Cuando, hace unos años, Shin’en (un estudio afincado en Alemania) aplicó sus herramientas de desarrollo para GBA a un matamarcianos nació el visualmente impactante Iridion que, sin embargo, resultó algo desafortunado en su jugabilidad. Este defecto se corregiría en su segunda entrega, menos impactante pero mucho más jugable y divertido, y que contó con scroll (es decir, movimiento de la acción) vertical. Este Iridion II, con todo, seguía sorprendiendo por los efectos y enorme cantidad de elementos en pantalla que conseguía mover con soltura en el competente pero limitado hardware de GBA. Nanostray es la secuela no oficial de esos juegos y representa la primera aportación de estos germanos en Nintendo DS.
El juego nos ha resultado espectacular en todos los sentidos desde el primer momento, siendo, quizá, uno de los títulos más sorprendentes en la nueva portátil de Nintendo. Las fotos no le hacen justicia, ya que demuestra su potencial en movimiento, cuando la pantalla empieza a llenarse con soltura de enemigos, disparos y rayos en escenarios muy bien diseñados.
Sus creadores han comentado en alguna ocasión que clásicos como Axelay e incluso el más reciente Ikaruga han sido fuente de inspiración, y es algo palpable no sólo en el apartado jugable, sino también en algunos diseños.
Este título presenta, como era de esperar, un firme apartado técnico, ya que cuenta con 60 cuadros por segundo, una tasa de animación que ya desearían para sí juegos similares en sistemas más potentes, con gráficos realizados completamente en 3D a tiempo real, no sólo para las naves, sino también para los escenarios que, en ocasiones, entrarán en el plano de acción dando lugar a situaciones comprometidas para el jugador, que tendrá que lidiar no sólo con enemigos incansables sino también con obstáculos que le exigirán destreza y rapidez en sus acciones.
Nanostray vuelve a presentar la acción con scroll vertical, que es la protagonista en todo momento en la pantalla superior, dejando la inferior para que podamos seleccionar armamento mediante la función táctil, además de presentarnos un pequeño radar que en ocasiones puede sernos muy útil. El hecho de que seleccionemos nuestro tipo de arma a través de la pantalla táctil hará que su uso sea muy intensivo, y al principio esto da problemas, ya que apartar la vista de la pantalla superior durante un sólo momento puede ser fatal, aunque creemos que es algo que con un poco de práctica no dará mayores problemas.
El sistema, sin embargo, nos gusta y aunque quizá haya otras alternativas a este esquema de control no se hace complicado. No es un uso brillante de la pantalla táctil, pero pretender que todo título para esta consola debe sentar cátedra sobre sus características peculiares tampoco es una forma de pensar demasiado brillante.
El juego cuenta con la posibilidad de unirnos a otro amigo con una única tarjeta de juego, de manera que con tan sólo dos consolas y una tarjeta del juego podremos disfrutar de la experiencia multijugador que, aunque algo limitada, se nos ha desvelado como divertida y digna de cualquier arcade a la altura de las circunstancias. Los menús y, en general, la interfaz y opciones del multijugador no parecen muy bien acabadas, y sería deseable que de cara al lanzamiento europeo se mejorase un poco este aspecto, ya que empobrece el resultado final por cuestiones que realmente son fáciles de corregir.
Nanostray es un videojuego de la vieja escuela, un matamarcianos de acción desenfrenada en el que habrá que recolectar mejoras a tutiplén mientras hacemos frente a incontables hordas enemigas tan sólo para llegar a los descomunales enfrentamientos que todo jugador desea sufrir en estos títulos. Como tal, es posible que se haga corto, así que tendremos que estar atentos a su rejugabilidad, ver qué incentivos ofrece al jugador más allá del orgullo propio de superar la puntuación lograda anteriormente o alcanzar un punto determinado del juego sin haber muerto en ninguna ocasión (el juego cuenta con continuaciones ilimitadas). Un ejemplo de esto son los retos especiales que plantea al jugador, o los diferentes niveles de dificultad que incluye. Esos retos especiales a los que hacíamos referencia son bastante atractivos pese a su simpleza, ya que tienen una dificultad muy bien ajustada y, aunque no son demasiado variados, pueden entretenernos durante bastante tiempo si se nos atraganta alguno.
En cualquier caso, dentro de unos meses Nanostray llegará a las Nintendo DS europeas siendo una apuesta muy seria en su género que habrá que jugar en profundidad para ver si está a la altura de otros clásicos del género. De momento, parece que el catálogo de la nueva portátil de Nintendo no va demasiado surtida de este tipo de juegos, pero todo parece indicar que estamos ante el que puede ser la punta de lanza de éstos en la consola. En cualquier caso, Shin’en ha progresado en cada juego, por lo que parece poco probable que este juego defraude a los fans de un género que, cada vez, se deja ver menos por estas tierras.