El terreno de los juegos multijugador está cada vez más competido y en un mercado dominado por una serie de referentes que acaparan toda la atención, si quieres hacerte un hueco tienes que ofrecer algo lo suficientemente diferente y bien ejecutado como para convertirte en una alternativa real capaz de construir y mantener una buena base de jugadores que regresen a él de manera regular.
Con este objetivo en mente nace Scavengers, el primer juego de Midwinter Entertainment, un interesante proyecto que busca combinar acción tanto PvE como PvP en unas intensas partidas en las que el resultado final no se decide hasta el último instante. En Vandal ya hemos podido acceder de manera anticipada a lo que ofrecerá en su beta cerrada y tras unas cuantas partidas podemos confirmar que, a pesar de estar todavía muy verde, hay buenos mimbres detrás de esta obra.
La batalla por la supervivencia
Así pues, comentar que esta vez nos encontramos ante un juego de acción en tercera persona que nos lleva a un futuro posapocalíptico en el que la Tierra ha quedado devastada después de que un asteroide chocara contra la luna y la destruyera, desembocando en lo que podríamos definir como una nueva Edad del Hielo. Sin embargo, las desgracias nunca vienen solas y dicho meteorito también traía consigo un virus que empieza a extenderse por todo el planeta, provocando horribles mutaciones sobre infinidad de formas de vida y la aparición de monstruosos engendros que no dudarán en atacar a cualquier cosa que se cruce en su camino.
Con este panorama, nuestro objetivo será participar en unas partidas de 60 jugadores divididos en equipos de tres integrantes en las que deberemos adentrarnos en zonas conflictivas para recuperar una serie de datos y escapar con ellos cuando llegue la nave de salvamento. Como podréis intuir, aquí gana el grupo que más datos consiga acumular en el momento de la huída.
Para ello, empezaremos la partida en una zona aleatoria del mapa que, por lo que hemos podido experimentar, siempre es más o menos segura y suele tener armas y recursos para que nos equipemos y preparemos para la batalla. Una vez tengamos a todo el mundo preparado, deberemos examinar el mapa y buscar zonas de conflicto, unos asentamientos y fortalezas donde nos aguardan enemigos de todo tipo, pero también suculentas recompensas en forma de datos para extraer, munición, nuevas armas (cuya rareza y potencia se cataloga con un código de colores tradicional) y recursos para construir equipo.
Estos encuentros tienen lugar contra rivales controlados por la IA y pueden ser animales salvajes, supervivientes hostiles o incluso monstruos mutantes que no nos pondrán las cosas nada fácil, aunque hasta no llegar al lugar en cuestión no sabremos qué es lo que nos espera ni la dificultad de la zona (huelga decir que cuanto más difícil, mejores recompensas).
Por lo que hemos jugado, no son batallas especialmente complicadas y la IA enemiga es pésima, aunque sí que hay veces en la que hay tantísimos que hemos tenido que ponernos las pilas y jugar en equipo para acabar con ellos. Pero, probablemente, lo mejor es cuando, por fortuna o por desgracia, dos o más equipos coinciden en un mismo campamento, momento en el que se producen unos intensos tiroteos a varias bandas en los que puede pasar cualquier cosa.
Para poner las cosas más complicadas, también tendremos que vigilar nuestra temperatura, ya que el frío extremo puede helarnos hasta matarnos y hay múltiples tormentas arrasándolo todo por el escenario que drenarán la energía térmica de nuestro traje en cuestión de segundos si no encontramos un lugar donde resguardarnos de ella. De igual modo, si queremos mantener una buena resistencia, deberemos dar con comida para aguantar más tiempo corriendo.
Gracias a esta combinación de elementos, sus desarrolladores han conseguido crear un juego en el que tenemos que estar pendientes de multitud de cosas, luchando tanto con el entorno como contra otros jugadores, lo que da pie a que se produzcan multitud de inesperadas situaciones que hacen que cada partida sea distinta. Por supuesto, también nos encontraremos con vehículos que podemos reparar para movernos más rápido, podemos deslizarnos por las nieve para bajar pendientes a toda velocidad, subiremos de nivel (siempre empezaremos a nivel 1) con la experiencia que acumulemos y tendremos la posibilidad de fabricar diversas herramientas que nos ayudarán a sobrevivir, como armas exclusivas de cada personaje o mejoras para nuestro escudo protector. Eso sí, esto último se lleva a cabo mediante un sistema mu básico e intuitivo, ya que solo necesitaremos acumular chatarra para fabricar estas cosas durante la partida, un tipo de recurso único que os evitará tener que estar buscando materiales concretos.
Otro detalle importante es que si morimos podremos volver a la batalla pasado un minuto, siempre y cuando quede alguien de nuestro equipo con vida, otro aspecto que le da un matiz estratégico a las partidas que tenemos que tener muy en cuenta a la hora de desarrollar nuestras tácticas. Y sí, el hecho de que alguien del equipo haya salido por piernas a tiempo para que no le den caza cuando las cosas se complicaban nos ha permitido remontar alguna que otra partida que estuvimos a punto de perder.
Finalmente, el punto álgido del juego tiene lugar cuando un equipo llega a los 200 puntos, instante en el que todos los jugadores reciben el aviso de que la nave de salvamento ha llegado. A partir de este momento, tendremos cinco minutos para llegar hasta ella, aunque una vez la alcancemos deberemos sobrevivir en su interior hasta que la cuenta atrás llegue a cero. Como os podréis imaginar, esto acaba por concentrar a todos los supervivientes en el mismo punto y las batallas que se suelen producir son realmente encarnizadas y muy caóticas, pudiendo ocurrir prácticamente de todo. ¿Somos los que menos datos tenemos? Pues es nuestra oportunidad de quitarnos a la competencia de en medio y hacernos con los suyos.
En general, el desarrollo de las partidas nos ha parecido divertido y al existir diferentes tipos de personajes con sus propias habilidades el trabajo en equipo se convierte en algo fundamental, obligándonos a adaptar nuestras tácticas sobre la marcha ante la cantidad de eventos y situaciones que se van produciendo.
Ahora bien, se nota que es un producto todavía sin finalizar y que tiene mucho trabajo por delante, ya que falla en cosas tan básicas como el gunplay. El manejo de las armas es prácticamente idéntico y no hemos notado casi diferencias entre diferentes tipos de fusiles, escopetas o pistolas, con un retroceso y peso que suele ser nulo, por no hablar de la manera en la que nuestros rivales reaccionan a los impactos. Sencillamente, disparar está lejos de ser una experiencia satisfactoria, una queja que también extendemos a las armas cuerpo a cuerpo.
De igual modo, la IA de nuestros adversarios es un auténtico desastre y si tenemos algo de maña podremos marearlos de mil formas distintas, ya que tienden a tener problemas para seguirnos a diferentes alturas y en escenarios más o menos complejos. Al final, todo esto acaba desembocando en que la acción como tal se sienta torpe, un detalle que nos parece un tanto grave para un juego de estas características. Además, hemos detectado desequilibrios importantes entre ciertos tipos de armas y la interfaz todavía tiene mucho trabajo por delante para ser más clara y funcional.
Si bien nos gustaría hablaros de su apartado gráfico, tampoco podemos detallaros demasiado, ya que hay muchas cosas a medias: faltan texturas y efectos, las animaciones son extremadamente rígidas, a los modelados les falta detalle, etcétera, por lo que no nos hemos podido hacer una idea más o menos clara de cómo lucirá cuando alcance su versión final. Eso sí, artísticamente no nos ha parecido especialmente inspirado y el grupo de personajes jugables no podría derrochar menos carisma.
Un juego con potencial
Si hay algo que nos ha quedado claro de Scavengers es que tiene una base muy buena y prometedora, pero todavía tiene mucho trabajo por delante si quiere sacarle su máximo potencial. Sabe crear partidas muy interesantes, tensas e impredecibles en las que puede pasar de todo, pero a su vez la acción está lejos de resultar mínimamente satisfactoria en su estado actual, así que su éxito acabará dependiendo de si consiguen pulir esto, nutrirlo de contenidos y darle un buen soporte que finalmente acabe por convencer con rotundidad a los jugadores. ¿Lo logrará? Solo el tiempo lo dirá.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en una sesión organizada por ICO Partners.