración en el modo casual) aparecen dos botines de 7000 dólares teniendo que decidir rápidamente a por cuál queremos ir.
Si logramos hacernos con este botín el siguiente paso será llevarlo a una especie de caja registradora que debemos de defender durante algo más de un minuto para que esos miles de dólares se sumen a nuestro marcador y, al final de la partida, el que haya obtenido más dinero es el que gana el encuentro.
Se trata de un planteamiento sencillo pero efectivo, que debido al tamaño de los mapas y a la presencia de cuatro equipos hace que tengamos acción en todo momento, luchas por el control del botín o de la "caja registradora" y mucha acción desde los primeros segundos de cada partida lo que ya de por si da un ritmo bastante frenético que, junto a su breve duración, hace que queramos seguir jugando una y otra vez.
Una destrucción que hace honor, por fin, a esta generación
La idea de este modo de juego está muy bien y es vibrante, aunque si fuera solo por esto The Finals lo tendría muy complicado para brillar en un mercado saturado de shooters competitivos, así que Embark Studios, con muy buen criterio, ha decidido que hay que buscar un giro, ese extra que los diferencie del resto y que está en un elemento que siempre ha sido muy bien valorado por los amantes de los juegos de acción: la destrucción de los elementos del escenario.
En una época en la que Battlefield ha ido hacia atrás en ese sentido cuando era la reina de la destrucción o en la que Call of Duty ha comenzado a coquetear tímidamente con ella, The Finals quiere demostrar cómo se hacen las cosas y casi todos los elementos que veis en el escenario, salvo el suelo "base" o "piso 0" y ciertos contenedores, se pueden destruir, dando a cada partida muchísima variedad y provocando que tengamos que aprender muy rápidamente a jugar de nuevo a los shooters para adaptarnos a las posibilidades casi infinitas que nos da The Finals.
Hemos de confesar que durante nuestras primeras partidas íbamos jugando como cualquier otro juego de disparos competitivo, y nuestra primera toma de contacto fue reventar una especie de cajas que había por los mapas y que activaban unas curiosas trampas explosivas, paredes de goma espuma y otros elementos que ya de por si le daban un toque diferente pero, poco a poco, nos íbamos encontrando con situaciones en las que veíamos como se rompía una pared, un techo, un puente… invitándonos a ir probando por nosotros mismos esta destrucción total.
Por poner un par de ejemplos, para asaltar uno de esos cajeros ya protegidos decidimos destrozar el techo de un edificio con un lanzamisiles para colarnos por arriba, algo que conseguimos sin ningún problema sorprendiendo a nuestros rivales y para hacernos con el botín. En otra ocasión fuimos nosotros las víctimas de esta destrucción, con dos equipos reventando el edificio en el que estábamos que acabó derruyéndose con nosotros dentro, obligándonos a huir para no morir y a dejar desprotegido nuestro objetivo.
Estos son dos ejemplos de otras muchas situaciones de destrucción que alteraban el mapa con edificios cayéndose, puentes rompiéndose, paredes quebrándose y, sinceramente, es alucinante la variedad de posibilidades que da la completísima destrucción de The Finals. No hemos visto nada igual antes en un juego de este género, con este nivel de detalle y con todo ocurriendo a nivel del propio servidor para que todo ocurra al mismo tiempo para todos los jugadores.
A esto además hay que agregarle otros pequeños elementos que suman como unas mecánicas de apuntado muy precisas y satisfactorias, personalización de tres tipos de héroes, clima dinámico y escenarios de día y de noche, sucesos aleatorios temporales que tienen lugar en el tramo final de la partida para agregar todavía más locura (lluvia de meteoritos, cadáveres que explotan, doble de daño de las armas…), posibilidad de resucitar a nuestros colegas, un modo torneo para buscar nuestro gen más competitivo y otras cosas que en conjunto logra que provocan algo que no sentíamos en un shooter desde Doom Eternal, que es acabar en ciertas situaciones, ya hayamos vencido o sido aniquilados, riendo por culpa del frenesí, la diversión y el caos que hemos vivido en pantalla y que es enormemente divertido.
Un show audiovisual
A nivel audiovisual, jugándolo al máximo, The Finals es una auténtica delicia. Si nos fijamos en las texturas se ve tan bien como cualquier juego de primer nivel de este 2023 pero además hay que agregar esa destrucción de la que os hemos hablado antes, efectos muy vistosos, un trabajo con el sonido muy bien realizado (tanto con la localización de las pisadas como por diferentes efectos que escuchamos, así como la música) y un conjunto que en definitiva es bastante espectacular a primera vista.
Además para ser la primera beta en la que no se habían probado aún muchas cosas el rendimiento y la estabilidad han estado bastante bien aunque nos hemos encontrado, por supuesto, con ciertos errores que eran de esperar ya que la destrucción manejada desde el propio servidor es algo bastante nuevo y experimental que aún deben de ajustar, pero hemos quedado satisfechos en este sentido, aunque cuando la beta cerrada se inicie con más jugadores es probable que haya más errores, algo que reconoce la propia Embark que admite que la beta se hace precisamente para realizar pruebas tanto de saturación de los servidores como de varias mecánicas jugables que necesitan de ensayo y error antes de la versión final.
¿El shooter tapado del 2023?
Tras probar por primera vez The Finals no hemos hecho más que sonreír y ver el potencial que tiene de convertirse en uno de los tapados del 2023, en una sorpresa de lo más agradable que si sigue por este camino puede cuajar y convertirse en una de las mejores propuestas que vamos a ver este año en el género.
Falta por ver si tras la beta y cuando se lance The Finals en formato free to play (por cierto tendrá pase de batalla y las compras se centrarán en lo estético aunque nos falta ver más del modelo de negocio) logra triunfar en un mercado tan saturado como este, algo que desde luego no va a ser sencillo, pero su destrucción, caos y diversión son tan satisfactorios, tan agradables y nos han hecho sonreír tanto que le vemos con muchísimas posibilidades y que nos hacen repetir lo que os dijimos al principio del texto, si os gustan los shooters multijugador debéis probar The Finals si tenéis la ocasión durante unas cuantas partidas. Para nosotros ya se ha convertido en uno de los más esperados del año.
Hemos realizado estas impresiones tras probar The Finals invitados por Embark Studios.