Hace poco más de una semana que se estrenó en la plataforma de Acceso Anticipado de Steam un juego llamado Esports Life, un simulador desarrollado por U-Play que pretende ponernos en la piel de un joven (o una joven) que descubre los esports, y que sueña con convertirse en un jugador profesional.
El juego contará con dos episodios, el primero (bautizado con el nombre de Dreams of Glory) repasa nuestra etapa como jugadores amateur y el segundo, que tiene previsto llegar durante la próxima primavera, se centrará en nuestra carrera como profesionales.
Una buena idea que tiene hueco en el mercado
En el mundo de los videojuegos tenemos simuladores para casi cualquier cosa que podamos imaginarnos, desde los simuladores de aviación o automovilísticos hasta los que nos ponen en la piel de un granjero o un youtuber, por poner tan sólo unos ejemplos.
Con esto en mente y con la expansión que están teniendo los deportes electrónicos en los últimos años, U-Play ha tenido la buena idea de preparar su simulador para ponernos en la piel de un deportista de esports algo que, sin duda, atraerá a muchos aficionados a los deportes electrónicos.
El concepto del juego es bueno y, a priori, atractivo, comenzando en la piel de nuestro propio alter ego virtual que podremos personalizar al inicio de la partida, escogiendo tanto nuestro aspecto como nuestro club de esports favorito, contando con las licencias de Heretics, Fnatic, G2 Esports, PSG Esports y Millenium.
Estas licencias le dan un empaque de familiaridad y de atractivo extra al juego, que están acompañados además con las apariciones de algunas figuras conocidas dentro de los esports y de las narraciones de Ibai, uno de los mejores casters de nuestro país, durante las partidas, por lo que en principio los ingredientes no pueden ser mejores.
Del cibercentro al cielo
Una vez hemos creado nuestro personaje, Esports Life nos revelará la historia de cómo nuestro alter ego empieza a interesarse por los esports, y cómo se acaba convirtiendo en un jugador amateur de una forma un tanto accidentada.
Nuestra primera partida "oficial", de hecho, será contra el matón del instituto, Russell que, tras robarle el portátil a nuestro mejor amigo, nos desafía a una partida a un MOBA para poder recuperarlo.
Tras esto, el juego nos empezará a enseñar, a modo de tutorial, todas sus posibilidades, teniendo que entrenar, primero, en un cibercentro (ya que ni siquiera tenemos ordenador), antes de poder tener nuestro primer ordenador y comenzar, esta vez en serio, nuestra carrera como jugadores amateur de esports.
Conseguir dinero, estudiar, hacer las tareas de la casa y manejar bien el cansancio y el estrés
Como era de esperar, Esports Life no sólo se centrará en nuestra carrera como deportistas electrónicos amateur, esto sería demasiado sencillo y, a su vez, aburrido.
Además de entrenar en el cibercentro (o más tarde con nuestro ordenador en casa), también tendremos que conseguir dinero para poder seguir entrenando y mejorando en nuestro juego favorito (podremos escoger entre un MOBA y un FPS).
Para conseguir dinero deberemos de tener contenta a nuestra madre realizando las tareas del hogar y sacando buenos resultados en los estudios. Tanto entrenar como estudiar o realizar las tareas del hogar harán que nuestro jugador se canse y sufra estrés, por lo que tendremos que regular bien estas dos barras para poder optimizar nuestro tiempo de entrenamiento y mejorar de forma aún más rápida.
Una inquietante monotonía
Para realizar todas y cada una de las acciones del juego deberemos de superar una serie de minijuegos que, en función de lo bien que lo hagamos, nos darán más puntos de entrenamiento, estudios o mejorarán más o menos la relación con nuestra madre.
El problema de estos minijuegos es que son demasiado sencillos, limitados y monótonos, haciendo que una partida larga, para muchos jugadores, pueda hacerse un tanto difícil y repetitiva.
Seguramente, si este Esports Life se tratase de un juego para móviles, estos minijuegos tan simples tendrían sentido, pero, para un jugador de ordenador, pueden ser demasiado aburridos y monótonos, corriendo el riesgo de que nos cansemos del juego demasiado rápido.
Algo más entretenidas son las partidas que disputamos como "jugador de esports" en las que tendremos que enfrentarnos a la IA en un curioso juego de cartas que, pese a que no es demasiado complicado, sí da cierta variedad y diversión extra al juego.
Una buena idea a la que hay que añadirle mucho más
U-Play ha tenido una buena idea creando este Esports Life, un simulador que quiere convertirnos en estrellas de los deportes electrónicos y que, a buen seguro, tiene una gran parcela de mercado a la que parecer atractiva.
La idea es buena y el concepto del juego también, teniendo que gestionar nuestro entrenamiento, el dinero, la relación con nuestros padres, los estudios… buscando el equilibrio si queremos llegar a ser profesionales de los esports.
El problema es que los minijuegos y tareas que se nos plantean son demasiado repetitivas, haciéndole falta más variedad para mantener enganchados a los jugadores durante largas sesiones de juego.
Habrá que ver cómo evoluciona Esports Life y si U-Play va tomando, poco a poco, nota del feedback de los jugadores para añadir más minijuegos y más detalles a un título que es atractivo, pero que necesita algo más para llegar a triunfar.
Hemos escrito estas impresiones con un código que nos ha proporcionado U-Play.