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Género/s: Action-RPG
Fecha de lanzamiento:
PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Larian Studios
Producción: Larian Studios
Distribución: Steam
Precio: 39,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Inglés
Voces: Inglés
Online: Sí
ANÁLISIS

Impresiones Divinity: Dragon Commander

“Es obligatorio apagar el jetpack al bajar del dragón”… ¿Te suena extraño? Pues es la nueva propuesta de los belgas Larian Studios. Un título que combina máquinas de guerra, dragones y jetpacks.
Versión PC.

Nuestro viaje a Gante no fue sólo para conocer el nuevo Divinity: Original Sin, sino que también tuvimos nuestro tiempo para ver Dragon Commander, un título que ocurre inmediatamente después de Original Sin y cuyo final ocurre justo antes de empezar el primer Divine Divinity. Suena raro, sí, pero el sistema combinado de tercera persona y estrategia es, cuanto menos, original a la hora de gestionar todas sus posibilidades. Además cuenta con un toque rolero a partir de las diferentes cartas y mapa –o tablero– que administraremos para atacar a nuestros rivales y conquistar nuevos territorios.

Estilo y una historia muy trabajados

El equipo artístico de Larian tuvo a bien introducirnos en el mundo de Dragon Commander a partir de una serie de ilustraciones y mapas conceptuales en los que pudimos conocer a las diferentes razas que pueblan Rivellon. En ellas increíbles lagartos se mezclaban con exuberantes señoritas y acaudalados humanos lo hacían con elfos desconfiados. Podemos decir que detrás de cada uno de estos se esconde una historia profunda cuya evolución está totalmente medida según nuestros pasos en el juego. Diferentes razas a las que se ha implementado una forma de ver la vida diferente y con las que tendremos que lidiar al empezar la batalla contra diferentes rivales.

Los complicados mapas que vimos en las paredes del estudio se trasladan directamente a un juego que sorprende con su concepto presentándonos a todas estas razas luchando por un mundo en el que dragones y naves conviven plácidamente… o no tanto. En nuestra faceta de comandante tendremos diferentes elecciones que tomar en la nave en la que se desarrolla toda la acción. Las conversaciones con el consejo y diferentes representantes de cada raza nos influirán en la toma de decisiones y dependiendo de nuestras respuestas ganaremos premios y recompensas que nos servirán a la hora del combate. Estas recompensas se sirven en forma de cartas que podremos usar en forma de ataques especiales, nuevas naves, soporte adicional para las misiones o armamento más potente. Con el primer toque "rol" de esta aventura ahora pasaremos al segundo, el mapa… o más bien dicho, el tablero.

Los diferentes territorios de Rivellon se reparten en un tablero bien definido cuyas zonas tendremos que ir conquistando. Antes de cada combate haremos uso de nuestras cartas y pasaremos directamente a la acción. En estos seis territorios diferentes, cuyas sub zonas exploraremos con nuestro dragón, están dominados por diversas facciones a las que tendremos que hacer frente antes de cambiar en color esté a nuestro favor.

Un buen concepto de jugabilidad

El movimiento dentro de la nave nos permitirá trasladarnos a varios espacios para hablar con las diferentes razas para tomar decisiones en cuanto a nuestros ataques. Una vez convencidos los miembros del consejo, tomaremos rumbo al mapa para pasar directamente a la acción.

Sacar nuestro dragón a pasear requerirá una serie de acciones en forma de distribución de cartas y finalmente nos podremos enfrentar, en una gran extensión de terreno, al rival elegido.

En este momento es cuando la mezcla de estrategia y tercera persona se mezcla para poder gestionar bien nuestro ataque. Las dos opciones se dividen en una visión en tercera persona de nuestro dragón con la que iremos disparando –según el armamento conseguido– diferentes tipos de armas contra las naves del rival. Estas cuentan con diferentes magnitudes y deberemos escoger bien para debilitar a la que más daño haga a nuestras unidades.

La segunda visión será la cenital. Como si de un tablero se tratase contaremos con una cámara aérea que nos mostrará toda la magnitud del tablero y las miniaturas de naves rivales y propias en tiempo real. Así podremos escoger las diferentes naves disponibles y dirigirlas hacia la parte de la batalla que nos convenga. Para ayudarnos el tablero cuenta con diferentes parrillas cuadriculadas en las que instalaremos elementos de defensa que ayudarán a las naves a batir al enemigo. Mientras, dirigiendo el dragón, podremos volver a la tercera persona para seguir disparando y viendo directamente en el campo de batalla cual será nuestro siguiente movimiento. El concepto puede costar de captar a la primera de cambios pero podemos asegurar que funciona. Si bien podríamos jugar a distribuir naves como si un juego de estrategia en tiempo real se tratase, viajar con nuestro dragón surcando los cielos no solo nos dará una perspectiva cercana del mejor lugar para atacar sino que también nos permitirá gozar de un buen juego de cámaras y gráficos.

Dos tipos de gráficos, un solo juego

La apuesta gráfica de Larian en este título tiene una de cal y una de arena, al menos en la versión que nosotros pudimos ver. Susceptible de ser cambiada de aquí a su presentación y salida en 2013, el estudio combina una serie de personajes –de lo que hemos hablado antes– en la nave con gráficos en la batalla que parecen realizados para dos juegos distintos. Mientras los labiales y el interior de la nave dejan un poco que desear, el gráfico ingame, el que vivimos a "caballo" de nuestro dragón "jackpackeado" es totalmente diferente. Una muestra de vuelo cercana al suelo deja ver un gráfico más trabajado que nos hará disfrutar muchísimo de las vistas.

En un mundo en el que la tecnología y la magia van de la mano, el gráfico y las creatividades tiran de diferentes estilos contando con una alta dosis del muy utilizado "steampunk". Este estilo permite que el juego cuente con un arte muy destacado que el jugador agradecerá. Puede que un toque en los gráficos de personajes y una batalla que nos obligue a estar más cerca del suelo saque todo el jugo a un título cuyo concepto suena raro al inicio pero engancha después.

En cuanto a la jugabilidad deberemos esperar a un hands on –que no sabemos si se producirá en el E3 para ver todo el potencial que Dragon Commander puede desarrollar en manos del jugador. Podemos decir que DC se ve intuitivo y que se muestra fácil de jugar en los primeros compases del juego aunque deberemos esperar a un veredicto más fidedigno cuando lo tengamos en las manos.

Jugar con un concepto diferente

La primera frase de estas impresiones habla por sí sola… cuando queremos imaginar un juego de dragones pensamos siempre en algo aventurero, un título de corte más épico en el que la tecnología ni tan solo aparece. Pues no, los creativos de Larian nos aparecen con una propuesta muy diferente en la que antes de salir a batallar con el rival tendrás que administrar una suerte de cartas de "rol" y entablar conversación con los seres más extraños para conseguir conquistar los diferentes territorios que sobrevuela tu nave.

Podemos decir que se ha trabajado un argumento en el que cada personaje tiene una historia muy desarrollada plasmada en complicadísimos mapas conceptuales a los que tuvimos acceso. Cada detalle en historia se ha combinado para que las conversaciones que mantendremos en la nave central tengan todo el sentido. Gracias a ello contaremos con un juego en el que nuestras decisiones marcarán el camino a seguir y nuestra pericia en el momento de administrar nuestra carta política o carta de dragón nos permitirán avanzar o no en el plan que hemos trazado previamente.

Dejando de lado la historia podemos decir que el tema gráfico cambiará de aquí a la presentación y que los belgas tratarán de retocar esos labiales que tanto fallan para que el juego luzca bien en cada momento. De todas formas tener esta variedad de personajes representados y poderlos ver en movimiento hace que pensemos que Dragon Commander puede ser un buen producto en el universo Divinity. A falta de pocos días para el E3 sólo podemos decir que este juego cuenta con una serie de elementos potenciales que bien resueltos darán que hablar en un futuro próximo. Hasta entonces, haced upgrade en vuestros jetpacks, preparad vuestras cartas y ¡escoged dragón!