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FICHA TÉCNICA
Desarrollo: PLANET JEM
Producción: PLANET JEM
Distribución: Steam
Precio: Gratis
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Inglés
Voces: Inglés
Online: -

Impresiones Night-Runners Prologue: velocidad por carreteras japonesas en VHS

Envuelto en una espectacular puesta en escena, este título independiente nos endeuda y nos lanza en carreras ilegales en un Japón de los años 90.
Versión PC.

La saga Need for Speed: Underground sigue siendo a día de hoy una de esas que viven en la memoria de muchos jugadores. La cultura del tuneo y las carreras nocturnas ilegales quizás ya no tiene tanto impacto cultural como hace unos años, pero su legado es indiscutible. Pero ¿y si trasladamos esas carreras de los 2000 en Occidente a los 90 en Japón? La respuesta es el título que hoy nos ocupa: Night-Runners.

Carreras con estilo

Night-Runners es un juego de carreras de mundo abierto que nos lleva a Japón en los años 90 para sumergirnos en carreras ilegales por icónicas autopistas elevadas y túneles inspirados por Tokio. El juego comienza con una deuda que saldar, y la única manera de conseguirlo será apostar contra otros corredores ilegales y ganarles para que la deuda no crezca. Por supuesto, también será necesario conseguir dinero con el que mejorar nuestro vehículo, ya que una gran parte de la experiencia será también el tunning. Pero vamos por partes.

‘Night-Runners’ es, desde luego, memorable en lo visual.

Night-Runners es un juego sorprendentemente lento y pausado para un título de velocidad. Tendremos que andar por el garaje, tranquilamente, para elegir nuestro vehículo e incluso cambiarle el aceite si hace falta. Ir al taller clandestino para comprar coches nuevos y mirar las fichas de cada uno para ver si se ajusta a nuestras necesidades y presupuesto. Pasearnos antes de cada carrera frente los coches aparcados para elegir un rival que tenga un nivel similar al nuestro. Ir a la tienda a comprar partes para tunear nuestro coche. Este ritmo tranquilo contrasta, por supuesto, con la velocidad sobre la carretera, algo que el juego fomenta constantemente, por ejemplo, subiendo el volumen de la música según sube nuestro velocímetro.

Tendremos que hablar con diferentes pilotos para desafiarlos y apostar dinero.

Gran parte del tiempo de «tranquilidad» lo pasaremos tuneando nuestro coche. Es sorprendentemente completo para un juego en desarrollo, y aparte de poder cambiar prácticamente cualquier elemento estético del vehículo, también nos permite hacer cosas como quitar los asientos para reducir el peso. Los amantes del tunning se lo van a pasar en grande aquí.

En general es un juego muy pausado, una idea interesante pero que puede interponerse en la diversión.

Con o sin tunning, este ritmo que sea muy diferente a otros juegos de carreras, e incluso chocante a ratos. Pasamos demasiado tiempo en menús, hay muchos tiempos de carga y secuencias de vídeo constantes que no se pueden saltar... Para nosotros no es necesariamente un problema, pero sí que puede ser frustrante cuando quieres echarte una carrera y el juego te va frenando «artificialmente». Personalmente, creemos que el juego se beneficiaría de agilizar esto, pero como veréis, la puesta en escena de Night-Runners es muy particular.

Desempolvando las cintas de vídeo

A nivel jugable, Night-Runners es muy directo, y el desafío en las pruebas pasa más por no chocarnos y por encontrar el camino correcto que por nuestra habilidad al volante. En lo que respecta al diseño, no hace nada particularmente especial. Es el típico juego en el que tenemos que ir por el mapa buscando objetivos y competir, pero la puesta en escena es fantástica. Utiliza una serie de filtros que imitan la imagen de una cinta de vídeo VHS en una tele de tubo, lo que unido a la ambientación nocturna por las calles de Japón, nos parece sencillamente perfecto.

Encontrar los objetivos en el mapa llega a ser más suerte que habilidad.

Correr por esas carreteras, con esa música, es una experiencia fantástica. Hay veces que nos encontramos simplemente dando vueltas por ese mapa y nos encontramos completamente absortos en su mundo. El problema que hemos encontrado es que, al igual que con las pantallas de cargas y los menús, llegar a un objetivo puede interponerse en nuestro camino cuando simplemente queremos echar una carrera. Las carreteras son extremadamente enrevesadas y extremadamente similares entre sí, y con una flecha en pantalla como único indicador de nuestro objetivo, encontrar el camino mirando el GPS es como intentar solucionar un laberinto.

Cuando consigamos suficiente dinero podemos ir a un garaje clandestino a por nuevos vehículos.

Así, como veis, nos hemos encontrado constantemente con una propuesta genial que, quizás, tiende a recrearse demasiado en su puesta en escena, y nos va poniendo barreras cuando queremos competir. Esto que hemos probado es todavía una versión en desarrollo, un prólogo para promocionar su Kickstarter y que, esperemos, sirva para recopilar diferentes opiniones de los jugadores y pulir algunos de los aspectos a mejorar de cara al lanzamiento final.

Saldando deudas por Japón

Hemos repetido varias veces la palabra «experiencia» en estas impresiones, y es que no se nos ocurre una manera mejor de describirlo. Es espectacular las sensaciones audiovisuales que nos deja, pero creemos que van a tener que cambiar muchas cosas para que sea más fácil disfrutar del «juego» atrapado dentro de esa experiencia. Aun así, si os llama la atención la idea de carreras ilegales en Japón con la ambientación que veis en estas pantallas, o la cultura JDM en general, os animamos a probar el prólogo disponible en Steam de manera gratuita.

Hemos realizado estas impresiones en PC (Ryzen 7 3700X, GeForce RTX 2070 Super, 32 GB RAM) descargando el prólogo disponible en Steam.

Colaborador