El segundo capítulo de Endless Space 2 lleva ya un par de meses en acceso anticipado de Steam y ha tardado en tener la primera de las tres grandes actualizaciones que el estudio quiere incluir antes de lanzar el juego ya terminado. Por fin llegó el miércoles por la noche y hemos podido jugar durante unas horas lo que hay actualmente en este segundo capítulo de una serie de ciencia ficción que lleva la estrategia por turnos a los confines de la galaxia.
Endless Space 2 recupera la jugabilidad básica del primer juego y la actualiza y hace más accesible visualmente. En la versión disponible actualmente hay cinco facciones para elegir: los sophons (droides humanoides que se basan en la ciencia), cravers (de tipo insectoide, actúan como si se tratara de una plaga y son puro instinto), los postindustriales Vodyani, los Lumeris (centrados en el comercio y el crecimiento económico) y, recién llegado con la actualización, el expansionista United Empire.
Aunque el juego es bastante áspero para el jugador, es fácil en cada partida ver cuál es el camino que cada facción quiere seguir, pero el jugador no siente coartada su libertad para decidir cómo quiere evolucionar la partida, simplemente se le ofrecen distintas herramientas para expandirse por la galaxia según la civilización que haya elegido.
Cada una de estas facciones tiene sus afinidades y sus rasgos, y se juegan de manera muy diferente; por poner un ejemplo, con la facilidad que tienen los Lumeris para conseguir dinero es fácil comprar un puesto fronterizo en un planeta y conseguir que se convierta pronto en colonia promocionándolo, mientras que los sophons deben hacerlo a base de colonos, pero avanzan más en la investigación de tecnologías.
Un árbol de tecnologías en el que no avanzas de forma lineal
Precisamente el árbol de tecnologías es una diferencia de juegos clásicos de estrategia por turnos como Civilization ya que aquí, aunque esté dividido en tres grandes eras, las tecnologías no avanzan de forma lineal, sino que puedes investigarlas como venga mejor a tus intereses, aunque sigue habiendo algunas imprescindibles en los primeros compases. Estas tecnologías sirven para avanzar tanto en exploración como en economía, ciencia o en el aspecto militar.
En cada planeta que has colonizado puedes desarrollar las estructuras que hayas descubierto y así ir construyendo una serie de flotas que sirvan para avanzar en la exploración de nuevos sistemas solares o para ir luchando contra las demás civilizaciones que encuentres en tu camino, arrebatándoles los planetas colonizados uno a uno hasta acabar con ellas.
A la hora de construir tus propias flotas existe la opción de diseñar tus propias naves, partiendo de un modelo predefinido al que incorporas módulos defensivos, ofensivos o que le añaden más vida, lo que cambia sus costes de producción. Es una opción divertida que permite personalizar mucho los vehículos, y es una muestra de la profundidad tan inmensa que tiene el juego, que va desde la escala más pequeña de una colonia a la gestión galáctica en todos los detalles imaginables, desde los partidos políticos que pueden decidir sobre tus políticas a esta personalización de la flota o el comercio interestelar.
Además de las flotas que crees, hay héroes que se van uniendo a tu facción. Tienes uno inicialmente y luego puedes construir una academia, o encontrarte con una ya construida que los atraerá según las acciones que lleves a cabo turno tras turno. Estos héroes se asignan a un planeta colonizado o una flota a la que aportan su propio vehículo -que también se puede personalizar-, según las características que vayas potenciando en él cuando sube de nivel.
Mientras exploras van apareciendo diversas misiones que hacen que sea más ameno ir de un sistema solar a otro, y en algunas ocasiones estos encargos te permiten tomar una decisión, normalmente eligiendo entre la lucha, la exploración o el comercio.
En el camino te vas encontrando con las demás facciones y con algunas especies consideradas menores (algunas de ellas procedentes del primer juego) a las que puedes atacar o ayudar y que pueden, en algún momento, incorporarse a tu imperio, porque en cada partida hay algunas situaciones inesperadas que la hacen más amena.
Una galaxia grande de ida y vuelta
La galaxia es bastante grande, y la recorres varias veces ya que hay planetas en los que no puedes establecer un puesto avanzado hasta investigar una tecnología determinada y las misiones también te hacen volver a puntos ya explorados, pero los mapas estelares son suficientemente grandes como para no aburrir (teniendo en cuenta que estás todo el tiempo avanzando de un sistema solar a otro) y hay elementos que lo hacen más ameno como las nubes de asteroides que pueden ayudarte si amplías la influencia de tu imperio.
No todo se limita a explorar y conquistar; a veces encuentras un evento aleatorio o un planeta especial, y, cuando llegas a un sistema solar puede que no puedas colonizar ningún planeta, pero seguro que puedes enviar una sonda para extraer algún recurso o saber un poco más de él que te sea útil más adelante.
Endless Space 2 no sería un completo juego de estrategia si no incluyese la vertiente política, y es bastante compleja. Cada 20 turnos hay elecciones, y debes decidir a qué partido apoyas y cómo lo haces, teniendo en cuenta que los héroes que jueguen en tu bando pueden tener un papel destacado en las elecciones. El resultado de la votación suele interferir en las leyes que quieres que rijan en tu imperio, por lo que es importante decidir bien qué vas a hacer. En el periodo entre elecciones conviene no perder de vista la opinión del pueblo y seguir las encuestas para ver cómo van evolucionando los habitantes del imperio.
Una vez más, como a una facción le es más fácil conseguir dinero que a otra que se rige por la influencia del imperio, la forma de manejar la política difiere según el bando que hayas elegido, pero tampoco te sientes condicionado, sino que sirve para que cada partida tenga su propia personalidad.
La parte de desarrollo industrial llega con los avances tecnológicos que desarrollas en cada colonia, teniendo en cuenta sus posibilidades y lo que aporte o no a la economía de tu facción. Este apartado de gestión es tan profundo como los demás, aunque nos ha dado la sensación de que todavía quedan bastantes ajustes que realizar.
La estrategia y los movimientos que hagas deciden el resultado de las batallas
La parte de lucha es la que nos ha parecido más floja. El estudio ha querido que la importancia estratégica llegue de la mano de la investigación de tecnologías y los movimientos que hagas por el mapa, de forma que, cuando llegan los encontronazos con otras facciones, no tienes gran margen de maniobra, únicamente tienes la opción de decidir si ataques de cerca, a distancia media o de lejos o si decides huir.
Casi todo depende de un símbolo que indica qué bando tiene más probabilidades de vencer, como si se tratase de un Total War, pero cuando empiece la acción no puedes controlar tus naves, únicamente ver cómo luchan y esperar el resultado, aunque el resultado sí varía según la dificultad que hayas puesto a la partida.
El menú también nos ha parecido bastante mejorable. La profundidad del juego es tan grande y abarca tantos aspectos de la gestión de un imperio que se entiende que sea difícil llevar toda esa información a la pantalla y hacerla navegable y entendible por el jugador, pero es un menú muy áspero en el que no hemos logrado encontrar información de, por ejemplo, dónde están todas tus flotas de una manera mínimamente visual. O para que se activen las naves que hayas creado en una colonia debes incorporarlas a una flota o crear una nueva, o entrar en el menú de la colonia. Este tipo de cuestiones vuelven complicadas acciones sencillas.
Los mimbres con los que está construyendo Amplitude Studios el segundo capítulo de la serie son interesantes y con ideas originales. La jugabilidad es profunda pero no apabullante, y es cierto que tampoco es muy intuitiva, pero para esto el estudio tiene previstas tres grandes actualizaciones durante el tiempo que el juego esté en early access.
La primera actualización ha traído alguna novedad importante, sobre todo el imperio, la nueva facción de las principales y las tres secundarias, los mercenarios y la cuarta época del árbol de tecnologías, así como el arreglo de algunos fallos, pero aún quedan por llegar bastantes, como una época más del árbol tecnológico y sólo están disponibles dos de las seis condiciones de victoria y hay otras muchas opciones que están, pero no se pueden jugar de momento.
Eso sí, con el acceso anticipado estas características irán llegando sin costar más a los que ya hayan pagado por el juego, y lo cierto es que el estudio ha pensado mucho de momento en los jugadores que hayan comprado confiando en tener más buenas experiencias como con el primer juego. Esto es así hasta tal punto de que los tutoriales sólo se refieren a las novedades de esta segunda entrega.
Aunque los contenido pueden hacerse un poco escasos todavía, cada facción está tan diferenciada que cada partida es una experiencia que se percibe como nueva y siempre sientes que tienes ante ti una aventura en la que no está nada escrito.
Parece poco probable que un juego tan complejo y poco intuitivo llegue a convencer al gran público, pero el estudio va avanzando por el buen camino y sabe que su principal baza de momento son los jugadores más entregados. Esta primera actualización no ha decepcionado, así que ahora queda ver cómo afronta Amplitude las dos actualizaciones antes de que el estudio dé el juego por terminado.
Hemos escrito estas impresiones después de jugar durante varias horas en el acceso anticipado de Steam con un código proporcionado por Ico Partners.