En los últimos años, el survival horror ha recuperado protagonismo gracias a grandes referentes y nuevos experimentos que buscan renovar la fórmula. Una de las sorpresas más agradables de este panorama ha sido, sin duda, Cronos: The New Dawn, un título desarrollado por Bloober Team, el estudio polaco detrás del fantástico remake de Silent Hill 2, que apunta a captar la atención de los amantes del género con una propuesta jugable familiar pero tremendamente refrescante.
Demasiados monstruos para tan pocas balas
Cronos: The New Dawn es un juego de terror y acción en tercera persona que construye su jugabilidad sobre los pilares del survival horror: miedo, pocas balas y puzles. Esta aventura nos pone en la piel del Viajero, un agente enigmático al servicio de una organización llamada el Colectivo. Nuestra misión: viajar a través de «fracturas temporales» desde un futuro postapocalíptico hasta la Polonia de los años 80 para rescatar a personas clave antes de que sucumban a El Cambio, un catastrófico evento que ha convertido a la humanidad en monstruos.
Lo primero que destaca al ponernos a los mandos de Cronos: The New Dawn es su jugabilidad, que inmediatamente recuerda al mítico Resident Evil 4. Es un título que juega mucho con el sistema de precisión, y que requiere apuntar a zonas concretas de los enemigos, sobre todo de los jefes. Además, las armas tienen un disparo cargado, que hace más daño pero, obviamente, le da más tiempo a los enemigos para atacarnos. Esto acentúa todavía el equilibrio entre riesgo y recompensa, haciendo que, todavía más si cabe, la precisión sea vital, y cada bala cuente.
La gran novedad aquí es el sistema de fusión de las criaturas, una mecánica especialmente agobiante que hace que los enemigos intenten fusionarse si no los eliminamos rápidamente o si no los quemamos, usando valiosos recursos que recuerdan mucho al uso estratégico de las cerillas en el remake de Resident Evil. Esta dinámica añade una capa adicional de tensión al combate, obligándonos a decidir cuándo usar estos valiosos recursos y cuándo confiar en nuestra puntería.
Además, el diseño de enemigos es tan macabro como ingenioso. El juego a menudo juega con nuestras expectativas, por ejemplo, diciéndonos claramente que debemos apuntar a la cabeza para derrotarlas con más facilidad y, acto seguido, enfrentarnos a criaturas que ni siquiera la tienen. Este juego psicológico se combina perfectamente con el sistema de combate, generando momentos de incertidumbre y adrenalina que hacen que sea un juego tan tenso como divertido.
Las extrañas calles de Polonia
A nivel de diseño, sin embargo, Cronos: The New Dawn opta por un camino diferente. El diseño de niveles y la ambientación urbana recuerda en cierto modo más a Silent Hill 2, presentando una ciudad laberíntica y decadente, en este caso una Cracovia futurista y desolada inspirada por Nova Huta. Así, recorreremos edificios conectados, desbloqueando nuevos caminos, pasaremos por plazas y callejones de camino al siguiente objetivo, con un acertadísimo diseño semiabierto.
Por supuesto, también hay zonas opcionales repartidas por el mapa, que nos recompensan con recursos adicionales si decidimos explorarlas. Todo está inteligentemente conectado, creando una ciudad creíble y compleja, en la que cada rincón parece esconder secretos o amenazas. En lo poquito que hemos podido ver, esta estructura, que invita a explorar pero también obliga a considerar el riesgo de hacerlo, está muy bien planteada y mantiene un ritmo excelente.
Aunque la acción y la exploración dominan la experiencia, también hay momentos puntuales para resolver puzles, ya sean más tradicionales de encontrar objetos o contraseñas, u otros más elaborados en los que podemos manipular el tiempo. Podemos restaurar o destruir zonas específicas del escenario, generalmente, para abrir caminos hasta la siguiente zona. Estos puzles no resultan especialmente difíciles, pero son una bienvenida pausa en la acción que aporta variedad y evita que la experiencia se vuelva monótona.
Una original visión de un futuro decadente
Visualmente, Cronos: The New Dawn nos ha sorprendido muchísimo, especialmente considerando que hemos jugado una versión aún en desarrollo, seguramente lejos de estar optimizada al máximo. Lo más impresionante es, sin duda, su dirección artística, que captura perfectamente la atmósfera de desolación futurista y la decadencia urbana, y todo de una manera muy original y con mucha personalidad. Las calles de este universo están llenas de detalles inquietantes que poco a poco van revelando la causa del misterioso fenómeno que afecta al mundo.
De igual modo, las criaturas nos han parecido muy interesantes desde un nivel de diseño, aunque esperamos que haya más variedad según avanzamos, y tenemos mucha curiosidad por ver cómo van evolucionando esas fusiones. En lo sonoro, lo poquito que hemos podido escuchar de la banda sonora nos ha gustado mucho también, y los efectos de sonido hacen un trabajo fantástico a la hora de tenernos siempre alerta.
Un viaje (temporal) para apuntar en el calendario
En resumen, Cronos: The New Dawn es una propuesta que nos ha sorprendido muy gratamente. Incluso si sus referencias están claras, su ejecución tiene mucha personalidad y en ningún momento te da la sensación de estar jugando a una copia de algo, sino todo lo contrario, lo que, creemos lo convierte en una mezcla muy apetecible para los fans del survival horror. Si el juego completo consigue mantener este nivel de tensión, equilibrio y variedad de situaciones, sumándole algunas sorpresas bien ejecutadas, podría convertirse en uno de los imprescindibles del género para este año.
Hemos realizado estas impresiones tras jugar las dos primeras horas en PC en un evento al que fuimos invitados por Bloober Team.